Mercedes Clase C AMG

Las siglas AMG han acompañado al Mercedes Clase C desde su primera generación. La Clase C irrumpió en escena en el verano de 1993. Un modelo que llegó al mercado para ocupar el puesto de la desaparecida serie Mercedes 190. Conocido a nivel interno con el código W202, el Clase C desempeñó un papel muy relevante en la gama Mercedes durante un determinado periodo de tiempo. Y es el de modelo de acceso. Un papel que posteriormente recayó en el Mercedes Clase A.

En el mismo año que debutó en sociedad la primera generación del Clase C se produjo la puesta de largo del primer modelo bajo las siglas de AMG. El Mercedes C 36 AMG es el primer modelo AMG de la historia de la Clase C de Mercedes-Benz. Esta variante deportiva tenía un claro objetivo, enfrentarse a una de las referencias de la categoría, el BMW M3.

La división deportiva Mercedes-AMG, por aquel entonces un simple preparador oficial de modelos Mercedes, se ha encargado de dar vida a los Clase C más extremos, más radicales y más exclusivos del mercado. A lo largo de las distintas generaciones las variantes AMG han sufrido una importante evolución al igual que el modelo base.

El Mercedes Clase C AMG, a lo largo de su ya dilatada historia, ha estado disponible en una gran variedad de variantes de carrocería. Desde el clásico modelo tipo sedán hasta la variante familiar Estate pasando por los modelos cupé y descapotable. Con el lanzamiento de la quinta generación del Clase C en 2021 la oferta de variantes de carrocería se redujo a las dos opciones principales, los modelos Sedán y Estate.

Desarrollado sobre la plataforma MRA2, las variantes AMG del nuevo Clase C apuestan sin complejos por la electrificación. Y es que, AMG ha seguido la misma línea de trabajo que la propia Mercedes-Benz para adaptarse a los nuevos tiempos que corren. Unos tiempos marcados por la electrificación.

El Clase C AMG que podemos encontrar actualmente en los concesionarios tiene un tamaño mediano tirando a grande. Mide 4,84 metros de largo. Una longitud que le sitúa en la parte alta del segmento D. En su interior, que es muy lujoso y confortable, encontramos cinco plazas. La distancia entre ejes alcanza los 2,87 metros. El maletero cubica un volumen de 280 litros. Una cifra ampliable en caso de abatir los respaldos de los asientos posteriores. Estas dimensiones y capacidad de carga corresponden al modelo tipo sedán.

Entre los principales rivales del Mercedes Clase C AMG se encuentran modelos como el mencionado BMW M3, el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio y el Audi RS 5.

La gama de motores del Clase C AMG ha sufrido importantes cambios con el paso de los años y, sobre todo, de las distintas generaciones. La familia de modelos AMG basados en el Clase C se compone actualmente por el Mercedes-AMG C 43 4MATIC y el Mercedes-AMG C 63 S E Performance 4MATIC. Ambos están electrificados a un mayor o menor nivel.

El Mercedes-AMG C 43 4MATIC es propulsado por un motor de gasolina de 2.0 litros turbo con cuatro cilindros que arroja 422 CV y 500 Nm de par máximo. Cuenta con un sistema de hibridación ligera (MHEV) de 48 voltios. En cuanto al Mercedes-AMG C 63 S E Performance 4MATIC, tal y como indica su nombre, cuenta con la tecnología híbrida enchufable (PHEV) de Mercedes-AMG. Una tecnología denominada E Performance. Alcanza los 680 CV y 1.020 Nm respectivamente.

Independientemente del modelo elegido nos encontraremos con una caja de cambios automática y un sistema de tracción integral 4MATIC. En el pasado hubo modelos AMG del Clase C con motor diésel y también versiones con cambio manual.

El Mercedes Clase C se fabrica en Alemania. En concreto, el proceso de producción en serie de la Clase C en sus distintas variantes de carrocería y versiones se lleva a cabo en unas instalaciones del Grupo Mercedes-Benz localizadas en Bremen.