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Audi Q8, las 5 claves de un SUV diferente para la marca alemana

El nuevo Q8 no es un miembro más de la gama SUV de Audi. Este modelo es la joya de la corona de la familia Q y se caracteriza por un estilo agresivo y una tecnología desbordante que no le permiten pasar desapercibido.

Audi Q8, las 5 claves de un SUV diferente para la marca alemana

14 min. lectura

Publicado: 12/10/2018 08:00

El Audi Q8 abre una nueva etapa en la familia Q del fabricante alemán. Su denominación lo sitúa en la parte superior de los SUV de Audi en términos de imagen un prestigio y ha llegado cargado de novedades. Entre ellas destaca un diseño que estará presente en los futuros SUV de la marca germana y unos niveles de equipamiento, versatilidad y eficiencia que lo sitúan entre los mejores de la categoría. Éstas son las cinco claves que le hacen diferente:

Nuevo diseño

Salta a la vista que el Q8 muestra un diseño inédito en la gama SUV de Audi, lejos de las formas tradicionales y conservadoras del resto de la oferta campera, superando incluso al juvenil Audi Q2. El fabricante alemán ha tomado prestados algunos rasgos del Audi Quattro original, un icono de la deportividad en los años 80.

Trasladar las líneas de un coupé clásico a un SUV de tamaño más que generoso con 4.986 mm de longitud, 1.995 mm de ancho y 1.705 mm de alto no es tarea fácil pero los abultados pasos de rueda y las aristas marcadas demuestran su pedigrí. Unas formas que le hacen parecer mucho más bajo y estilizado que el Audi Q7.

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Visualmente parece más pequeño de lo que en realidad es

Del frontal destaca la nueva parrilla Singleframe de diseño octogonal, muy ancha, vertical y de tamaño rotundo. Puede contar con diversas tonalidades para establecer un contraste con el color de la carrocería si así se desea. El aspecto agresivo de la parte delantera se subraya con unas ópticas LED (con tecnología HD Matrix LED en opción) y un spoiler inferior prominente.

Otra reminiscencia del Audi Quattro es la forma de los pilotos unidos entre sí por una tira LED que recorre el portón y está subrayada por un contorno inferior en negro. La deportividad queda reafirmada por los pilares D levemente inclinados insinuando unas formas de coupé y las diferentes molduras y difusor posterior en color de contraste.

Sistema semihíbrido

En el inicio de su comercialización, el Q8 sólo está disponible en su versión 50 TDI con 286 CV. En 2019 la oferta se verá ampliada con una versión más descafeinada de esta mecánica encarnada en el 45 TDI de 231 CV y la versión de gasolina 55 TFSI con 340 CV. En todos los casos la única transmisión disponible en todas las versiones es un cambio automático Tiptronic por convertidor de par con ocho relaciones.

Esquema del sistema Mild Hybrid del Audi Q8

Todos ellos gozarán de tecnología Mild Hybrid (MHEV) con un sistema eléctrico principal de 48 voltios que incluye una batería de iones de litio y un alternador BAS capaz de recuperar hasta 12 kW de energía en las frenadas. Esta energía se almacena en la batería permitiendo que el sistema start-stop entre en funcionamiento a 22 km/h y que el modo de marcha por inercia se prolongue durante más tiempo (hasta 40 segundos) pudiendo estar activo entre los 55 y los 160 km/h.

Gracias a estas funcionalidades mejoradas por medio del sistema semihíbrido el consumo de combustible de este SUV se reduce en hasta 0,7 l/100 km en condiciones reales, según los datos de la marca de los cuatro aros. Una eficiencia que garantiza la etiqueta Eco de la DGT que facilitará las cosas en caso de restricciones a la circulación en las grandes ciudades.

Además de las mecánicas antes mencionadas, el nuevo SUV alemán también ofrecerá versiones deportivas. Serán el SQ8 y el salvaje Audi RS Q8 que llevará a nuevos niveles de potencia y prestaciones nunca antes vistos en la familia Q de Audi. No en vano, este radical modelo con genes RS compartirá base con el Lamborghini Urus y también el motor V8 de 650 CV.

Las pantallas son las protagonistas en el habitáculo del Q8

Un mundo digital

El habitáculo del Q8 llama la atención por tener tres pantallas. La que está presidiendo el centro del salpicadero tiene 10,1 pulgadas y es el centro neurálgico del sistema de información, entretenimiento e incluso un punto de acceso Wi-Fi. Desde aquí se opera el sistema MMI Navegación Plus que propone sugerencias de destino basándose en trayectos anteriores.

La ruta se calcula online en los servidores del proveedor de mapas HERE usando información en tiempo real. Su precisión aumenta gracias a las funciones predictivas de la ruta mediante los servicios online de Audi Connect (gratuitos durante los tres primeros años) que gestionan información de señales de tráfico y aviso de riesgos vía Car-to-X.

Además los mapas cuentan con modelos en 3D de las principales ciudades europeas y se incluyen un sinfín de puntos de interés entre los que se encuentran lugares como gasolineras (mostrando el precio de los carburantes) y aparcamientos. El sistema multimedia también ofrece otras soluciones vía Internet como noticias online, navegación vía Google, media streaming, llamada de emergencia, asistencia online en carretera e incluso la radio cambia automáticamente entre FM y DAB según la recepción de la señal.

Los modos de conducción Audi Drive Select permiten ajustar diferentes parámetros de la conducción

Bajo esta pantalla se ubica otra de 8,6 pulgadas que sirve para gestionar las diferentes funciones de climatización y confort. Realizar todas estas operaciones aquí resulta muy intuitivo pero obliga apartar la vista de la carretera demasiado tiempo, algo que no sucede con mandos de climatización tradicionales. Del mismo modo aquí se realiza la entrada de texto mediante el sistema de reconocimiento de escritura, aunque también es posible utilizar el control de voz.

Ambas pantallas responden al tacto con rapidez y obligan a hacer una presión (como si de un botón físico se tratara) para obtener un click acústico y táctil a modo de confirmación. Pero hay una tercera pantalla, de 12,3 pulgadas: es la instrumentación completamente digital Audi Virtual Cockpit que se ofrece de serie y permite varias opciones de personalización de las vistas. Además, la lista de extras también brinda un head-up display que proyecta la información directamente en el parabrisas en un campo de 217 x 84 mm.

El arsenal digital del Q8 también llega a la llave opcional Audi Connect Key. En ella se guardan los perfiles de hasta cinco conductores que tendrán acceso al coche para abrirlo, cerrarlo o arrancar el motor y almacenar sus ajustes personales (hasta 400 parámetros diferentes). También hay soluciones para el smartphone como la app myAudi que puede abrir y cerrar el vehículo, localizarlo, verificar su estado y programar la calefacción auxiliar.

El eje trasero direccional es uno de los extras más recomendables

Agilidad sorprendente

En aras de demostrar su imagen deportiva, el Q8 es más bajo, ancho y corto que un Q7. A pesar de todo, sus dimensiones son muy voluminosas como no puede ser de otra manera en un SUV que rivaliza con el BMW X6 y el Mercedes GLE Coupé. El tamaño es una dificultad inevitable a la hora de encontrar un hueco de estacionamiento suficientemente grande pero a la hora de maniobrar el Q8 guarda un as bajo la manga: un eje trasero direccional que se ofrece como parte del equipamiento opcional por 1.460 euros.

A bajas velocidades las ruedas traseras giran hasta 5 grados en dirección contraria a las delanteras, reduciendo un metro el radio de giro de este voluminoso barco sobre ruedas. Puede no parecer mucho pero en la práctica facilita las maniobras notablemente a la hora de moverse por lugares estrechos o en maniobras de estacionamiento.

Por encima de los 60 km/h las ruedas traseras giran en el mismo sentido que las delanteras, de manera que otorga al Q8 una gran estabilidad y, sobre todo, una agilidad inusitada para un vehículo de su tamaño. Puede devorar curvas de manera incansable a un ritmo muy superior al de un Q7 a pesar de que, con un peso que supera holgadamente las dos toneladas, las leyes físicas se imponen con unas inercias evidentes.

La tracción total quattro es de serie

Cualidades offroad

Tradicionalmente los SUV han estado claramente más enfocados al uso urbanita a pesar de su estilo campero y la familia Q de Audi no es una excepción. Pero la imagen vanguardista e innovadora del Q8, que en el futuro también inspirará a los próximos Q6 y Q4, no debe servir para juzgar un libro por su portada. Lejos del asfalto puede ser muy eficaz.

Evidentemente no es un 4x4 radical y no debería utilizarse para superar obstáculos extremos pero probablemente nadie busque un modelo así para hacer rutas demasiado complejas. Sin embargo, a pesar de su imagen soficiticada el SUV alemán se atreve sin tapujos con pistas y caminos de dificultad moderada.

El juego de llantas y neumáticos que monte el vehículo resulta fundamental. Lógicamente cuanto más pequeño sea el diámetro de la llanta (lo mínimo son 19 pulgadas) mejor será en excursiones camperas pero si recurrimos a las de mayor tamaño (hasta 22 pulgadas) el confort se verá claramente mermado y las posibilidades de dañar la llanta y el neumático aumentan.

La altura libre puede variar en 90 mm para superar obstáculos

La gran distancia libre al suelo de 254 mm es una ayuda y, además, con la suspensión neumática adaptativa opcional es posible variar la altura de la carrocería en 90 mm según las circunstancias. De serie monta una suspensión con regulación de dureza que proporciona una distancia de 220 mm. Además, los voladizos cortos permiten ofrece unas cotas interesantes para un SUV de este tamaño.

Audi ha dotado al Q8 de varios sistemas de ayuda en conducción offroad. El más evidente es la tracción total permanente quattro que reparte la potencia a los ejes delantero y trasero en una proporción 40:60. En caso de pérdida de adherencia, el diferencial central mecánico es capaz de transferir hasta el 70% del par a las ruedas delanteras o hasta el 85% a las traseras.

Con el modo offroad seleccionado en el Audi Drive Select se dispone de un control de descenso de pendientes que se activa automáticamente en pendientes que superen el 6%. Mediante frenadas selectivas mantiene una velocidad constante de hasta 30 km/h y regular la velocidad de bajada es tremendamente sencillo: basta acelerar o frenar hasta la velocidad deseada y, al levantar el pie del pedal, el sistema mantendrá ese ritmo.

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