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Floyd Mayweather nos enseña su impresionante colección de coches

Estamos a apenas 10 días del combate del siglo. Mientras que ambos púgiles se preparan para la batalla, Floyd Mayweather nos enseña orgullosamente su colección privada de coches. Una flota de coches de lujo que puede rivalizar con la de cualquier magnate del petroleo de Oriente Medio.

2 min. lectura

Publicado: 21/04/2015 12:00

Desde que se anunciara el combate entre Pacquiao y Mayweather, el mundo del boxeo se encuentra bajo una tremenda agitación social. Se trata del combate del siglo, por diversos motivos. Se espera que las cifras de ganancias superen ampliamente los 500 millones de dólares, de ahí 120 irán como mínimo a parar a Floyd Mayweather, que nos enseña en este vídeo su tremenda colección de coches.

Por todos es conocido el carácter excéntrico de Mayweather Jr. por el dinero. El hecho de ser uno de los deportistas mejor pagados del mundo le permite desembolsar grandes cantidades de dinero. En los últimos tiempos ha asombrado al mundo apostando 10 millones de dólares en la final de la Superbowl (los perdió) o incluso los 25.000 euros que se ha gastado en el protector bucal de su próxima pelea.

Sin embargo una de las mayores aficiones de Mayweather son los coches. El americano cuenta sus vehículos por decenas, y en esta ocasión nos muestra una pequeña selección de ellos. Una colección que tiene en su mansión de Las Vegas, a la que habría que sumar las que tiene en Los Ángeles y en Miami. No nos engañemos, muchos haríamos lo mismo si tuviéramos tanto potencial.

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El Ferrari 599 de Floyd Mayweather Jr.

Llama la atención que todos los coches son blancos. Dejando a un lado esta extraña monocromía, es espectacular las marcas y modelos que maneja el boxeador. Nos encontramos ante varios millones en coches. Un Bugatti Veyron, dos Rolls Royce, un Bentley, dos Ferrari y un Lamborghini Aventador. Sin embargo lo más curioso de todo es que su favorito sea un Mercedes S600 V12 del año 1996, blanco también.

Por cierto, vamos a obviar el hecho de que conduce sin usar el cinturón de seguridad. Todo un ejemplo, claro que sí.

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