Así es como Volkswagen piensa recuperar el terreno de los coches eléctricos perdido en China, la marca reconoce sus grandes errores
La demanda de coches eléctricos de Volkswagen no solo es una realidad en Europa, también lo es en China. La firma alemana no logra levantar cabeza en el gigante asiático, más cuesta arriba desde que BYD le arrebató el primer puesto del ranking. Los alemanes han dado con la tecla de lo que realmente falla y lo que necesitan.
4 min. lectura
Publicado: 26/11/2023 09:00
Cuando una marca como Volkswagen cae del olimpo a los infiernos, lo primero que hace es analizar lo que ha ocurrido, encontrar los factores que han ocasionado tal daño y redefinir la estrategia para volver a estar en los puestos más altos de los ranking de ventas en cualquier mercado. En el seno de la marca alemana se sabía desde hace mucho tiempo que el precio de los coches eléctricos se les había ido de las manos, y la consecuencia estaba clara: bajaría la demanda.
Pero esta situación no solo la está sufriendo en Europa, en China la está viviendo desde hace mucho más tiempo. Desde que BYD le arrebató el primer puesto. La ambición de Wolfsburg es la de estar por encima de todas las demás marcas, pero en los últimos años las estrategias no dan frutos. Tratar de sobrevivir en el gigante asiático con los modelos de combustión cuando más clientes apuestan por los cero emisiones es imposible, y si los precios están fuera del alcance de la población, solo quedan dos opciones: tirar los precios o cerrar el chiringuito.
«China Speed», el plan de Volkswagen para volver al número 1
La segunda no va a ocurrir de ninguna forma, y la primera no es descartable. No «tirarlos» pero sí está obligada a bajarlos. Ralf Brandstätter, uno de los altos cargos de la marca y del grupo, ya ha reconocido que el elevado precio de sus eléctricos en China es un factor crucial, pero también otro que hasta ahora no se había contemplado: la gran dependencia de Alemania en cuanto a motores, baterías y piezas. Las relaciones a distancia no suelen funcionar, y la de Volkswagen tiene de por medio 8.000 kilómetros.
Brandstätter ha reconocido que «Crecer en China ya no es tan fácil como antes», y que si quiere hacerlo está obligada a confiar más en los proveedores locales. Es la única forma de reducir los costes de producción y, por ende, el de los coches eléctricos. Pero no es que se trate de una opción, sino de una obligación. Las sanciones políticas de algunos países a China o la Guerra de Ucrania lastran los envíos desde Europa, mientras que en el gigante asiático no tienen tantos problemas de abastecimiento.
Cuatro nuevos pequeños eléctricos para China a partir de 2026
Volkswagen ya ha cerrado un acuerdo para desarrollar eléctricos compactos más baratos con Xpeng. Ahora, quiere lanzar cuatro nuevos modelos más pequeños en el país asiático en 2026, con precios de entre 18.000 y 22.000 euros, basados en una plataforma específica para China y con un 95 por ciento de los componentes locales, todos fabricados en su planta de Anhui.
