Apostaron por el coche electrificado, ahora una oleada de robos les hace replantearse volver al diésel
El robo de coches y de sus piezas es algo de la que prácticamente nadie es totalmente inmune. En Francia crece la preocupación por un tipo de robo muy concreto y que afecta a los coches híbridos autorrecargables de Toyota.

Si hablamos de robos de coches, aquí en España tristemente se suele hablar de una marca en concreto: SEAT. Los coches de la firma española suelen ser los favoritos de los cacos, debido al alto volumen de vehículos en nuestro parque, la facilidad para comercializar con sus piezas de repuesto…
Si miramos a nuestro país vecino, Francia, los registros serán muy distintos, pero en este caso nos queremos hacer eco de una tendencia muy reciente que está afectando a un tipo de vehículos muy concreto y a una marca en especial.
La región Île-de-France, a la que pertenece París y sus alrededores, está sufriendo una oleada de robos en los coches híbridos autorrecargables de Toyota, con los C-HR, Prius y Yaris como principales favoritos de los ladrones. Te contamos el motivo que está haciendo replantearse su posesión a muchos propietarios.

Las baterías de los Toyota híbridos, en el punto de mira
Las últimas semanas han estado protagonizadas por el robo de baterías de los híbridos autorrecargables (HEV) de la marca japonesa en la zona. El medio francés Le Parisien ha hablado con algunos de los propietarios afectados y estos, debido a la altura factura que deben afrontar, la inseguridad y la incertidumbre, están replanteándose volver a los coches diésel.
«Las autoridades nos presionan para que compremos modelos más ecológicos. Al final, pagamos un precio demasiado alto. No vale la pena, es una pesadilla», dice uno de estos propietarios afectados por esta oleada de robos de las redes organizadas de la zona, que siguen un modus operandi muy similar.
Los ladrones rompen las ventanillas laterales de los vehículos para acceder a ellos y, una vez dentro, acceden a la ubicación de la batería de los Toyota HEV en cuestión justo debajo de los asientos traseros. En uno de los casos movieron el coche a una zona alejada y boscosa para robar sin ser molestados, pero en una zona residencial incluso se vieron afectados tres coches en apenas una noche.

«Sabían exactamente lo que buscaban. Este tipo de batería se vende por mucho dinero en el mercado negro». Además, el escaso cuidado que tienen los ladrones tiene un efecto adicional más, y es que la factura de reparación se eleva y los tiempos de espera para volver a disponer del vehículo son de varios meses.
«Va a ser caro, hay unos 10.000 euros en trabajo, incluyendo entre 2.000 y 3.000 euros por la batería», asegura uno de los afectados. El motivo principal es que se tienen que rehacer todos los arneses de cableado y el propio cableado eléctrico. Ni siquiera aplicaciones de seguridad como "My Toyota" están evitando estos robos.
La situación ha llegado a tal punto que algunos propietarios lo tienen claro: «Lo arreglaré y lo venderé para comprar un buen diésel. Me advirtieron cuando lo compré que era el modelo que más roban, pero bueno, el riesgo cero no existe en ningún sitio», apunta una de las desanimadas víctimas.
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