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5 consejos antes de comprar una moto de ocasión

En motor.es sabemos que el buen tiempo favorece las ganas de adquirir vehículos como una moto. Si optamos por una de segunda mano, debemos tener en cuenta varios aspectos antes de comprar. Vigilar la actitud del vendedor, la observación, probar la moto y saber decir que no a ofertas muy llamativas y baratas, son algunas pautas recomendadas antes de pagar un solo euro.

11 min. lectura

Publicado: 18/05/2012 16:30

El verano ya casi ha llegado, y con el buen tiempo, a muchos les entra las ganas de adquirir una motocicleta. No obstante, muchas veces barajamos la posibilidad de comprar una de ocasión o de segunda mano. En motor.es, queremos ofrecer cinco consejos básicos para que os sintáis seguros a la hora de realizar una compra.

1: No a los ‘chollos’. Sí a las unidades equilibradas

Una buena compra es aquella que te va a durar más tiempo sin darte problemas. Debemos observar que hay una coherencia entre el tiempo de la moto, los kilómetros y su estado. Una moto con 5.000 kilómetros y muchos años, puede conservarse muy bien, aunque lógicamente, se podrán observar los años en ciertos aspectos. También podemos ser víctimas de un trucaje del marcador.

Para evitar ser estafados en este sentido, pide el libro de revisiones. Si no tiene, deberían poder aportarnos las facturas de las revisiones. Si tampoco puede, por último podemos comprobar algunas piezas que se desgastan con los kilómetros, como son el asiento o la goma/metal de las estriberas. Todo aquello que con el roce puede sufrir un desgaste es revelador en este sentido.

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Cuidado con las motos muy nuevas a precios ridículos. Si observamos que el precio es demasiado barato, tampoco os fieis. A veces, estos ‘chollos’ pueden salirnos caros.

Si vas a comprar la moto en un taller porque tiene unidades de ocasión, pide que te enseñen el libro de revisiones y que te digan si a la moto hay que hacerle algo. Una buena compra también implica que no vamos a gastar más dinero que el que tenemos pensado, al menos en un tiempo. Una advertencia a la hora de comprar en un taller: te pueden ofrecer un tiempo de garantía. Lo ideal es que te ofrezcan un año, pero a veces, para mantener esa garantía te obligan a pasar por el taller en ese año unas dos veces para revisiones. Pregunta este apartado porque con la revisión anual, es suficiente y por tanto no tiene sentido.

2: Observa cómo actúa el propietario

Antes de soltar un euro hay una misión de suma importancia que es descubrir los fallos que puede tener la moto. Se pueden descubrir mediante la observación y mediante el ataque de preguntas al propietario, quien puede descubrirnos taras que nosotros no habíamos visto. Hay que preguntar todo lo que se pueda, y cuanto más datos tengamos, mejor. Es importante observar cada detalle de la motocicleta, preguntar siempre qué tipo de conducción se ha practicado, como han sido las revisiones etc…

El propietario podría decirnos que tiene varios compradores, aunque no debemos ceder a este tipo de presión. En el mercado de ocasión hay muchas unidades, y lo que es más difícil es venderlas. Que esto no sea motivo de agobio porque además, lógicamente no es verdad. Si otro la hubiera querido antes, el vendedor ya no tendría la moto en su poder. Hay que ignorar este mensaje. No estaría de más ir acompañados de otra persona que pueda observar la moto también, sobre todo si sabé más que nosotros sobre motos. Otra buena idea es que si tenemos un amigo mecánico, deberíamos tratar de que la viera antes de efectuar su compra.

3: Observa todos los detalles

Trata de arrancar la moto en frío, que es cuando puede presentar algunos fallos. Observa que la moto no pierde gasolina o aceite. Mira los neumáticos, ya que su tipo de desgaste te indicará qué conducción practica su propietario. Normalmente, en un circuito, los laterales se ‘queman’ y quedan restos como si fuera una goma de borrar. Que una moto entre en un circuito no es malo, aunque si lo hace frecuentemente o exclusivamente, el motor estaría sometido constantemente a revoluciones muy altas.

Un neumático que rueda en autopistas frecuentemente, suele gastarse por el centro y dejar los laterales con mucha más vida. Es síntoma de una conducción menos deportiva y más del día a día. Si el neumático está muy desgastado, trata de llegar a un acuerdo para cambiarlos sin que te aumente el precio de la moto. Una vez que la moto esté caliente, observa que por el tubo de escape no salga humo de color ni blanco ni azul. Si sale, es que puede estar quemando agua o aceite y esto puede implicar un problema.

Revisa las luces y todo el sistema eléctrico. Tampoco está de más que probemos la horquilla y ver si las reacciones son buenas y que no hay un retén roto. También se debe llevar el manillar de un extremo a otro y ver si la distancia que recorre es la misma. En una moto deportiva, por ejemplo, la distancia entre el puño y el depósito, debería ser igual por ambos lados. Compruébalo con la moto recta.

Los arañazos son normales por el uso de la moto. También cuando se aparca en un garaje cerca de un muro, puede haber un roce que deja una marca. Son gajes del oficio. La moto puede haberse caído en parado también, aunque todo esto te lo explicará el dueño si tiene algún golpe más visible. No te preocupes demasiado si veis pequeños arañazos, aunque sí si ves un golpe considerable.

Trata de comprar motos que estén de serie. Si se han cambiado piezas, que te enseñen la factura del taller donde se hizo. Lo más frecuente en motos deportivas es encontrase modificaciones en el escape, filtros y kit de transmisión, así como latiguillos, incluso manillares, faros etc… Mi consejo es que no optéis por una moto que esté muy modificada en estos sentidos salvo que la vea un mecánico o tenga las facturas de las modificaciones, aunque esta advertencia la dejo a gusto del consumidor.

4: Prueba la moto

Este punto es casi obligado. Prueba que la moto responde de manera suave al tacto del acelerador, y no con baches ni tirones escalonados. Algunas motos tienen el cambio con sonido tosco. Esto no tiene porque ser grave, incluso dependiendo del modelo, es normal.

Comprueba que el manillar va recto, y que la moto no vibra de forma extraña. Hay quien dice que soltando el manillar a unos 50 kilómetros por hora, se puede observar si la moto se desvía considerablemente hacia un lado, lo que puede significar que ya ha sufrido un golpe.

Comprueba que la moto frene correctamente, tanto atrás como delante. Prueba a hacer frenadas con distintas intensidades, aunque con cuidado. Observa que el cuadro de instrumentos funciona correctamente y que los kilómetros aumentan.

5: Piensa qué va a necesitar la moto

Por último, si el precio es un punto importante, hay que prever los cambios que la moto va a necesitar. Por ejemplo. Si nuestra idea es gastarnos X dinero pero en el momento de la venta le hace falta una revisión, cambiar neumáticos y el kit de transmisión, el presupuesto se eleva considerablemente, y a lo mejor podríamos optar por una moto mejor o más nueva. Intentad negociar el precio siempre teniendo en cuenta estos factores. También tratad de que la transferencia se incluya en el precio (aunque esto suele ser más complicado) y no aceptéis dar el dinero o coger la moto por adelantado. Sólo cuando los papeles se estén tramitando. En este sentido, se puede acudir a tráfico o a una gestoría.

Una vez que ya tengamos todo listo, ya podremos disfrutar de nuestra nueva montura, aunque siempre con cuidado y con respeto. Si estáis iniciándoos en el mundo de las motos, en motor.es tenemos dos tutoriales interesantes: los primeros pasos y consejos de compra y cómo practicar una conducción segura en ciudad y carretera.

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