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Virutas F1Suma cero

Es un contrasentido. La Fórmula 1 se transformó para recibir a nuevos participantes y ahora, cuando están llegando, se les pega con la puerta en la cara. Esto se planteó porque hubo un problema… que se puede repetir, a pesar de tener la solución a la mano.

Suma cero
Audi llega a la Fórmula 1, pero el número de coches presentes en la parrilla no crece.

9 min. lectura

Publicado: 17/11/2022 12:30

En un periodo muy corto de tiempo, menos de tres años, abandonaron la parrilla figuras capitales dentro de la industria. BMW, Toyota y Honda salieron por la puerta y dejaron el paddock sin la mitad de marcas representativas (Ford, a través de Jaguar, lo hizo un poco antes). FIA realizó su jugada en una apuesta por eludir a fabricantes de turismos y abrazar a las escuderías de carreras de toda la vida. Lo hicieron a través de una anunciada y nunca acaecida limitación presupuestaria, y convencieron a Hispania, Virgin y Lotus a asumir ‘lo que aquello quisiera costar’.

Estas tres formaciones devinieron en HRT, Marussia, y Caterham, para luego desaparecer sin más. No es país para pobres, se dijo a los cuatro vientos, y se cambió la estrategia en la Plaza de la Concordia. «No les vamos a llamar, sino que ellos van a venir», y se inventaron los motores híbridos con el cubicaje propio de un Opel Corsa a modo de anzuelo. Los únicos que mordieron, y que antes no estaban, fueron los japoneses de Honda, con los desastrosos resultados iniciales y que poco a poco fueron apañando hasta que decidieron largarse… o lo que fuera; el caso es que oficialmente y a día de hoy, no están. Todo aquel plan sonaba bien en los titulares pero al final del final, leche y habas.

Llega caché, calidad, presencia, peso mediático, pero nos quedamos como estábamos

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Alineados con la industria de coches de calle, con menor cilindrada y tecnología híbrida, ciertamente se asemejaban a lo que parecía que iba a ser el futuro. Los turismos que hoy podemos comprar llevan bajo el capó una arquitectura afín, pero la regulación Euro 7 está arrinconando a todo aquello que eche humo por su escape. Solo se librarán, y con fecha límite de 2036, marcas de nicho —Ferrari, Lamborghini, Aston Martin— siempre y cuando coloquen menos de 10.000 unidades. Ferrari este año va camino de rozar las 13.000 (9.894 hasta el 30 de septiembre) y que eche mano de electrificaciones de diverso tipo no son más que jugadas para adaptar su catálogo a las regulaciones.

La realidad de la hibridación parece estar siendo devorada en lo mediático y lo legal por la tendencia al alza: full electric. La industria lleva invertidos miles de millones en sus motores de combustión y tirar por la borda toda esa I+D, ese know-how, cuando hay clientela que se resiste a ponerle baterías a su vida resulta un desatino. Por ello la situación cambió manera drástica cuando desde FIA se pronunciaron las palabras mágicas: combustible sintético.

Como por encanto todo cambió, y de golpe las cabezas de la industria se giraron hacia lo que podría ser una plataforma de promoción y desarrollo perfecta para un trozo de la industria a la que se le podría otorgar no menos de una década de vida extra. El caso es que la zanahoria cuelga del anzuelo; sin embargo, cuando alguien salta a trincarla, el que lleva la caña en las manos tira de ella hacia arriba… extrañamente.

Audi ya anda fichando gente para desarrollar sus motores a más de tres años de su estreno, y anunció su bodacompra con Sauber. Porsche se rindió ante las pegas que le ponía Red Bull, pero se rumorea que el pacto bien podría llegar con Williams. Esto es bien, pero salta a la vista que se trata de operaciones de suma cero. En la teoría de juegos no cooperativos, un juego de suma cero plantea una situación en la que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con la ganancia o pérdida de otro. Llega caché, calidad, presencia, peso mediático, pero nos quedamos como estábamos. Diez equipos, ni uno más, cuando hace poco la categoría derrapaba por meter a más ganado en el corral.

La Fórmula 1 le niega la entrada a un histórico del automovilismo como Michael Andretti. Foto: IndyCar Media

En la puerta, Andretti parece protagonizar el meme del personaje Fry de Futurama, ese que dice «coge mi dinero y cállate» (aunque hay quien piensa que los Andretti no tienen la pasta necesaria. Ellos dicen que sí). En este marquesado de la velocidad son remisos a abrirles la puerta, y por ello se han buscado al primo de Zumosol. Por ahí se dice que han entablado conversaciones con Ford, que cuando escuchó las palabras mágicas, preguntó precio. La firma del óvalo es la tercera firma motorista con mejor curriculum de la historia, y hacerle ascos es cuando menos un desaire indebido.

Lo mismo podría decirse de Hyundai, desde donde al parecer han hecho alguna llamada interesándose. Las marcas van y vienen, pero siempre es mejor que vengan, a que no quieran ni oír hablar del tema. De esto hay muchos y tristes ejemplos: pregunta en Toyota. Pregunta en BMW. Pregunta en Jaguar. Hay más sitios en donde preguntar. A pesar de esto, es posible que en Audi, Porsche, Ford, Hyundai y puede que alguno más, mantengan el interés hasta ese fatídico 2035 en que se prohíba de facto la venta al público de coches impulsados por hidrocarburos. Trece años en un mercado tan apretado como el actual, cualquier hoyo es trinchera, y sería una década larga en la que poder pastorear sus mercados. La F1 sería laboratorio, escaparate, y plataforma de marketing que bien usada, impulsaría un negocio metido en dificultades.

A cuenta de esas recientes curvas, lo de los microchips, la dificultad por encontrar materia prima y lo rocoso del mercado financiero, las marcas están ganando más dinero que nunca, aunque pienses que podría ocurrir lo contrario. BMW lleva tres incrementos en los precios de sus coches desde el 1 de enero, y los Fiat 500 eléctricos cuestan 6.000 euros más que en marzo, un incremento de casi un 30 %, palabra de candidato a pillarse uno. Ya tienen la pasta con qué invertir, y el sitio donde dejársela con ciertas garantías de éxito. Audi y Porsche ya se han tirado al pilón; a ver si a los próximos que lleguen no le cierran la puerta, vaya a ser que en la próxima crisis algunos de los presentes pillan las de Villadiego, y desaparecen sin dejar más rastro que un puñado de Virutas de Goma desparramadas por el suelo.

¿Que son más a repartir? Hey, hey… que con 25 carreras también el saco es más gordo, y cada vez están ganando más. Una parrilla de dos docenas de coches nunca será fea. Liberty, si todo crece, el negocio crece, las pistas, la facturación, el precio de las entradas, el número de carreras… ¿qué tal lo de los participantes?

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