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Historia Audi

Audi: más de un siglo de historia

La historia del automóvil en Europa discurre en paralelo a los avances del conglomerado empresarial que, finalmente, conformaría el emblema de los cuatro aros, que hoy conocemos como Audi.

Desde rallyes hasta resistencia, Audi siempre ha liderado la máxima competición.

August Horch, el fundador

El origen de la marca viene de la mano de la primera empresa que fundó este pionero del automóvil en Alemania, A. Horch & Cie en 1899. Poco tiempo tardó en dar sus primeros frutos, y en 1901 vio la luz el primer Horch que, con motor horizontal y 5 CV de potencia, incorporaba, por primera vez, un pistón adicional para absorber las vibraciones del cigüeñal. Poco más tarde se lanzó el Sulmobil, con tres ruedas y motor de motocicleta, que no tuvo mucho éxito. Este último dio paso a la producción de otro automóvil con propulsor de cuatro cilindros, que con 1,3 litros de cubicaje, rendía 10 CV de potencia.

La unión hace la fuerza

Casi una década después del lanzamiento del primer coche, Horch se separa de la matriz y crea Audiwerke GmbH (Audi) en 1910, con el objetivo claro de utilizar sinergias entre los principales fabricantes de la zona.

Emblema de Horch

Mientras tanto, Jörgen Skafte Ramussen , desarrolló un vehículo con motor de vapor, "Dampfkraftwagen", del que derivan las siglas DKW y que poco más tarde se convertiría, gracias en parte a los éxitos deportivos, en el primer fabricante mundial de motocicletas. Por su parte, Warender, comenzaba a producir, en serie, pequeños automóviles con motores de cuatro cilindros de 5 y 12 CV. Y Horch centraba sus esfuerzos en evolucionar el primer motor de ocho cilindros alemán fabricado en serie, diseñado por Paul Daimler.

Fruto de estos avances y del aprovechamiento de las sinergias creadas, nace el primer Audi con tracción delantera y motor Wanderer en 1933, por supuesto y como estableciera a finales de la década de los 20 el Audi K, con volante a la izquierda.

A partir de aquí comienza la incursión de Auto Union (Audi) en el mundo de la competición con las llamadas "flechas de plata" que darían lugar a la rivalidad con Mercedes-Benz. Incluso llegó a conseguir un récord de velocidad, alcanzando, nada menos, que los 400 km/h.

La década de los 40 supuso un parón en la evolución de la marca debido a los estragos de la Segunda Guerra Mundial.

De Daimler a Volkswagen

En la posguerra, y gracias a las ayudas estatales y a las provenientes del Plan Marshall, se inicia de nuevo la producción en Ingolstad. Empiezan a ver la luz modelos como el DKW Meisterklasse F 89 P, disponible como berlina y como descapotable o su exitosa furgoneta de reparto. Por su parte, el fabricante de bicicletas y motocicletas NSU, comenzaba a fabricar coches que, poco a poco, iban ganando notoriedad por su capacidad de innovación con los modelos Prinz y Ro 80, estrenando este último un motor birrotor de pistón rotatorio. Poco más tarde, Daimler-Benz AG se hace con Auto Union Gmbh durante un corto periodo de tiempo hasta que pasa a manos de Volkswagen en 1964, momento a partir del cual comienza su exitosa carrera.

Audi

En 1965 se empezó a comercializar el primer Audi desde que la marca de los cuatro aros pasara a manos de la matriz Volkswagen. Derivaba del último DKW F 102, con motor de cuatro cilindros y cuatro tiempos de origen Daimler-Benz.

Audi 60 de 1965

Desde este momento, los esfuerzos se centraron en el desarrollo de un vehículo que se erigiera como estandarte de la marca y que asegurara su independencia dentro del grupo. Este fue el Audi 100, que se lanzó en 1968 y supuso un gran éxito de ventas. Este coche marcaría una nueva etapa y el inicio de la escalada de ventas hasta nuestros días.

Un año después, el ya nombrado fabricante NSU, también es absorbido por Volkswagen, aportando a este todo su potencial técnico.

Continuando con la espiral ascendente, se presenta, en 1972, el Audi 80, que equipaba un motor con árbol de levas y cuatro cilindros y del que se vendieron más de un millón de unidades en seis años.

También se fabricó en esta década, el Audi 50, el pequeño de la casa, que se convirtió en el exitoso VW Polo.

Vorsprung Durch Technik: a la vanguardia de la técnica

Este slogan que la marca tomaría como estandarte en nuestros días, quizás tuviera su origen en los años 80, en los que se fijaron las bases de la tecnología que se ha desarrollado hasta hoy.

El Audi quattro fue el primer vehículo con tracción permanente a las cuatro ruedas (con la venia de los camiones y los todo terreno). Este sistema, que tanta gloria le daría a la casa germana en el mundo de la competición de manos, entre otros, de Walter Röhrl, se fue montando poco a poco en toda la gama Audi.

Audi 90 IMSA junto al Audi Quattro de Grupo B

Audi 90 IMSA junto al Audi Quattro de Grupo B

La tercera generación del Audi 100 también se convirtió en estos años en el campeón del mundo en aerodinámica. Por su parte, el Audi 80 estrenó la primera carrocería totalmente galvanizada.

Para el segmento más alto se fabricó el Audi V8, un vehículo de altos vuelos con tracción quattro, motor de ocho cilindros, 32 válvulas, un cubicaje de 3,6 litros y 250 CV de potencia, gestionados por una caja de cambios automática, controlada electrónicamente.

La guinda del pastel la puso el lanzamiento de los motores TDI. Más de diez años de desarrollo avalaban el posterior éxito de estos propulsores.

Del siglo XX al XXI

Los años noventa supusieron una nueva nomenclatura para los modelos de toda la gama, que dura hasta nuestros días y de la que pronto nos desprenderemos, y que quedó instaurada con el nuevo Audi A8. Era este el primer modelo de producción con carrocería integral de aluminio, fruto de los nuevos principios de diseño conocidos como Audi Space Frame.

Pronto llegaron el Audi A3, que inauguró el segmento de los compactos "premium" y el Audi TT (Coupé y Roadster), un capricho deportivo con un diseño rompedor.

Poco más tarde, apareció el primer todocamino, el Audi allroad quattro y el Audi A2, un innovador utilitario, líder en calidad y tecnología, pero que no lo fue tanto en ventas.

Audi en el Salón de Frankfurt de 2011

En 2004, y como viene siendo habitual, es de nuevo el Audi A8 el que estrena la parrilla de una sola pieza que se incorporó al resto de modelos, como por ejemplo, el también recién estrenado Audi A3 con carrocería Sportback.

El Audi Q7, llegó en 2006 como buque insignia de la marca en el segmento de los SUV. Aúna tecnología, sofisticación y dinamismo. La incursión de Audi en este nicho de mercado la completan, respectivamente, Q5, Q3 y el recién llegado Q2.

Ese mismo año irrumpió en el mercado el Audi R8, un derroche de tecnología y diseño que se ha convertido en todo un icono en el mundo de los deportivos.

La carrera tecnológica en los últimos tiempos se ha volcado en la eficiencia. Muestra de ello son el cambio automático de doble embrague "S-tronic", la política de "downsizing", desarrollando motores diésel TDI y de gasolina TFSI, ambos turboalimentados, con cada vez menos cilindrada pero mayor potencia, sistemas de recuperación de energía, la combinación de motores eléctricos y de gasolina (híbridos) y un largo etcétera que hacen de esta, una de las marcas más vanguardistas en este sentido.

Factoría de Audi en Ingolstadt, Alemania

Innovación, diseño y fiabilidad

Tres pilares básicos que han sustentado, desde sus inicios y hasta nuestros días, a la casa de Ingolstad. Audi es ahora sinónimo de distinción y calidad, con tecnologías punteras, un diseño innovador y una fiabilidad más que demostrada.

Todo este trabajo la han llevado, en los últimos tiempos, liderar del segmento "premium" en nuestro país y a conseguir, en 2016 un nuevo récord global de ventas.