Prueba KIA EV9, nos ponemos tras el volante del KIA más caro de la historia

En pocos años KIA ha conseguido sacudirse esa imagen de marca low-cost para convertirse en una de las firmas generalistas más importantes del mercado. Sus coches hoy son referencia y millones de clientes en todo el mundo demuestran su rápida adaptación y evolución. La llegada de la etapa eléctrica no ha supuesto ningún problema para ellos. La familia crece y lo hace de una forma escandalosamente atractiva. El KIA EV9 llega a España y nosotros hemos sido de los primeros en poder probarlo.

A excepción del KIA e-Niro, los eléctricos de KIA vienen definidos por las siglas EV. Durante mucho tiempo, el KIA EV6 ha estado sólo en la familia, fue el primero en estrenar la denominación, pero su exclusividad se ha terminado con la llegada no sólo del EV9, también con el anuncio del lanzamiento de los nuevos KIA EV5 y KIA EV3. Cada uno se centrará en un segmento, pero antes de adentrarse en las categorías más comerciales, utilitarios y compactos, los coreanos quieren demostrar su buen hacer con el modelo más caro y prestigioso de la casa.

Con esas premisas, el EV9 se adentra en una categoría poco concurrida, la de los SUV del segmento F, donde habitualmente encontramos unidades con la condición de premium. Los rivales, por tamaño, del KIA son El BMW iX, el Polestar 3, el Tesla Model X o el Mercedes EQE SUV, entre otros. La gran pregunta es, ¿puede KIA ofrecer un producto semejante a ellos? Está claro que la imagen es una poderosa aliada a la hora de ganar adeptos. El estilo es uno de los argumentos de venta principales y la presencia del EV9 se hace notar en la calle.

Con 5.015 metros de largo, 1,98 metros de ancho y 1,78 metros de alto no se puede decir que sea un coche pequeño o discreto. Es 20 centímetros más largo que un KIA Sorento. Es grande y se aprovecha de ello para presentar un diseño totalmente diferente a lo que hemos visto hasta ahora. Transmite elegancia y sofisticación por sus cuatro lados. Desde un frontal prominente hasta una trasera muy atractiva con grandes faros verticales. Por supuesto, no pueden faltar los habituales recursos de todo buen SUV como las protecciones en contraste o las llantas de gran tamaño, hasta 20 pulgadas en este caso.

Todo está pensado y creado para llamar la atención, hasta la paleta de colores dominada por el tono azul mate de posicionamiento. Estamos ante un SUV que entra fácilmente por los ojos. Esa sensación también se percibe al abrir sus puertas, donde una vez más KIA vuelve a sorprender. Aunque la marca evite usar el término premium, el habitáculo del EV9 transmite muchísima calidad, tanto en acabados como en materiales. Por doquier se encuentran superficies bien rematadas y de agradable tacto que elevan la sensación de confort de todos los pasajeros.

KIA no sólo ha mejorado en cuestiones de acabados, diseños y materiales, también en tecnología. La presentación destaca por la instalación de una triple pantalla en el salpicadero que realiza tres funciones , instrumentación (12,3"), climatización (5,1") y sistema multimedia (12,3"). Es un formato muy similar al que ya hemos visto en otros coches de la casa y que tan buen resultado consigue. Los paneles son de muy buena calidad y elevada nitidez. El sol o los reflejos no molestan y la información siempre se muestra clara. El manejo también es sencillo, aunque requiere un periodo de aprendizaje dada la gran cantidad de sistemas incluidos.

En materia de equipamiento se puede decir que el KIA EV9 luce la tecnología más destacada de la casa. Para España se han reservado las versiones GT-Line que ofrecen casi todo el espectro tecnológico de serie. Faros Full LED, acceso y arranque sin llave, el triple panel ya comentado, conectividad inalámbrica para dispositivos móviles, techo solar, climatizador de tres zonas, navegador con planificador de rutas, iluminación ambiental, cámaras de aparcamiento, Head-Up Display, asientos eléctricos y calefactables y mucho más, incluyendo un completo paquete de seguridad con asistentes preparados para un nivel 3 de conducción autónoma.

Todo ello permite que cada desplazamiento se realice no sólo de forma segura, también cómoda. Las tecnologías embarcadas facilitan la vida de los pasajeros que ocupan los 3,1 metros de distancia entre ejes. KIA propone dos configuraciones posibles para el interior; seis o siete asientos. Lo normal, de serie viene con la disposición clásica 2+3+2, pero, opcionalmente, podemos convertir al EV9 en un sofisticado y espacioso SUV eléctrico con tres filas dobles de asientos, 2+2+2. A pesar de ofrecer tantas plazas, el maletero es bastante generoso. El volumen va desde los 333 litros con la tercera fila desplegada hasta los 828 litros con cinco plazas. Delante se ubica otro baúl, con 52 litros, ideal para guardar los cables de carga.

Semejante tamaño y capacidad necesitan un conjunto mecánico capaz de mover las casi 2,7 toneladas de peso anunciadas para el KIA EV9. Es mucha masa y por eso a falta de uno qué mejor que dos motores. Los coreanos emplean una estructura gemela, dos bloques eléctricos idénticos, uno sobre cada eje. Juntos generan una potencia máxima de 385 caballos y 700 Nm de par motor. Se nutren de una batería de iones de litio con 99,8 kWh de capacidad neta con la que logra anunciar una autonomía homologada de 505 kilómetros con un consumo medio de 22,8 kWh/100 Km.

Gracias a la plataforma e-GMP que Hyundai y KIA usan en casi todos sus eléctricos de nueva generación, tales como el Hyundai Ioniq 6 o el propio EV6, el KIA EV9 disfruta de un sistema eléctrico de 800 voltios que garantiza tiempos de carga acelerados. En corriente continua permite potencias de hasta 240 kW, mientras que en corriente alterna fija su máximo rendimiento en 10,5 kW. Eso quiere decir que una carga rápida puede pasar del 0 al 80% de la capacidad de la batería en apenas 24 minutos, mientras que tardará 9 horas en cargar la batería al completo mediante una conexión alterna a 11 kW.

Prueba KIA EV9

No me cabe duda que el EV9 es el mejor KIA que jamás se haya fabricado. Los coreanos se han superado a sí mismos con un SUV que tiene todo para decir que es premium. Por lo ya mencionado, poco o nada tiene que desmerecer a cualquier producto alemán y en cuanto a conducción tampoco. Su calidad de rodadura es digna de las altas escuelas. Los coreanos se han afanado mucho en cuidar los detalles y minimizar cualquier molestia del exterior. El aislamiento es espléndido. Todo el coche se ha diseñado para que cada viaje se haga de forma relajada y cómoda.

Y vaya si lo han logrado. De los coches más cómodos en los que he estado. No sólo por la ausencia de ruido, sino también por la configuración de la suspensión y de todo el conjunto. Ni que decir tiene que los coches eléctricos tienen ventaja, pero realmente el EV9 me ha sorprendido por lo bien que va. Es un coche muy agradable de conducir. En ciudad apenas notas el movimiento y en autopista muestra una gran estabilidad. Los badenes no suponen ningún problema, aunque la suspensión delantera es algo seca ante los obstáculos más grandes. No es ningún problema, es lógico si tenemos en cuenta toda la masa que hay que controlar.

Las 2,7 toneladas de peso no se notan mucho. El motor mueve fácilmente todo el conjunto y la respuesta de todos los componentes, frenos y dirección principalmente, resulta de lo más normal. No es el típico coche eléctrico en el que el tacto de dirección es raro, nada de eso. La gran batería, con sus 566,5 kilogramos, ayuda a estabilizar el coche y a reducir el centro de gravedad. Tanto que dinámicamente hablando no da la sensación de estar conduciendo un coche tan grande. Los cambios de dirección son ágiles, dentro de lo razonable, y toda la suspensión soporta muy bien el coche.

KIA nos propone varios modos de conducción. Cuatro específicos para el asfalto: Eco, Normal, Sport y My Drive (modo personalizable). También cuenta con tres programas para fuera del asfalto: Snow, Mud y Sand. En cada uno de ellos la centralita electrónica adapta la configuración de diversos componentes como la entrega de potencia, por ejemplo, para así ajustar la respuesta a las necesidades del conductor. Lo más recomendable es circular en los modos Normal y Eco, aunque en este último la respuesta es demasiado relajada si queremos hacer un adelantamiento en vías secundarias. Pero no vamos a echar en falta ni potencia ni rendimiento.

Ahora viene la gran cuestión, cuánto va a consumir un coche como el KIA EV9. Sus cifras homologadas son buenas. Superar el rango de los 500 kilómetros es muy positivo, pero la eterna duda con los eléctricos llega a la hora de determinar cuánta de esa homologación es real. Durante esta primera toma de contacto, en la que hemos realizado más de 100 kilómetros de recorrido por todo tipo de vías, el ordenador de a bordo ha desprendido un consumo medio de 21,9 kWh/100 Km. Sinceramente, me parece una cifra sensacional teniendo en cuenta que no se ha prestado especial atención al gasto y que el recorrido tampoco ha sido especialmente favorable.

Con la llegada del SUV más caro, grande y lujoso de la historia de KIA, la compañía coreana ha aprovechado la ocasión para lanzar sus baterías y sistemas de gestión de cuarta generación. La pila no sólo es más grande, su rendimiento también es mejor. Los 38 módulos que conforman el paquete, con 456 celdas, muestra una densidad volumétrica de 670 Wh/l. En comparación con la pila que monta el EV6, de 77 kWh de capacidad y 618 Wh/L, supone un incremento del 8,5%. He ahí uno de los grandes porqués de este bajo consumo.

El problema, lo que más coraje da, es que por muy interesante, atractivo y tecnológico, agradable y espacioso que sea el EV9 el precio es lo que no termina de encajar. Todos sabemos que la movilidad eléctrica es cara. Tanto que una marca generalista no puede combinar todos sus buenos atributos con un precio de venta competitivo. El precio para España del KIA EV9 arranca en los 85.100 euros, sin ofertas o descuentos. Si lo miramos con perspectiva, directamente a sus rivales directos, no resulta tan caro. Es el eléctrico con batería de 100 kWh más barato que hay en el mercado, pero hay que pagarlo.

Conclusiones

Unos párrafos más arriba he lanzado una duda; ¿está KIA en disposición de ofrecer un SUV eléctrico equiparable a otros modelos premium de la categoría? La respuesta más directa es sí. Tiene calidad, mucho equipamiento, un interior cómodo y espacioso, un comportamiento agradable y refinado y un diseño espectacular. Todos esos buenos argumentos se diluyen como un azucarillo en el agua a la hora de mirar el precio. La cifra es, se mire por donde se mire, alta. ¿Lo vale? Puede ser, pero costará que el público admita que un KIA cuesta esa cantidad. A pesar de ello, si te convence, te encaja y te gusta, la compra es muy buena. Algo diferente al fin y al cabo.