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El Bugatti 16C Galibier no fue fabricado por ser muy feo

Recientes declaraciones de uno de los responsables de la marca francesa han puesto al descubierto la verdad sobre el desarrollo del Bugatti 16C Galibier, cuyo paso a producción fue uno de los más insistentes rumores sobre la marca de la última década. Finalmente ha resultado que aquellos rumores eran ciertos y el modelo iba a ser fabricado con una serie de modificaciones de diseño, sin embargo, el resultado estético fue tan espantoso que la marca decidió anular el proyecto y no fabricarlo.

El Bugatti 16C Galibier no fue fabricado por ser muy feo
Bugatti Galibier - Bugatti

7 min. lectura

Publicado: 20/02/2020 15:00

Aunque en muchos casos pueda parecer que se trata simplemente de un tema de modas o tendencias, lo cierto es que el diseño de un vehículo es tomado muy en serio por la gran mayoría de los fabricantes. Aunque sobre gustos no hay nada escrito, lo cierto es que las marcas tratan de desarrollar sus modelos con una sola idea en mente, que les gusten al mayor número posible de compradores potenciales.

Una vez decidido el diseño, las marcas tienden a probar el resultado estético de múltiples maneras. Ya sea adelantando el modelo con un prototipo de salón o bien con los habituales grupos de opinión, en los que se muestra el nuevo diseño a un número determinado de personas para testar sus opiniones. Aún así y como bien sabemos, hay veces que el resultado obtiene la aprobación de la mayoría de los clientes y es considerado bonito y en otras sucede exactamente lo contrario.

El cancelado Bugatti 16C Galibier.

Esta anécdota revelada recientemente por Bugatti nos cuenta una situación bien distinta, en la que la marca optó por no fabricar un modelo tras haber sido modificado estéticamente por tener en cuenta las opiniones o posibles gustos de sus clientes potenciales.

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Esta historia comenzó cuando la marca francesa presentó en 2009 el nuevo Bugatti 16C Galibier, una atractiva y lujosa berlina de lujo que parecía seguir la estela del también no nato Bugatti EB112 y del prototipo Bugatti EB218, desarrollado antes de que Bugatti pasar a formar parte del Grupo Volkswagen. En aquel momento el Bugatti Veyron ya se encontraba en producción y la marca pretendía lanzar su sucesor, por lo que optaron por este atractivo y llamativo sedán de lujo que contaba con un diseño muy particular, inspirado en los grandes sedanes y GTs de la época dorada de Bugatti. Como fueron los imponentes Royale o los míticos Type 57.

De ahí su estilizada zaga de estilo fastback, que contaba con una línea de techo que fluía ligeramente hacia la redondeada zaga, con una luneta trasera muy inclinada. A modo de homenaje de las formas traseras de modelos como el Type 57 SC Atlantic, en el que precisamente también se inspiró el fallido Bugatti EB112 italiano.

Durante mucho tiempo dijimos que el Bugatti Galibier iba a ser fabricado.

Al parecer, cuando la marca decidió pasarlo a producción tomaron en cuenta las opiniones de algunos clientes y trataron de añadir más practicidad al diseño original, que fue considerado bajo y corto. Por lo que procedieron a rediseñarlo según estos parámetros, lo que supuso añadir nada menos que 152 centímetros a su longitud total y 15 centímetros a su altura. Para rematar la faena, la firma francesa decidió eliminar la silueta fastback para añadir un maletero con un tercer volumen separado, única y exclusivamente para agradar a los posibles clientes chinos.

Según las declaraciones de Achim Anscheidt, responsable de estilo de Bugatti, el resultado estético del modelo modificado fue tan espantoso que la marca decidió no pasarlo a producción. Según sus propias palabras, el nuevo diseño “visto desde el lateral parecía un perro salchicha. Desde atrás, era como mirar un bombín con ruedas”.

La muerte del proyecto tuvo lugar el 10 de mayo de 2012, momento en el que un “poderoso e influente caballero de Salzburgo” acudió a una visita a la factoría (se sobreentiende que se trata de Ferdinand Piëch) y se sorprendió desagradablemente con el resultado del modelo modificado. Por lo que dio la orden de eliminar el proyecto inmediatamente, tras un año y medio de desarrollo.

Debía ser el sucesor del Veyron.

Lo curioso es que los responsables de la marca ya habían puesto en marcha un plan B justo un año antes, durante el verano de 2011, al ver el previsible resultado del nuevo rumbo que había tomado el proyecto. Por lo que con la ayuda de Walter da Silva, Achim Anscheidt ya había comenzado el desarrollo de un nuevo deportivo que sirviera como sucesor al Bugatti Veyron, en previsión de que el proyecto del sedán fuera anulado.

Ese nuevo proyecto fue llevado en secretodurante todo ese tiempo y, literalmente, escondido durante la visita del 10 de mayo de 2012. Pero, ese mismo día, en la reunión en la que fue anulado el Galibier de producción y durante la discusión sobre el futuro de la marca y el posible sucesor del Veyron, el proyecto del nuevo deportivo fue mostrado por primera vez a los superiores de VAG, quienes inmediatamente dieron luz verde al desconocido proyecto, cuyo resultado conocemos de sobra, el Bugatti Chiron.

Del Galibier modificado nunca hemos llegado a ver una imagen y teniendo en cuenta que sus propios responsables han llegado a reconocer que era feo, podemos esperar que nunca lleguen a ver la luz del día. No al menos a corto plazo.

Fuente: Hagerty

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