Prueba Audi A4 35 TFSI, los clásicos nunca pasan de moda
Ponemos bajo la lupa al Audi A4 en su versión más económica. ¿El A4 Berlina 35 TFSI S tronic es suficiente para el día a día o hay que renunciar a algo de su caché premium? Sometemos a examen al popular modelo alemán en nuestra prueba.
En un mercado cada vez más plagado de SUV, los sedanes han cedido mucho terreno en las listas de ventas. El efecto es menos acusado en los clásicos modelos de tres volúmenes que presumen de etiqueta premium y siguen teniendo su importancia, nunca pasan de moda, especialmente si proceden de Alemania. Ha pasado por mis manos uno de sus mejores representantes, el Audi A4 Berlina, en su versión mecánica de acceso.
Con un motor de gasolina de 150 CV, el A4 35 TFSI es la motorización de precio más contenido para este modelo de dimensiones generosas. Generación tras generación el A4 Berlina ha ido creciendo en longitud y en la actual, la quinta, declara 4.762 mm de largo, 1.847 mm de ancho y 1.428 mm de alto.
La generación B9 de la berlina alemana encara la recta final de su vida comercial pero su último facelift le ha permitido mantenerse al día. Parece que por este modelo no pasan los años y sigue mostrando un comportamiento y equipamiento de primer nivel, además de un diseño moderno y elegante.
Manifiesta todos los atributos que caracterizan a las creaciones hechas por la marca de los cuatro aros. La amplia parrilla Singleframe, las líneas horizontales enfatizan la anchura y los pasos de rueda resaltados son rasgos básicos y pueden vestirse con las líneas Advanced como opción de entrada, el popular S line y el interesante Black line edition como propuesta más completa.
El A4 con carrocería berlina de esta prueba luce el acabado Black line edition que combina el diseño dinámico del acabado S line y añade numerosos detalles en negro. No solo le sienta francamente bien, por aquello de que el negro combina con todo, sino que añade un plus de exclusividad.
Exhibe el look del paquete deportivo pero renuncia a los cromados y grises habituales. Las inserciones decorativas de los paragolpes, en gris plata el acabado S line, pasan a ser negras en el Black line. También van en negro el marco de la parrilla delantera, el perfil de las ventanillas y las carcasas de los retrovisores exteriores.
Como siempre hay que ir bien calzado, también se adoptan llantas de aleación ligera de 19 pulgadas firmadas por Audi Sport. Hay tres diseños disponibles: el precioso diseño Estrella que viene de serie y personalmente resulta mi favorito, el diseño Rotor de cinco brazos (sin coste adicional) y el diseño Flag en negro antracita que tiene un coste extra de solo 50 euros. Esta última opción es la que montaba la unidad de pruebas.
En este nivel de equipamiento se incluyen de serie los faros Matrix LED con intermitentes dinámicos y los cristales oscurecidos y se suprime la inscripción de modelo y motor en la zaga del vehículo. Por cierto, está de moda poner salidas de escape decorativas pero falsas, sin embargo en este caso son reales.
Tres líneas de equipamiento y muchas extras
Por dentro la calidad de realización es soberbia, tanto por ajustes como por materiales, y todos los botones e interruptores tienen un tacto fabuloso. El interior luce bien con unas bonitas molduras en aluminio mate cepillado aunque es curioso que en el Black line, que lo apuesta todo al negro, se haya dejado en lista de extras las inserciones en negro brillante Negro de Audi exclusive.
El centro de información principal es el sistema de infoentretenimiento MMI Navegación plus con pantalla táctil de 10,1 pulgadas. Disfruta de conectividad con Android Auto y Apple Carplay y cuenta con innumerables funciones como navegación con Google Earth, información del tráfico en tiempo real, punto de acceso Wi-Fi, servicios online de noticias, climatología y puntos de interés y funciones de control por voz.
Fuera de la pantalla multimedia se ha quedado el climatizador de tres zonas, acertadamente con su propio módulo con mandos físicos. El conductor disfruta de un volante de tacto agradable, opcionalmente achatado en su parte inferior, y unos cómodos asientos deportivos con una generosa lista de tapicerías con diferentes estilos y materiales y posibilidad de estar calefactados y contar con función de masaje.
El puesto de conducción se completa con la instrumentación digital Audi virtual cockpit plus, que puede asociarse a un head-up display por un extra de 1.270 euros. También se queda en la lista de opciones el costosísimo techo solar panorámico que exige un desembolso de 1.930 euros o el sistema de audio Bang & Olufsen con 15 altavoces y una potencia de 680 vatios.
Dos adultos de estatura media tienen espacio atrás más que suficiente para viajar sin agobios. No se puede decir lo mismo del pasajero que ocupe la plaza central, notablemente más estrecha e incómoda, pensada para un uso esporádico. En estas plazas posteriores hay un control trasero para ajustar la temperatura en esta zona y un reposabrazos abatible. La cortinilla parasol manual para las ventanillas traseras es un extra. Además, se pueden poner dos puertos de carga USB-A que inexplicablemente no forman parte del equipo de serie, hay que pagar 95 euros.
En un sedán el espacio de carga está separado en un tercer volumen, con una portezuela de acceso de apertura automática de serie en este A4. El maletero brinda 460 litros de capacidad, similar a sus principales rivales. Quien necesite un volumen superior tiene la carrocería familiar de los A4 Avant y A4 Allroad, con 35 litros más y un práctico portón que facilita la introducción de carga.
Siempre con etiqueta Eco
Los motores disponibles para el Audi A4 Berlina contemplan tres opciones de gasolina y cuatro diésel. En gasolina se propone el 35 TFSI (150 CV), 40 TFSI (204 CV) y 45 TFSI (265 CV) mientras que recurren al gasóleo el 30 TDI (136 CV), 35 TDI (163 CV), 40 TDI (204 CV) y S4 TDI (341 CV). Todas las motorizaciones están asociadas a un sistema mild hybrid, con una batería de ion-litio con una capacidad de 0,5 kWh va ubicada bajo el piso del maletero, por lo que disfrutan de las ventajas de la etiqueta medioambiental Eco.
El A4 35 TFSI es la versión de precio más contenido para este modelo. Emplea un motor de gasolina turbo con cuatro cilindros y 2,0 litros que desarrolla 150 CV y brinda hasta 270 Nm de par desde muy abajo, a solo 1.300 rpm. El cambio manual está en peligro de extinción y por ello esta propuesta está disponible únicamente acoplada a una transmisión automática S tronic de doble embrague y siete marchas. También es obligatoria la tracción delantera, el conocido sistema Quattro se reserva para otras motorizaciones.
Con este motor, el alemán homologa un gasto de gasolina de 6,7 l/100 km pero el consumo medio real se sitúa ligeramente por encima de los 7 l/100 km. No me ha impresionado en ese sentido y quizá uno de los motivos de no poder conseguir mejores números es la talla de zapatos. El A4 35 TFSI lleva unos neumáticos en medida 245 35 ZR19, una anchura que viste muy bien pero que resulta innecesariamente grande, con un neumático algo más estrecho se habrían ahorrado algunas décimas de combustible.
Sí me ha llamado la atención que ese valor es muy estable. Normalmente los motores de gasolina suelen mostrar un rango amplio de consumo condicionado por el estilo de conducción. Me ha parecido curioso que en el 35 TFSI las cosas apenas suben o bajan medio litro entre hacer una conducción decididamente eficiente o moverse a ritmos alegres. Por lo tanto, disfruta de su caballería sin remordimientos.
Es cierto que las prestaciones no son vertiginosas pero los 150 CV del modelo alemán resultan muy voluntariosos. La verdad es que no hace falta más porque necesita 8,9 segundos para superar los 100 km/h desde parado, afronta pendientes acusadas sin desfallecer y se pueden realizar adelantamiento con seguridad, incluso cargado de pasajeros y maletas.
Para conseguir una respuesta más rápida es recomendable poner la transmisión en el modo más deportivo, algo que se aplica con un leve movimiento descendente de la palanca de cambios. En la posición S, la caja S tronic estira más las marchas y actúa con mayor rapidez. En su posición normal resulta muy confortable y suave.
Por supuesto, Audi también propone varios modos de conducción mediante los programas Drive Select que además de variar el comportamiento de la transmisión también afectan a la respuesta del acelerador, el tarado de la suspensión o la dureza de la dirección, entre otros parámetros. Todo ello hace que se pueda personalizar la experiencia al volante al gusto del conductor.
Todo esto resulta clave para que el Audi A4 sea una de las berlinas más buscadas y mantenga su encanto respecto a los SUV. Se adapta perfectamente a todo tipo de conductores de manera sencilla e intuitiva. Puede ser un vehículo familiar con un excelente confort de marcha gracias a su suavidad de funcionamiento, el buen aislamiento del habitáculo y una amortiguación que filtra bien las irregularidades del asfalto.
Con los ajustes más deportivos también puede ser divertido. No se expone radical en su planteamiento, como es de esperar, pero demuestra una gran agilidad en el paso por curva, una aceleración notable y una gratificante experiencia de conducción sin necesidad de irse a versiones mecánicas más costosas y gastonas. Esta mecánica es una elección muy racional.
El equipamiento de asistentes de seguridad y confort es muy amplio pero muchos elementos se pagan a parte. Audi ha configurado diversos paquetes que incluyen el sistema de mantenimiento de carril, el asistente de salida en batería con alerta de tráfico cruzado o el asistente para apertura segura de puertas, entre otras muchas cosas. Contar con todo puede suponer un desembolso que superará fácilmente los 2.000 euros.
El Audi A4 Berlina 35 TFSI S tronic es cómodo, elegante y pocos conductores echarán en falta más caballería. Es la versión más asequible del sedán alemán con un precio que arranca en los 46.070 euros. Eso sí, como es habitual en las marcas premium, habrá que recurrir a la lista de jugosos extras con lo que la tarifa puede aumentar notablemente. ¡Elije bien para que el precio no se dispare!