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Prueba Mercedes Sprinter 2018, la tecnología como arma de trabajo (con vídeo)

La Mercedes Sprinter 2018 llega a España. Nosotros ya hemos podido conocer y probar la tercera generación de uno de los vehículos industriales por excelencia. Este nuevo modelo conserva las capacidades y las cualidades, pero llega rodeado de mucha más tecnología.

Prueba Mercedes Sprinter 2018, la tecnología como arma de trabajo (con vídeo)

15 min. lectura

Publicado: 10/10/2018 20:00

En Motor.es os solemos probar una amplia disparidad de modelos, desde los más grandes a los más pequeños, pasando por los más deportivos y funcionales. Pero hoy no estamos ante ninguno de esos casos, ya que hoy nos hemos puesto el mono de obra para conocer y probar la Mercedes Sprinter 2018. Una furgoneta que presenta su tercera generación cargada de importantes novedades técnicas y tecnológicas.

Fue en 1995 cuando Mercedes decidió dar el salto al mercado de los vehículos industriales ligeros con la Sprinter. Aquél año fue presentada la primera generación, que extendería su vida hasta el año 2008, momento en el que llegó la segunda de las generaciones. A día de hoy la Sprinter tiene el privilegio de poder decir que es uno de los vehículos industriales más importantes y vendidos del mundo, superando ya los tres millones de unidades vendidas en todo el mundo y representando un tercio de las ventas de todos los vehículos industriales que se venden en nuestro país.

Pero es hora de conocer dónde ha cambiado la nueva Sprinter y empezamos por el diseño. Obviamente en estos casos la funcionalidad prima muy por encima de lo estético, y por ese motivo las furgonetas no cambian mucho su estilo, dado que la forma se mantiene. Pero gracias a profundos cambios en la parte delantera vemos como la Mercedes Sprinter parece otra. La parrilla se hace más grande mientras que los faros se hacen más pequeños. Conserva ese aspecto industrial pero se le ha querido dotar de un toque más refinado gracias a la incorporación de detalles cromados. Por detrás el único cambio que vemos es en realidad lo único que puede cambiar. Los faros.

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La parte trasera no cambia mucho, pero es que tampoco puede limitada por sus formas

Donde más ha cambiado la Sprinter es por dentro. No en la caja, si no en la cabina, y no por lo que se ve a simple vista, que también, si no por todo lo que no alcanzamos a ver. El desarrollo de esta tercera generación se ha basado en la tecnología. De hecho se puede decir que la Sprinter es más avanzada que algunos de los turismos de la casa, ya que es capaz de integrar el sistema MBUX que ya os presentamos hace un tiempo en la prueba del Mercedes Clase A.

Al igual que en el compacto, el sistema se maneja completamente con la voz, y una vez más responde al nombre de “Hey Mercedes”. A partir de ahí podemos pedirle infinidad de comandos, como por ejemplo cambiar la emisora de la radio subir o bajar la temperatura del termostato, realizar llamadas, o indicarle que inicie la navegación al destino que nosotros le indiquemos sin tener necesidad de dar la dirección completa. Además el sistema va aprendiendo de nuestros hábitos para así adelantarse a nuestras peticiones.

Hay que decir que el sistema MBUX no llega de serie en la Mercedes Sprinter. En realidad hay dos opciones posibles a elegir en el configurador. La más básica de esas opciones integra una pantalla táctil de 7 pulgadas por apenas 450 euros. La segunda opción es la más completa, vale 1.660 euros, y además de un panel de 10,25 pulgadas incluye otras tecnologías como el volante multifunción, cuadro de instrumentos con display de 5,5 pulgadas a color y conectividad de última generación que incluye la posibilidad de unirse al programa Mercedes ProConnect que permite a los gestores de flotas tener información en tiempo real de cada uno de sus vehículos, pudiendo conectarse a ellos para mandarles mensajes, recibir información o hacer modificaciones en la ruta.

La tecnología ya no es exclusiva de los turismos. La Sprinter dispone de mucha

Pero ahí no se queda todo, ya que el equipamiento que es capaz de incluir la nueva Sprinter va mucho más allá, adentrándose en terrenos propios de un turismo. Tal es así que podemos disponer de un amplio despliegue de asistentes a la conducción, como el indicador del ángulo muerto, el radar frontal, el asistente activo del cambio involuntario de carril, el control de crucero activo o faros de LED. También podemos incrementar el confort y facilitar la vida a bordo gracias a una tapicería de símil de cuero, a unos asientos calefactados, a muchos espacios portaobjetos, a una carga por inducción, a una cámara de 360 grados, o a un climatizador. Y así hasta llegar a los 600 opcionales que están disponibles.

Sin embargo lo realmente importante de un vehículo industrial de estas características es la carga. Mercedes propone diferentes carrocerías que hacen de la Sprinter una furgoneta polivalente. Por un lado tenemos el modelo Tourer con capacidad de carga de hasta nueve pasajeros, un modelo de plataforma abierta, otro de chasis y cabina única que permite carrozar en función de nuestras necesidades, y el más conocido por todos, el furgón, que a su vez es capaz de presentar varios formatos diferentes.

En función de la plataforma escogida las dimensiones varían. La distancia entre ejes oscila entre los 3,26 y los 4,32 metros. La superficie de carga puede ir desde los 4,35 hasta los 7,2 metros cuadrados, lo que quiere decir que el volumen de carga puede variar desde los 7,8 hasta los 17 metros cúbicos. Y en cuanto a las dimensiones de la caja, las medidas pueden cambiar dependiendo de la batalla seleccionada, yendo desde los 2,6 metros de longitud para la unidad más compacta hasta los 4,7 metros si optamos por la de Sprinter extralarga. Así mismo la altura también se puede modificar si optamos por aumentar la cota, pudiendo llegar a un máximo de 2 metros y un mínimo de 1,70. Lo que nunca cambia es la anchura de la boca de carga, que siempre se mantiene en los 1,78 metros en la puerta y 1,35 metros entre los pasarruedas.

Mercedes nos ofrece la Sprinter en varias configuraciones mecánicas posibles, tracción delantera, tracción trasera o tracción total. En función de cuál escojamos tendremos acceso a diferentes motores. Todos los motores son diésel turboalimentados con cuatro cilindros o seis cilindros. Las unidades de tracción tendrán una oferta que arranca en la versión 211 CDI de tres toneladas con 114 caballos y 300 Nm, y finaliza en la versión 414 CDI de 4,1 toneladas que dispone de 142 caballos de potencia con 330 Nm de par máximo.

Los motores de cuatro cilindros presentan la misma cilindrada, 2.200 centímetros cúbicos

Las Sprinter de propulsión dispondrán de una gama de motores más prestaciones aunque la potencia de salida es la misma, 114 caballos y 300 Nm para la versión 311 CDI de 3,5 toneladas. Es en el tope de gama donde realmente vemos las diferencias dado que en este caso podemos alcanzar una potencia máxima de 190 caballos y 440 Nm de par máximo si optamos por la unidad 519 CDI de 5,5 toneladas de carga máxima autorizada. Todas las opciones tendrán la posibilidad de asociarse con una caja de cambios manual o automática con siete o nueve velocidades. En 2019 se presentará la variante eléctrica, la denominada Mercedes eSprinter, con una autonomía de 150 caballos.

La verdad es que con el paso de los años los vehículos industriales se han ido alejando poco a poco de ese carácter rudo y básico que siempre les ha caracterizado. No es que sean vehículos especialmente refinados, pero si comparamos un modelo moderno con uno antiguo la diferencia es más que notable. La Sprinter es buen ejemplo de ello. A pesar de que todas las superficies del interior de son de plástico duro, pensadas para soportar un trato largo y malo, la sensación que aporta es buena, aunque la rumorosidad sigue siendo un detalle a mejorar en estos vehículos.

En total, sumando equipamientos, versiones y carrocerías, la Sprinter dispone de 1.700 configuraciones diferentes

¿En cuanto a qué versión escoger? Pues depende mucho de qué uso vayamos a dar a la Sprinter. La tracción delantera es más favorable para aquellos que vayan a circular a poca o media carga. También tiene la ventaja de tener más espacio de carga y de tener mejor agarre cuando las condiciones son más complicadas. Por el contrario la tracción trasera tiene la ventaja de tener motores más potentes, mejor conducción, y mejor radio de giro. Por el contrario tienen menos espacio de carga, peor tracción y consumos más elevados ya que son más pesadas. Y por último la tracción total solo nos da la ventaja de tener más seguridad y agarre cuando el firme se vuelve más inestable.

En conjunto se puede decir que la Sprinter ha ganado en cuando a calidad de rodadura y conducción. No estamos ante una evolución del modelo anterior, sino ante un modelo completamente nuevo. Es 8 centímetros más baja y 50 kilogramos más ligera, y eso se deja notar a la hora de iniciar la marcha. De hecho podemos llegar a sumar una suspensión neumática si así lo queremos. Aunque eso no quita para que siga desempeñando a la perfección su papel, con capacidades sobradas como los 3.500 kilogramos de carga máxima de arrastre o los 3.000 kilogramos de carga útil.

Opcionalmente la Sprinter puede montar bisagras traseras con abertura de 270º

Como ya he dicho, las versiones de tracción delantera tienen la ventaja de ser más ahorradoras, y en estos términos Mercedes nos presenta unos datos de consumo muy atractivos para la nueva generación de Sprinter. Todos los motores han sido revisados y renovados para adaptarse a las nuevas y futuras normativas europeas, y por ese motivo en el mejor de los casos el consumo en ciclo mixto es de 7,1 litros a los 100 kilómetros, dato que asciende hasta los 9,4 si hacemos un uso plenamente urbano.

En cuanto a precios, al haber tal disparidad de versiones, carrocerías y motores, no podemos fijar un precio estimado de venta. Lo que sí podemos hablar es del precio de salida de la Mercedes Sprinter 2018, que arranca en los 23.532 para el furgón, en los 22.919 euros para la variante de caja abierta y en los 29.927 euros de la unidad de pasajeros. En todos estos precios no están incluidos ni el IVA, ni ofertas o promociones.

Conclusiones

Muchas veces pensamos que solo los turismos, los coches de calle, son los únicos en evolucionar. Pero los vehículos industriales, aunque a un paso más lento, también lo hacen. Solo hay que echar un vistazo a la Mercedes Sprinter 2018 para darse cuenta del salto dado a lo largo de sus 22 años de existencia. Esta tercera generación se presenta con la tecnología como vanguardia. Una tecnología que no solo la posiciona en lo más alto del escalafón de los vehículos industriales sino que también en la parte alta de algún segmento de turismos.

La gran pantalla del salpicadero es un reclamo, aunque hay que pagar por ella

La tecnología en los coches de calle se centra en mejorar la experiencia a bordo y el confort, y en este caso la Sprinter nos la presenta como un arma para desempeñar nuestro trabajo de una forma más eficiente, rápida y segura. La tecnología está ahí para ayudarnos y evitar los típicos accidentes laborales que este tipo de vehículos acostumbran a tener. La Sprinter sigue siendo la referencia del sector, eso que nadie lo dude, ahora más que nunca.

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