Este motor puede hundir a los híbridos enchufables, pero Bruselas sigue sin querer verlo
China sigue marcando el futuro de los coches eléctricos en Europa. Los proveedores de la industria apuestan por soluciones que los fabricantes no habían considerado para los coches eléctricos: los extensores de energía. Los REEV son una fórmula casi más interesante que los PHEV y a la que Europa aún no le ha metido mano.

Europa le mete la mano a todas las tecnologías de propulsión que los fabricantes consideran para el futuro de la movilidad, pero hay una a la que aún no se ha acercado, precisamente porque no la ha considerado en su portfolio de futuro: son los eléctricos de autonomía extendida.
Y no lo han hecho, porque en Bruselas no conciben un motor de combustión a bordo de un coche alimentado por batería. Eso se llama híbrido enchufable y no lo quieren. Los EREV, por ahora, se quedan fuera de los tentáculos de Bruselas, pero no tardarán en hacerlo.

ZF dice adiós a la ansiedad energética, a quedarse sin electricidad
Porque es China la que marca el paso de las marcas occidentales y también de unos proveedores que nunca antes habían apostado por los extensores de energía como lo están haciendo ahora. ZF es uno de ellos y uno de los pioneros en presentar una solución eficiente para hacer de los coches eléctricos una opción para los clientes.
Las baterías han experimentado un importante paso adelante, todavía no son de estado sólido, pero ya ofrecen elevadas autonomías máximas con una carga que rozan los 800 kilómetros. Es una cifra más que significativa para no caer en el síndrome de la ansiedad energética, ese que algunos manifestaban al sentir que se quedaban sin electricidad a paso de gigante.
Este fenómeno todavía disuade a muchos potenciales compradores de coches eléctricos, por lo que un motor de combustión, de baja cilindrada, acoplado a un motor eléctrico actuando como un generador para recargar la batería mientras se conduce, es la solución perfecta. Una tecnología que está más que inventada, y que tiene en el e-Power de Nissan a un perfecto ejemplo.
Las baterías de estado sólido están muy lejos, los EREV más cerca
Solo que con la diferencia de que la batería equipada en el sistema de Nissan es de baja capacidad y, por ende, no ofrece una elevada autonomía. El sistema de ZF se denomina «eRE» y puede aportar una potencia máxima extra de 150 CV en su versión más básica, porque existe otra más potente, la «e-RE+» que arroja 204 CV y, según dicen, ambos extensores de autonomía se pueden utilizar no solo como fuente de alimentación, sino también como accionamiento secundario adicional.
Fuentes de la empresa han señalado que «Los extensores de autonomía son una alternativa real a las baterías más grandes -y más caras- o a los híbridos enchufables». La ventaja frente a los PHEV es que el motor del Range Extender funciona siempre en el rango de potencia más eficiente en términos de consumo, lo que garantiza un bajo consumo de combustible y, por tanto, también menores emisiones de CO2.
