Prueba SEAT León e-Hybrid 2024, analizamos su nuevo motor y su mayor batería
El SEAT León es toda una institución en nuestro país y en Europa. Se trata de uno de los compactos más vendidos del continente. Destaca por su relación calidad-precio con etiqueta CERO en las versiones e-Hybrid.
Con media Europa peleándose sobre la continuidad de SEAT en el panorama automovilístico continental, los de Barcelona siguen trabajando discretamente para mantener su apuesta lógica y razonable. Ya no hay coches baratos, pero sí sigue habiendo coches que sacan provecho de cada euro invertido. El SEAT León es uno de esos coches donde el dinero cunde más. Hoy el panorama está dominado por las etiquetas. Cuando más azul mejor y para contentar esa mayor demanda surge la figura del SEAT León e-Hybrid.
Obviamente no estamos ante un coche nuevo. Se lanzó al mercado junto con la cuarta generación de este exitoso compacto, allá por el año 2020. Un nuevo modelo que introducía a los españoles en una era electrificada y enchufable. Hoy, cuatro años después el León sigue con vida y SEAT aprovecha el fin de año para presentar pequeñas mejoras estéticas y nuevas líneas de equipamiento que tratan de mantener actualizado un gran producto. A lo largo de estos años han sido muchos los rivales que han alzado el vuelo, desde modelos coreanos hasta franceses, alemanes e italianos. Todos tratan de buscar su hueco.
El León, en cualquiera de sus versiones, berlina o familiar (Sportstourer) muestra una gran imagen. Su diseño ha sabido aguantar muy bien el paso del tiempo y lejos de aplicar un estilo exagerado o sobrecargado, puede decirse que luce más maduro que nunca. Elegante, también podría decirse. Sus proporciones siguen siendo correctas y equilibradas para el segmento que ocupa. El compacto se conforma con 4,37 metros de largo, 1,8 metros de ancho y 1,46 metros de alto para una distancia entre ejes de 2,68 metros. La carrocería familiar mantiene las cotas de anchura, altura y batalla, extendiendo su longitud total hasta los 4,64 metros.
La peor parte de la electrificación, además del incremento de precio que suele conllevar, aparece en formato de pérdida de capacidad de carga. Mientras que un SEAT León 'corriente' muestra un maletero mínimo de 380 litros, la versión e-Hybrid reduce esa cota mínima hasta los 270 litros, ampliables a 1.187 litros como máximo si se abate por completo la segunda fila de asientos. El León Sportstourer muestra una mayor capacidad de carga, entre 470 y 1.450 litros, pero también pierde un buen puñado de litros si lo comparamos con una mecánica no enchufable, 150 litros menos para ser exactos. Un sacrifico por disponer de la etiqueta CERO.
Como parte de la renovación de 2024 el León e-Hybrid suma más equipamiento y una mayor oferta de acabados a un habitáculo que siempre ha mostrado una muy buena presentación. Un interior cómodo, bien aprovechado y bien ejecutado. Basta mirar a la enorme cantidad de Leones antiguos que todavía circulan por la carretera para saber que está pensado para aguantar todo tipo de tratos. Ahora suma nuevos recursos técnicos que se centran principalmente en hacernos la vida más fácil y segura. Destacan elementos como los faros matriciales de LED, instrumentación digital de 10,25 pulgadas y una pantalla de infoentretenimiento más grande, estirada hasta las 12,9 pulgadas (10,4 pulgadas para el acabado Style).
A través de ella podemos regular todas las funcionalidades del coche, algo que, como ya sabrás, no es lo que más nos guste. La ausencia de botones físicos obliga a interactuar demasiado con la pantalla. El rediseñado sistema multimedia tiene muchas funciones incorporadas, por lo que requiere cierto tiempo de aprendizaje, pero rápidamente uno se hace a él. El sistema es fluido, responde bien a cada orden y si no queremos excedernos con el control táctil siempre es posible gestionar algunas funciones mediante comandos vocales, como la navegación o la climatización.
El León se hace mayor. Ha cumplido 25 años y para festejarlo, SEAT nos propone una versión especial "Style y FR 25 aniversario", además de un acabado "Special Edition", también asociado al acabado Style. Cuenta con detalles específicos y logos personalizados, aunque lamentablemente no están disponibles en la versión 1.5 e-Hybrid. La unidad híbrida enchufable sólo se puede combinar con los acabados FR XM, FR XL y FR XXL cuyos precios oscilan entre los 36.450 y los 37.300 euros, con descuentos por financiación, pero sin la ayuda económica del Plan MOVES III que puede llegar a ser de 4.500 euros.
Como ya hemos dicho, el SEAT León e-Hybrid no es nuevo, lleva cuatro años en el mercado, pero sí que hay novedades importantes. La principal es el cambio de motor. Desaparece el bloque 1.4 TSI que hasta ahora se instalaba en el vano motor por un bloque más moderno 1.5 de cuatro cilindros gasolina turboalimentado. Por sí solo desarrolla 150 caballos de potencia y 250 Nm de par motor. Se asocia con un motor eléctrico delantero capaz de ofrecer 116 caballos y 330 Nm de par motor. De forma conjunta desarrollan un rendimiento máximo de 204 caballos y 350 Nm de par motor, en cualquiera de sus dos carrocerías.
Otro cambio no menos importante es el aumento de la capacidad de batería disponible. De los 13 kWh hasta ahora aprovechables se pasa a los 19,7 kWh de capacidad neta, lo que a su vez supone un aumento considerable en el rango eléctrico disponible. De los 60 homologados en la versión de 2020 se pasa a los 133 kilómetros del modelo de 2024. Más del doble de distancia eléctrica recorrida. Más que suficiente para el día a día del común de los mortales. Para la recarga se instalan alimentadores de alta potencia, hasta 50 kW en corriente continua y hasta 11 kW en corriente alterna (carga doméstica general).
Hay que tener en cuenta que como con cualquier otro híbrido enchufable, el SEAT León e-Hybrid necesita pasar por un enchufe de forma recurrente. No vale comprarse el coche por la etiqueta y olvidarse de cargarlo. Acaban, no tardando mucho, estropeándose. Hay que contar con un enchufe donde conectarlo. En una toma doméstica convencional de 2,3 kW tarda 12 horas en recuperar el 100% de la autonomía. En una instalación reforzada en alterna de 11 kW el tiempo se reduce hasta las 2 horas y media. En carga rápida, algo que pocas veces vamos a necesitar, tarda 26 minutos en pasar del 0 al 80% de la capacidad de la batería.
Lo bueno de ser un híbrido enchufable es que no hay ansiedad por la autonomía o miedos a quedarse tirados. Una vez la batería agote su energía el motor de combustión sigue en marcha aprovechando los 40 litros del tanque de combustible. La autonomía combinada alcanza los 800 kilómetros cómodamente. El dato de consumo homologado es de 0,4 litros a los 100 kilómetros, pero sólo se consigue con la batería cargada al máximo. En un viaje largo por autopista el consumo combinado rondará los 6,5 litros yendo a ritmos legales. Puede bajarse si sacamos provecho de los recursos de eficiencia que SEAT ha diseñado.
Al volante del SEAT León e-Hybrid
Lo primero que llama la atención es el grado de refinamiento que ha ganado el León con el paso de los años. Ya no es el utilitario canalla que todos tenemos en mente. Es un coche serio, pensado para cualquier tipo de familia. Cómodo a la hora de viajar y práctico en el día a día. Resolutivo en todo tipo de escenarios. No hay ningún defecto serio o importante. En ciudad destaca su baja rumorosidad, agrado que no se ve interrumpido cuando elevamos la velocidad. La cabina está bien aislada. Como ya he dicho, un producto muy redondo.
El sistema tiene buena pegada. No es el típico coche eléctrico que te deja pegado al asiento, pero responde bien, de forma ágil y con contundencia. Muy apañado para acelerar en situaciones que así lo exijan, ya sea salir desde parado o adelantar en vía secundaria. La batería siempre se reserva una pequeña cantidad de energía para que el motor de gasolina no sea el único recurso ante esas situaciones. Es decir, siempre vamos a poder disponer de los 204 caballos, aunque para ello haya que pisar el acelerador con contundencia cuando el indicador de la batería marque cero.
Hay varios programas de conducción. Además de los habituales formatos, Eco, Normal, Sport e Individual, hay funciones propias para la parte eléctrica. Le podemos decir al coche qué tipo de uso energético haga. Desde un programa 100% eléctrico (siempre que haya electrones en la pila) hasta un formato híbrido corriente donde el coche suele abusar de la batería siempre que pueda. Se puede mantener la carga de la batería para aprovecharla cuando nosotros consideremos. En cuanto a formatos de retención hay tres modos: suave, intenso (bastante agresivo) y automático, el más recomendable de todos y el que viene preconfigurado.
El coche, al igual que cualquier otro modelo PHEV del Grupo Volkswagen regula la intensidad mediante el radar frontal. Al detectar coches cerca aplica una mayor retención que si circulamos en autopista. SEAT ha optado por esta solución, además de por aprovecharse de la tecnología alemana, para facilitar la transición a aquellos conductores que quieran abandonar el diésel para caer en los brazos de la era eléctrica. Los híbridos enchufables requieren de ciertos requisitos, pero hoy por hoy son el mejor punto intermedio para no sufrir por la autonomía o por la carga. El León e-Hybrid, al igual que cualquier otro León es una apuesta de lo más acertada.