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Carlos Sainz: "Era un piloto muy frustrado en 2015"

  • El piloto español afirma que los problemas mecánicos de su Toro Rosso le impidieron mostrar todo su potencial en 2015.
  • Considera que sus resultados no habrían variado si Max Verstappen hubiese seguido en el equipo.
  • Dice ser un piloto "completamente diferente" al de 2015, algo de lo que se siente "orgulloso".

4 min. lectura

Publicado: 27/12/2016 13:30

No cabe duda de que Carlos Sainz ha sido uno de los pilotos más destacados de la temporada, a raíz de sus buenas actuaciones en su Toro Rosso. El piloto madrileño llegó a rodar en el top 5 en carrera hasta en cuatro ocasiones (España, Mónaco, Estados Unidos y Brasil) y terminó obteniendo sextos puestos en todas esas carreras salvo la monegasca. Incluso a pesar de una racha de seis carreras sin puntuar que coincidió con el declive del STR11, Sainz fue capaz de sacar petróleo de los eventos finales.

Su 'metamorfosis' sucedió casi a la par con la salida de Max Verstappen rumbo a Red Bull. Hasta ese momento, su séptimo puesto en Estados Unidos 2015 había sido su mejor resultado y, aunque había resistido la comparación con el holandés en velocidad pura, los resultados en carrera no terminaban de acompañar, lastrado en varias ocasiones por problemas mecánicos y de diversa índole. Esos mismos problemas le impidieron sumar más puntos que los cuatro que obtuvo en las cuatro primeras carreras, mientras Verstappen coleccionaba 13.

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La causa de su mejoría ha sido una pregunta recurrente para el piloto de 22 años a lo largo de la temporada. Con 2017 ya a la vuelta de la esquina, Sainz, que comentó con anterioridad que la promoción de Verstappen había supuesto un acicate para él, ha declarado que no cree que las cosas hubiesen sido muy diferentes si el holandés hubiese permanecido en el equipo, atribuyéndolo a los problemas que dejó de tener desde el Gran Premio de España:

"Me han hecho esta pregunta todo el año. Sé que es una coincidencia que Max se fuese y que de repente empezase a lucirme, pero aún así, creo que nada habría cambiado. Habría sido sexto o séptimo en España si Max hubiese acabado delante, habría peleado por el podio en Mónaco y habría sido octavo en Canadá. No creo que una pieza del alerón delantero de Kvyat se hubiese metido en mi radiador, como pasó en Rusia, y la parada en la que Vettel me ralentizó en la entrada a boxes en China mientras era sexto no ocurrió en España. Esos pequeños detalles que dejaron de ocurrir después de España no tenían nada que ver con Max".

En un 2016 del que dice estar "muy contento", Sainz considera que ha sufrido un cambio radical como piloto, "en resultados y sensaciones", y dice estar "orgulloso de ello, porque es lo que quería". Ha afirmado también que su primer año fue complicado a nivel de sensaciones: "En 2015, probablemente era un piloto muy frustrado con muchos problemas de fiabilidad y problemas diferentes, incapaz de mostrar todo mi potencial, y sabía que 2016 era el momento de demostrarlo y revelárselo a la gente de la Formula 1. De repente, en España, todo encajó. Dejé de tener problemas, malas paradas y esas cosas que no dependían de mí. Todo cambió de repente: mi percepción y la percepción del equipo. Todo cambió hacia un entorno mucho más positivo".

Fuente: MotorsportFotos: Red Bull Content Pool

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