Prometieron que el eléctrico costaría menos de mantener… pero hay quien paga más que con un diésel
Íbamos a ahorrar tanto que compensaba enormemente la compra de un coche eléctrico. El hecho de no contar con hasta un 35 % de piezas móviles menos haría las revisiones más baratas, pero la realidad es muy diferente. El problema no es el precio de los componentes, es otro factor clave.

Decían las marcas que uno de los grandes alicientes de los coches eléctricos eran unos costes de mantenimiento más bajos. El menor número de piezas móviles, sometidas a un gran desgaste, ahorraría un pico enorme en las facturas de las revisiones, por supuesto dependiente de cada marca, y estimando hasta un 35 % más barata que en un coche de gasolina o diésel.
La no existencia de bujías, cigüeñal, correas de distribución, bielas, pistones o embrague haría bajar la factura enormemente. Pero, la realidad está siendo muy diferente y, lógicamente, va por marcas. Las francesas de Stellantis siguen fieles a una política que aplican desde hace años, revisiones prácticamente al mismo precio que los coches de combustión, y de entre 100 y 200 euros.

Cómo son las revisiones en los coches eléctricos
Los intervalos son prácticamente los mismos, cada dos años y entre 25.000 y 30.000 kilómetros según el fabricante. Algunas marcas suelen realizar las revisiones más completas en los años pares, y una inspección en años impares para asegurarse que todo está correcto. Lo normal en estas operaciones son las siguientes acciones:
- Comprobación del sistema de frenos y del regenerativo
- Líquidos refrigerantes
- Carga de la batería de alimentación
- Inspección de las conexiones eléctricas
- Comprobación del sellado y estanqueidad
- Comprobación de retiros o boletines de servicio emitidos por el fabricante
- Sustitución del filtro del habitáculo
- Estado de los neumáticos
- Estado del gas del climatizador automático
- Inspección de la dirección, suspensión y chasis
- Comprobación de la duración de la batería
- Comprobación del cargador de a bordo
Además, BYD ya avisó de que es necesario cambiar el aceite de los motores eléctricos. Una marca en la que las revisiones son más elevadas que en la competencia, a pesar de que los propietarios de coches eléctricos de otras marcas están notando cómo los precios de las revisiones no se ajustan a lo que les prometieron cuando se informaron sobre la compra.
En algunos casos, se llegó a haber de costes de alrededor de los 100 euros, mientras que la realidad habla del doble e, incluso, el triple o más.
La mano de obra encarece las revisiones
La marca asiática nunca se ha comparado con otras más generalistas, sino con las Premium, y a las que de verdad trata de hacerles la competencia aunque, de paso, también se las haga al resto de fabricantes. El gran problema de este incremento en los precios del mantenimiento de los coches eléctricos no es el coste de los aceites o refrigerantes en sí, sino el de la mano de obra.
Este difiere entre ciudades y entre concesionarios, pues no es el mismo coste por hora de mano de obra en un concesionario de Peugeot que en uno de Mercedes en la misma ciudad. Un precio competitivo en las marcas de lujo no existe, por lo que te podrás encontrar precios medios tan dispares como de 40 euros en los servicios oficiales de marcas normales, y de hasta 80 o 90 euros en las de prestigio.
Es cierto que pagar 250, 300 y hasta 400 euros por una revisión de un coche eléctrico es una cantidad muy elevada y que, incluso, se vigilan los neumáticos más que en coches de combustión. Pero, estas cifras distan mucho de lo que se cobra en otros servicios oficiales en Europa, donde se paga hasta por conectar a la máquina de diagnosis.
