¿Qué es el subinflado?
Los neumáticos son la única superficie de contacto que tenemos con el asfalto, su cuidado y atención deben ser prioritarios para así no tener problemas. La presión del aire es uno de esos detalles a tener en cuenta, y cuando ésta se encuentra por debajo de lo recomendado por el fabricante utilizamos la expresión subinflado de neumático.
¿Qué ocurre?
El neumático es algo más que un trozo de caucho redondo que gira. A pesar de que pueda parecer algo sencillo llevan mucha tecnología en su interior, tanto en diseño como en la química del mismo y cuya receta es alto secreto. El neumático consta de varias partes o secciones, como el talón, el flanco, el hombro y la banda de rodadura.
Ésta última es en la que debemos fijarnos para detectar el subinflado. Tal y como aparece en el gráfico de arriba el neumático tiende a aplanarse por la pérdida de presión. Esto a su vez provoca que la pisada óptima del neumático se pierda, con el consiguiente riesgo para la seguridad que eso supone ya que el neumático no trabajará como debe.
Casos excepcionales
Hay varias excepciones donde el subinflado puede suponer una ventaja. Tal caso es el off-road, particularmente en terrenos donde sea favorable contar con una mayor superficie de contacto con el suelo, como por ejemplo nieve, hielo o arena. En esas situaciones excepcionales sí es recomendable disminuir la presión de los neumáticos.
Problemas del subinflado
El llevar menos presión de la recomendada por el fabricante acarrea problemas más o menos importantes, esta es una lista de los principales
- Mayor gasto de combustible
- Aumento de la distancia de frenado
- Perdida de adherencia en superficies mojadas
- Calentamiento excesivo del neumático
- Desgaste irregular
- Desllantado y/o pinchazo
- Reventón
Cómo arreglar el subinflado y recomendaciones
Todo tiene solución en esta vida, y el subinflado tiene una solución rápida y sencilla. Es tan simple como recuperar la presión correcta del neumático hasta los niveles óptimos marcados por el fabricante en el libro de mantenimiento. Recuerda que la presión se debe medir siempre con el neumático frío, y que debemos adecuar la cantidad de aire en función de la carga del coche. Cuanto más cargados vayamos más presión debemos tener.
Se recomienda vigilar el estado de los neumáticos de forma periódica para así no incurrir en ninguno de los problemas anteriormente mencionados. Es aconsejable que una vez al mes pasemos por una estación de servicio para vigilar el estado de las gomas. En caso de detectar algún problema se recomienda acudir inmediatamente a un taller. La mayoría de coches modernos llevan instalados unos sensores de presión, en caso de que una de las ruedas pierda aire el conductor será alertado mediante una señal visual en el cuadro de instrumentos.
Ojo con pasarse de la presión adecuada, porque en ese caso incurriremos en otro problema, el sobreinflado.