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Todo lo que debes mirar a la hora de comprar un coche de segunda mano

  • Cuando compramos un coche nuevo, este incluye el compromiso de la marca de su buen estado de funcionamiento, algo escenificado en el periodo de garantía.
  • Sin embargo, a la hora de adquirir un coche de segunda mano, debemos asegurarnos de revisar su estado con la mayor precisión posible para evitar costosos disgustos posteriores.
Todo lo que debes mirar a la hora de comprar un coche de segunda mano
Antes de comprar un coche, revíselo bien y evitará que se convierta en chatarra. - Pixabay

11 min. lectura

Publicado: 09/12/2019 17:30

Si usted se ha planteado comprar un coche de segunda mano, es vital que no pase por alto la realización de un proceso de revisión exhaustiva del coche antes de comprarlo. De ese modo, reducirá notablemente las posibilidades de encontrar sorpresas desagradables más adelante, lo que inevitablemente acarreará un gasto de dinero no previsto.

Para ello vamos a destacar los principales puntos de revisión que debes cubrir para detectar posibles problemas ocultos en el vehículo que te interesa:

Comprobar el estado de la carrocería

Es el primer aspecto a tener en cuenta. Cualquier mancha de óxido, abolladura, arañazo o desajuste influye en el estado del vehículo, así como en su valor. Debe prestar atención a los huecos entre paneles, como por ejemplo entre las puertas, los paragolpes y el techo. Si existen diferencias, puede significar un montaje deficiente o una mala reparación previa.

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¡Infórmate!

Asegúrese también de que el color y el acabado de la pintura son los mismos en cada parte del vehículo. Abra y cierre todas las puertas, así como el capó y el maletero, para comprobar que no hay desajustes ni ruidos que indiquen un mal funcionamiento o mantenimiento. Inspeccione todas las juntas de goma alrededor de las puertas y ventanas para comprobar su estado.

Compruebe también el estado de todas las lunas, pues pequeños arañazos pueden ayudarle a rebajar el precio y chinazos pueden provocar rajas o roturas más adelante.

La suspensión

Es responsable del buen comportamiento dinámico del vehículo, así como de su confort de marcha. Compruebe si la suspensión es demasiado blanda empujando sobre una de las esquinas: si rebota más de una vez, probablemente los amortiguadores hayan sobrepasado ya su vida útil. Ruidos también pueden indicar rodamientos y otras piezas en mal estado.

El chasis

Este punto es vital. Abra el capó y revise que los soportes del parachoques están atornillados y no soldados. Las cabezas de los tornillos del interior del capó, en la parte superior del guardabarros, no deberían tener ninguna marca de arañazos. Si es así, puede ser que hayan sido sustituidos o realineados después de un accidente.

En las zonas costeras, es muy importante prestar especial atención a síntomas de corrosión u oxidación.

No deje de comprobar las soldaduras del interior de los marcos de las puertas y la pintura en zonas de interior como el capó, el vano motor o las mencionadas puertas.

Los faros

Confirme que todas las luces funcionan correctamente: cortas y largas, intermitentes, faros antiniebla, luces de freno, tercera luz de freno y luz de marcha atrás. Compruebe también que las lentes y reflectantes están en buenas condiciones, además de no presentar humedad en el interior.

Los neumáticos

Son el único medio de contacto del vehículo con el asfalto y pueden proporcionar mucha información si se saben interpretar. Normalmente, un coche con menos de 30.000 km todavía tiene los neumáticos originales.

Si no los tiene nuevos, puede ser indicativo de trucado del cuentakilómetros, de desgaste irregular a consecuencia de una mala alineación o equilibrado, así como de una conducción agresiva. Además, si combina diferentes neumáticos es porque han sido reemplazados. Recuerde: nunca se deben montar modelos diferentes de neumático en un mismo eje. Recuerde que la banda de rodadura debe tener una profundidad mínima legal de 1,6 mm.

Los neumáticos deben presentar suficiente profundidad de dibujo y desgaste uniforme.

El desgaste de la banda de rodadura debe ser uniforme en toda la anchura del neumático. Un excesivo desgaste en los laterales de las ruedas delanteras puede ser señal de conducción agresiva o subinflado. Si por el contrario está desgastado por el centro, ese vehículo ha circulado con excesiva presión. Finalmente, si el desgaste se da únicamente por el interior o el exterior del neumático, el equilibrado, la frenada o la suspensión presentan un estado deficiente.

Por último, no se olvide de la rueda de repuesto, que debe estar en buenas condiciones y contar con todas las herramientas necesarias para cambiarla.

El sistema de escape

Compruebe si hay manchas negras, que pueden significar pérdidas. Pase el dedo a lo largo del sistema de escape. Si la suciedad es grasienta, es una mala señal. Si el motor está caliente, no hace frío fuera y hay humo blanco, también puede indicar que algo va mal.

El motor

Es importante asegurarse de que todo bajo el capó se encuentra en buenas condiciones de funcionamiento. Una fuga en la junta de culata dejará manchas de aceite de color marrón oscuro en el bloque del motor. Asegúrese de que los depósitos de líquido no tengan fugas y también de que las correas no presenten grietas. Los tubos del radiador tampoco deberían estar deteriorados ni blandos.

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También hay que comprobar que hay suficiente aceite en el motor a través de la varilla. Si detecta espuma en el interior del tapón del depósito de aceite, puede haber una fuga en la junta de culata. El líquido refrigerante no debería estar sucio ni marrón, ya que esto también puede indicar que la junta de culata tiene fugas o ya ha perdido sus propiedades. El líquido de transmisión debería ser de color rosa o rojo. En un coche viejo puede tener un color más oscuro, pero en ningún caso debe oler o parecer quemado.

La correa de distribución es la más cara de sustituir y la que nos puede ocasionar una mayor avería y coste si se rompe. Es conveniente controlar su estado o cambiarla a partir de los 100.000 kilómetros.

El interior

Una vez comprobado que el exterior y la mecánica presentan un estado satisfactorio, es momento de revisar el interior del vehículo para descartar manchas, roturas o quemaduras en la tapicería. Además, un volante, molduras o guarnecidos desgastados indican un uso intensivo del vehículo.

Asegúrese de que las luces interiores funcionan y que, al encender el motor, los testigos de advertencia del tablero funcionan correctamente. Por último, debe comprobar el equipo de música, sistema de navegación, sensores de aparcamiento y, en general, toda la tecnología de la que disponga el vehículo.

El aire acondicionado

Asegúrese de que funciona correctamente y que este utiliza refrigerante R134. Puede saberlo mediante una etiqueta situada en el condensador del aire acondicionado. En caso de no enfriar adecuadamente, recuerde que el gas sólo se escapa si existe una fuga. Estando en buen estado, no es necesaria una recarga en ningún caso.

El kilometraje

Normalmente, el bajo kilometraje es una de las primeras cosas que la gente busca al comprar un coche. La media anual suele situarse entre 16.000 y 25.000 km, pero la edad de un coche no se mide únicamente por el kilometraje. Un coche con una antigüedad de 15 años y con pocos kilómetros en comparación no tiene por qué significar que sea bueno. Puede haber estado mal conservado o haberse utilizado principalmente por ciudad, con el desgaste adicional que ello conlleva, especialmente en motores turbodiésel.

Conducción

No hay mejor forma de comprobar si el vehículo que le interesa es lo que usted está buscando, no sólo a la hora de conocer su estado, sino de asegurarse de que le ofrece lo que usted busca a nivel de confort y comportamiento dinámico.

Pregunte al propietario o concesionario si puede hacer una prueba de conducción y asegúrese de probar los frenos. No debería sentir vibraciones, ruidos o chirridos. Podrían necesitar nuevas pastillas o discos.

No dude en solicitar una prueba del vehículo para comprobar sus sensaciones al volante.

La carrocería tampoco debe presentar temblor a bajas velocidades. Si esto es así, puede ocasionar problemas de desgaste desigual en los neumáticos, dirección y suspensión. No tenga miedo en girar bruscamente a baja velocidad para asegurarse de que no se producen ruidos o movimientos extraños.

Finalmente, no dude en pedir el historial de mantenimiento o en comprobar legalmente el estado del vehículo a nivel de fiscalidad, cargas, embargos, etc. Con todas estas comprobaciones es probable que el potencial vendedor acabe la visita un poco sorprendido por su exhaustividad, pero a buen seguro habrá reducido al mínimo el riesgo de llevarse a casa un coche en mal estado.

Fotos: Pixabay

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