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Alfa Romeo SZ: el último gran deportivo clásico de Alfa

El Alfa Romeo SZ de los años noventa fue una obra algo inclasificable de la marca italiana. Este exclusivo coupé compacto contaba con una estética tan rompedora que casi 30 años después de su nacimiento sigue sin haber nada parecido en el mercado.

Alfa Romeo SZ: el último gran deportivo clásico de Alfa

7 min. lectura

Publicado: 16/12/2017 08:00

Alfa Romeo SZ de 1990.

Tratar de definir el Alfa Romeo Coupé SZ o Sprint Zagato que la marca comercializó a principios de la década de los noventa es tarea harto complicada, pues tanto por su extraña estética como por su formato no se parecía a nada que hubiéramos visto antes, ni después.

Si atendemos a su morfología, en principio es un simple coupé compacto, pero su estética tan personal y su carácter exclusivo lo separaban drásticamente de este segmento. Para muchos fue un simple experimento técnico y estético, como pudiera ser el actual Alfa Romeo 4C de carbono, pero lo cierto, es que al contrario que el deportivo de motor central, el SZ no cumplía realmente ninguna función.

A pesar de llevar el apellido Zagato, realmente no fue obra del carrocero milanés, pero como pieza que trataba de homenajear el legado deportivo de Alfa, Fiat contó con el carrocero para la presentación del prototipo y después para su fabricación, ya que fue ensamblado en las instalaciones de Zagato.

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Todos contaban con la misma configuración de color.

El SZ fue gestado entre los centros de diseño de Fiat y Alfa en colaboración con Zagato, fue presentado en forma de concept en el Salón de Ginebra de 1989 bajo la denominación ES30 (siglas de Experimental Sportscar 3.0 litros) y pronto pasó a producción, respetando mayormente el diseño original y curiosamente contando con el emblema y el nombre de Zagato, aunque este no dispone de las habituales jorobas del techo, el icónico rasgo de diseño que Zagato imprime a todas sus obras.

La intención original era la de crear un deportivo puro de tracción trasera, al estilo clásico, pero curiosamente, fue uno de los primeros modelos creados en Italia con software CAD destinado a diseño de automóviles. El resultado estético es algo inclasificable, ya que sus extrañas proporciones y formas, combinando suaves curvas con ángulos muy marcados y rotundas superficies, son muy impactantes al primer vistazo, sin embargo, cuando más tiempo lo miramos, más sensación de hatchback compacto nos da.

Tratar de describir los rasgos estéticos del SZ es innecesario, basta con ver las imágenes para poder comprobar la extraña mescolanza de líneas que se dan cita en la carrocería de plástico y materiales compuestos, que fue apodado ‘il mostro’ por su extraña figura.

Apodado 'el monstruo' por sus extrañas formas.

La base técnica deriva del Alfa Romeo 75, el último sedán del segmento D de Alfa que contó con tracción trasera hasta la llegada del actual Giulia. Sin embargo, la suspensión no deriva del modelo de calle, sino de la versión de competición del sedán y montaba gomas Pirelli P Zero. Contaba con el V6 de 3.0 litros de la marca situado en posición delantera longitudinal con la transmisión sobre el eje trasero, en posición transaxle. El V6 entregaba 210 CV para un peso de poco más de 1.250 kilos.

Fue fabricado en edición limitada y aunque solo se pretendían producir 1.000 ejemplares finalmente salieron 1.036 ejemplares de las instalaciones de Zagato en Milán. Todas ellas contaban con la misma configuración, carrocería roja y pilares y techo grises, que parece negro en las fotografías, con el interior biplaza en piel marrón. Sin embargo, algunos ejemplares, muy pocos, dispusieron de configuraciones algo diferenciadas, como el caso de la unidad que fue destinada a Andrea Zagato, de color negro.

Tras la fabricación del SZ Coupé, Alfa y Zagato presentaron una versión descapotable, el Alfa RZ, también fabricado por Zagato pero con múltiples modificaciones de carrocería. Aunque a simple vista eran idénticos, lo cierto es que no compartían la mayoría de los paneles de la carrocería. La versión abierta fue más exclusiva, pues solo se llegaron a producir realmente 278 ejemplares de los 350 planeados originalmente.

En persona es mucho más brutal e impactante.

Aunque por su carácter exclusivo pronto fue considerado vehículo de colección, lo cierto es que hasta ahora no han explotado sus precios, por lo que a día de hoy sigue siendo una gran inversión, sobre todo las versiones abiertas, mucho más raras. No era un vehículo excesivamente caro en su día, por lo que sus propietarios no se molestaron en preservarlo, sino que lo empleaban como modelo de diario, y por tanto, es muy raro encontrar piezas con pocos kilómetros. Aun así, es raro encontrar piezas con mucho uso entre los supervivientes.

Aunque en los últimos años ha figurado como un modelo algo olvidado por la marca, lo cierto es que ha pasado a la historia como una de las obras más brutales de la firma y el carrocero milaneses. Será tremendamente complejo que volvamos a ver otra vez algo ni tan siquiera parecido en el mercado.

Fotos: eBay

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