Vay traerá tu coche de alquiler por minutos hasta ti, con conductores que no están a bordo
¿Cuál es el término medio entre alquilar un coche por minutos y subir a un taxi o VTC? Que el coche llegue hasta nosotros sin conductor, lo llevemos a destino, y al terminar el coche se vaya solo a aparcar o a por otro cliente.
Puede que no hayas oído hablar de Vay antes. Nosotros tampoco. Es una compañía emergente que lleva tres años de desarrollo y probando una tecnología que dará que hablar. De momento ha movido 30 millones de dólares en fondos, principalmente de inversores europeos, y el año que viene entrará en servicio.
Thomas von der Ohe, uno de sus fundadores, ya trabajó en la start-up Zoox anteriormente, compañía que acabó engullendo Amazon. Entre sus trabajadores hay gente que ha trabajado con tecnológicas como la mencionada Amazon, Google, Skype o Waymo, así como con automovilísticas como Audi, BMW o Daimler. También ha metido pasta un tal Nico Rosberg.
Uniendo lo mejor de ambos mundos, el de la tecnología y el del automóvil, proponen un servicio que será el primero de su clase en el mundo. Se trata de un término medio entre el alquiler de coche con conductor y sin conductor. Aquí es donde introducimos el concepto del teleconductor, telechófer o teledriver.
Por un precio muy competitivo respecto a pedir un taxi o un VTC (Uber o Cabify en España), el cliente solicitará un coche y no tendrá que ir hasta él. Será el coche el que se dirija hasta el cliente. Aparentemente no habrá nadie al volante (el asiento va vacío), pero en remoto hay alguien conduciendo el coche, una persona, que domina los mandos con un volante y pedales.
Cómo no, los coches serán eléctricos, por lo que no contribuirán a la contaminación urbana
Cuando el coche recoge al cliente, este se pone al volante y conduce hasta su destino, de la misma forma que haríamos con un coche de FreeNow o ShareNow. Una vez se llega a destino no hay que perder tiempo buscando aparcamiento, basta con bajarse y un teleconductor asume de nuevo el mando.
La filosofía detrás de esta forma de operar es que es cómoda a más no poder (puerta a puerta), no aumenta los riesgos en la Seguridad Vial, y el desarrollo tecnológico es muchísimo más económico que un vehículo semiautónomo de nivel 4 (requiere puntualmente acción humana) o totalmente autónomo de nivel 5.
Los teleconductores están conectados al coche mediante Internet a alta velocidad (suponemos que con redes 5G, por su baja latencia y gran caudal de datos) con redundancia. Hay varias conexiones a la vez, por lo que la caída o retardo de una de ellas no hace que el coche se quede descontrolado.
En el puesto de conducción, por llamarlo de alguna manera, los conductores tienen una visión panorámica de su entorno sin ángulos muertos, gracias a las cámaras que portan los coches. Un sistema de realidad aumentada les resaltan peligros como peatones o ciclistas donde no deberían estar.
Por otro lado, el sistema se asegura que se eliminan de la ecuación estas cuatro variables con gran influencia en la siniestralidad: excesos de velocidad (no se permiten), influencia de alcohol o drogas, distracción o fatiga. Además, los teleconductores tienen notables beneficios laborales.
Para ser teleconductor poco importa el aspecto, la condición física, el sexo, la edad... Pueden trabajar en un entorno muy seguro, con horarios previsibles, con un salario fijo, sin compartir espacio con otras personas (a efectos sanitarios), se eliminan los posibles problemas con los pasajeros, etc. De esto último los taxistas ya saben latín y griego.
El teleconductor se perfila como una nueva profesión mucho más atractiva y segura que la de conductor presencial
La compañía ha estado realizando contactos con las autoridades, de modo que el año que viene permitan que los coches de Vay se muevan por la ciudad de Berlín (próximamente Portland, Oregon, EEUU) sin el conductor que ahora obligatoriamente ha de estar en el coche por si pasa algo. Y el salto a la autonomía total es muy fácil de implementar, basta con meter la IA de por medio.
De esta forma, Vay podrá construir una imagen de marca durante años, hasta que la conducción autónoma sea una realidad, así como empezar a hacer negocio con su tecnología para empresas de reparto de mercancías, etc. Y como siempre habrá personas detrás del volante (aunque no presencialmente) se presupone que dará más confianza a los usuarios.
Su página Web es muy reciente y cuesta un poco encontrarla, os ahorramos el trabajo: https://vay.io/