Prueba Dacia Spring 65, un alegre urbano con mucho que ofrecer
Los eléctricos llegan en masa, pero pocos son asequibles al público. El Dacia Spring es uno de los modelos más sensatos del mercado. Su precio es su gran atractivo, pero ahora, con más potencia también tiene otros argumentos.
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Publicado: 27/05/2023 19:00
Negar lo evidente no sólo es de necios, también es de ciegos. El coche eléctrico ya es el próximo paso en la evolución de la movilidad y la sostenibilidad. Sin embargo, como toda nueva tecnología que llega al mercado, resulta cara y, por ahora, no es realmente válida para todo el mundo. Los coches eléctricos son caros, nadie lo puede negar, y por eso que el pequeño eléctrico de Dacia esté siendo toda una revolución en la industria. Con un enfoque urbano y económico, el Dacia Spring 65 llega para dar un toque más prestacional.
Dacia es conocida por sus coches económicos y razonables. El Duster y el Sandero han sido durante muchos años los coches más vendidos en España. Por mucho menos que la mayoría se consiguen productos interesantes y muy racionales. Nada de exageraciones, nada de estridencias. Todo apoyado en la lógica, en un diseño atractivo y en un precio prácticamente imbatible. El Spring se ha coronado en la categoría, aunque la llegada de nuevos rivales asiáticos no le están poniendo nada fáciles las cosas.
Para mantener el atractivo y explorar nuevos potenciales compradores, los rumanos presentaron a principios de año una nueva versión del pequeño Spring, el primer eléctrico de la casa. Denominado oficialmente como Spring 65, la cifra no es más que el resumen de su potencia en caballos. Sí, 65 caballos de potencia pueden parecer pocos a día de hoy, de hecho son pocos para un eléctrico, pero tienen un por qué como ahora te contaré. Antes de nada, déjame decirte que para aprovechar la ocasión, Dacia ha metido un pequeño restyling al modelo.
Bueno, más que un restyling es en realidad un nuevo acabado denominado Extreme. Estrena el nuevo emblema de la casa. El tradicional logo con el nombre incrustado deja espacio a una serigrafía con una D y una C juntas, las únicas consonantes de la compañía. El nuevo logo se inserta en una parrilla redefinida que puede completarse con dos nuevos colores: Liquen Caqui, una especie de verde militar, y Azul Pizarra. Los últimos detalles se complementan con los espejos retrovisores en color de contraste para aportar un toque más sofisticado y las habituales llantas de 14 pulgadas del Spring.
Por dentro tampoco hay grandes novedades en el acabado Extreme. Una vez más el cambio de logotipo centra casi toda la atención. El emblema anterior se sustituye por el nombre completo de la marca en una tipografía atractiva. Los mismos toques estéticos de los retrovisores exteriores se dejan ver en el interior. Acentos en cobre que incrementan mínimamente la sensación de calidad percibida. Porque, reconozcámoslo, el Dacia Spring está lejos de ser el coche más lujoso del mercado. Sus precios atractivos se deben, en gran medida, a la práctica totalidad ausencia de detalles en el interior.
Todo está fabricado en un plástico tan duro como frío que recuerda bastante al de las primeras unidades firmadas por la casa. No es lujoso, eso queda claro, pero Dacia quiere que sea así y tiene un motivo. Ya lo he dicho, el precio. Ajustar las tarifas al máximo es esencial en un coche de este tipo. Los detalles de calidad cuestan mucho dinero y para que el conductor de a pie pueda disfrutar a día de hoy de la movilidad eléctrica necesita coches económicos. No lo hay más barato en el mercado, o no en el momento de escribir esta prueba. El Dacia Spring 65 con acabado Extreme está disponible desde los 22.705 euros, antes de promociones o Plan MOVES III.
Si le sumamos la ayuda del estado para la compra de vehículos ECO y CERO podemos descontar hasta 7.000 euros. Ya no te digo que me busques un eléctrico nuevo por ese precio, casi, a día de hoy cuesta encontrar un coche nuevo por apenas 16.000 euros. Ahora bien, la gran pregunta es, ¿qué obtienes a cambio? Además de un interior de plástico, también tienes otros detalles como el sistema multimedia con panel de 7 pulgadas, la cámara de aparcamiento trasera, varios airbags, navegador TomTom, aire acondicionado, ventanillas traseras eléctricas, control de crucero, cierre centralizado y un cable de carga doméstica.
En cuanto a espacio, el Spring ofrece capacidad para cuatro pasajeros adultos. En la banqueta posterior sólo hay dos cinturones, así que no es legal que cinco vayan dentro. Los pasajeros más altos irán estrechos detrás. El espacio para las piernas es limitado, aunque no tanto en lo que a altura se refiere. Está pensado para el día a día, el ir y venir del trabajo o los quehaceres rutinarios. Con apenas 3,73 metros de largo no se puede pedir más. Por el contrario, el volumen de carga sí es generoso. 270 litros que ofrecen mucho espacio para un par de maletas de fin de semana o muchas bolsas de la compra.
La industria se encuentra en una encrucijada. ¿Eléctricos pesados y de gran autonomía o modelos pequeños y ligeros con autonomía media? Por el momento va ganando la primera vertiente. En el mercado cada día vemos más coches con inmensas baterías que superan fácilmente la barrera de los 2.000 kilogramos de peso. Cuanto más suba el indicador en la báscula más consume, menor autonomía y vuelta a empezar. Sin embargo, el Spring apenas supera el horizonte de los 1.000 kilogramos y por eso no necesita una pila enorme con la que poder recorrer distancias medias.
El Dacia Spring 65 sólo presenta una diferencia con el modelo actual, el conocido Spring 45. Como he dicho unos párrafos más arriba, el 65 indica la nueva potencia del pequeño SUV eléctrico. 65 caballos de puro raciocinio que se alimentan de una batería de iones de litio con 27,4 kWh de capacidad útil. Con ella homologa una autonomía de 220 kilómetros en ciclo WLTP. Sirva como ejemplo que un híbrido enchufable como el nuevo Mercedes Clase E de 2.210 kilogramos cuenta con una pila de 25,4 kWh de capacidad bruta para homologar una autonomía de 118 kilómetros.
Obviamente no son coches comparables, pero con ello quiero evidenciar las dos corrientes de electrificación que ahora mismo dominan la industria. El Dacia es un modelo mucho más modesto y que vale una cuarta parte del alemán, pero la fórmula casi parece más sensata. A pesar de ello no puede decirse que pueda sacar pecho en pruebas cronometradas, aunque también es verdad que sus datos son mejores a los de la única unidad que había hasta ahora. Acelera de 0 a 100 Km/h en 13,7 segundos, 5,4 segundos menos, y mantiene la velocidad punta limitada electrónicamente en los 125 Km/h. Con el Spring se puede llegar lejos, pero no muy deprisa.
Al volante del Dacia Spring 65
Sinceramente, las prestaciones no importan en un coche así. Estamos acostumbrados a hablar de tiempos de aceleración a la hora de mencionar eléctricos, pero sólo en unos pocos casos tienen sentido. Los eléctricos, hasta que las autonomías reales se igualen a los modelos térmicos más avanzados, deben su presencia a la eficiencia y con un consumo medio homologado por debajo de los 14 kWh a los 100 Km, el Spring puede ha sido galardonado por Green NCAP como el coche más sostenible del año 2022, quedando por encima de otros modelos como el Tesla Model 3, el Renault Mégane E-TECH o el CUPRA Born.
Siguiendo por la senda del aumento de potencia, hay que tener en cuenta que estamos hablando de un incremento de rendimiento de casi el 50% de un modelo a otro, lo que resulta bastante significativo en términos cuantitativos. Ni que decir tiene que el incremento de potencia le sienta muy bien al Spring. La aceleración es mayor y también las recuperaciones más. Es casi el doble de rápido en pasar de 80 a 120 Km/h (13,5 sg). Sigue siendo un coche eléctrico muy humilde, con el que poder moverte tranquilamente, pero cuando sale de la ciudad se le nota fuera de lugar. La respuesta a partir de 60 Km/h desciende notablemente. En esos primeros metros es imbatible y hasta divertido, pero después llega la realidad.
No con esto quiero decir que el Spring sea un mal coche eléctrico, porque la verdad es que tiene todo el sentido del mundo, pero como coche, teniendo en cuenta la evolución de estos en los últimos 100 años parece un paso atrás. Salvo por la pantalla central, que bien podría sustituirse por un móvil con buena conectividad, el coche más pequeño de Dacia no mucho confort y ningún lujo. En ciudad es cómodo, sí, pero en carreteras rápidas no presenta el aplomo de coches más grandes. El confort es indirectamente proporcional a la velocidad. En vías secundarias a regímenes más contenidos no está mal, pero dista mucho de un coche como un Renault Clio o del propio Dacia Sandero.
Aunque durante la primera toma de contacto no me he centrado exclusivamente en determinar los consumos medios del pequeño Dacia, las sensaciones han sido muy positivas. El recorrido ha sido bastante favorecedor para la causa, principalmente recorrido urbano y un poco de vías rápidas. Durante la prueba el gasto medio marcado por el ordenador de a bordo ha rondado los 12 kWh por cada 100 kilómetros. Un dato que hace efectivos unos 220 kilómetros de autonomía. Para la recarga, Dacia explota sistemas de potencia media. Hasta 30 kW en corriente continua y hasta 6,6 kW en corriente alterna. En casa, en una toma de 3,7 kW, podrá cargar la batería en ocho horas y media. En una toma de 30 K el tiempo se reduce hasta los 56 minutos.
A pesar de todo, el Spring 65 me parece una compra mucho más lógica que el Spring 45. No es una mera cuestión de potencia, sino de rendimiento y confianza en la respuesta del coche. Al ganar velocidad de forma más solvente se hace más seguro en incorporaciones o en adelantamientos en vías secundarias. Y la diferencia de precio no es tan significativa. Por apenas 2.200 euros más puedes tener ese extra de seguridad al volante con un equipamiento mayor. Yo personalmente los pagaba. Los 10 kilómetros de autonomía que se pierden me parecen insignificantes teniendo en cuenta lo que sumas.
Conclusiones
Quien más o quien menos ya ha valorado o está valorando la compra de un coche eléctrico, pero sólo hace falta ver los datos de ventas para darse cuenta que todavía estamos lejos de los objetivos de la Unión Europea. El Dacia Spring 65 puede que no sea el eléctrico que queremos, pero sí el que podemos pagar. Su mejor cualidad es la sensatez y en los tiempos que corren, decir eso no es poco. ¿Es barato? Sí. ¿Hay que desprenderse de muchos elementos de confort? También. Sin embargo, la realidad es que te lleva de A a B por unos pocos euros y para muchos eso es más que suficiente. Hasta que lleguen los mil veces prometidos coches eléctricos asequibles y populares, el Spring será el coche eléctrico más sensato del mercado.