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Richard Burns: 10 años sin el pelirrojo volador

El 25 de noviembre de 2005, Richard Burns murió tras una larga enfermedad. 10 años después de su fallecimiento, repasamos la trayectoria del primer campeón del WRC del Siglo XXI. Es todavía el único piloto inglés que ha ganado un Mundial de Rallies.

5 min. lectura

Publicado: 25/11/2015 20:30

El 25 de noviembre de 2005 es una fecha grabada en los corazones de los fans de los rallies. A través de un emotivo comunicado, la familia de Richard Burns comunicaba su muerte tras luchar durante meses contra un cáncer. El piloto británico que había colgado el mono casi dos año antes fruto de esta maldita enfermedad, fallecía a la edad de los 34 años. Una pronta muerta que no hizo más que agigantar su leyenda tras convertirse en el primer campeón del Mundial de Rallies del Siglo XXI. Fue a los mandos de un Subaru Impreza WRC.

Richard Burns es mito del WRC por muchos motivos. Al margen del título cosechado en 2001 o de los subcampeonatos sumados en las dos temporadas anteriores, el británico fue uno de los pilotos más queridos por su carisma y su forma de ser. El pelirrojo de Reading sumó en su trayectoria en el Mundial 10 victorias y 34 podios, aunque quizá su labor más importante fue la de promoción de los rallies a las nuevas generaciones. Colaboró en el desarrollo del conocido simulador de PC 'Richard Burns Rally', que llevó el WRC a millones de ordenadores.

Richard Burns se aficionó a los rallies gracias a su padre y tras unos primeros años corriendo con un Tlabot Sumbeam, fue descubierto por David Williams, que se convirtió en su principal valedor. En 1990 disputó la Peugeot Challenge que ganó a los mandos de un Pueugeot 205 GTI. Ese mismo año disputó por primera el Rally de Gales, prueba en la que participó en los tres años siguientes. En 1993 sumó a los mandos de un Subaru Legacy RS sus primeros puntos en el Mundial, aunque ya para entonces había dado muestras de su talento alzándose con el título del Campeonato Británico de Rallies con este mismo vehículo.

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Siempre acompañado por su inseparable copiloto Robert Reid, Subaru terminó de enrolarlo en su equipo oficial y le fogueó en distintas pruebas del WRC y en el Campeonato de Asia-Pacífico. Su primer podio fue en el Rally de Gales de 1995 donde ya vivió su primer duelo con Carlos Sainz y Colin McRae. Sin embargo, su primera temporada a tiempo completo en el WRC no llega hasta 1997, de la mano de Mitsubishi, que el año anterior se había hecho con sus servicios. En sus primeros compases con Mitsubishi vivió a la sombra de Tommi Mäkinen.

Su primera victoria llegó en 1998 en el Rally de Kenia. En esa temporada ya se postuló como un piloto a tener en cuenta. Terminó sexto en el campeonato y fue el preámbulo de su mejor versión. En 1999 volvió a Subaru como primer piloto para pelear contra el propio Tommi Mäkinen (Mitsubishi), Carlos Sainz y Didier Auriol (Toyota) y Colin McRae (Ford). Conseguía la victoria en Grecia, Australia y Gran Bretaña y terminaba subcampeón, resultado que repetiría al año siguiente tras vencer los rallies de Kenia, Portugal, Argentina y Gran Bretaña. Sus peleas contra el Peugeot 206 WRC de Marcus Grönholm marcaron una época.

A la tercera fue la vencida y Richard Burns ganó el Mundial de Rallies en 2001. Curiosamente, esa temporada sólo venció un rally, pero fue el piloto más regular. En un final agónico en el que Colin McRae, Tommi Mäkinen, Carlos Sainz y el propio Burns llegaban con opciones, poco a poco se fueron eliminando contendientes. Terminó tercero en Gales, aprovechando los abandonos de McRae y Mäkinen para proclamarse campeón. Este título le sirvió para decir adiós a Subaru. En 2002 y 2003 compitió para Peugeot, equipo con el que pondría fin a su carrera por el maldito tumor cerebral que le acabó arrebatando la vida.

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