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Čezeta regresa 20 años después con la 506 eléctrica

Después de unos meses de retraso, falta poco para la resurrección comercial de la popular moto checoslovaca de finales de los años 50. Llega como un modelo 100% eléctrico, como los scooters más modernos, una mezcla de lo clásico y la tecnología punta.

6 min. lectura

Publicado: 10/01/2017 18:00

Čezeta Type 506

Sin duda lo retro está de moda, y si en el mundo de las cuatro ruedas ha funcionado lo de las reediciones, ¿por qué no va a funcionar con las dos ruedas? No solo de la Vespa vive la nostalgia, desde la República Checa nos viene otra propuesta, la reedición de la mítica Čezeta con motor eléctrico.

Corrían los finales años 50, cuando la antigua Checoslovaquia estaba subyugada a la Unión Soviética, era un país al otro lado del telón de acero. Dentro de las particularidades de la economía planificada hubo un fabricante de motocicletas, Česká Zbrojovka Strakonice (ČZ), también conocido por fabricar armamento.

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Esta empresa se dedicó a la producción de motocicletas desde 1935, antes de la anexión por parte del III Reich, hasta 1997, cuando la República Checa ya era un país europeo de pleno derecho, aunque hasta 2004 no entró a la UE. Durante 20 años Čezeta ha estado en el olvido, pero este año volverá a brillar. Un grupo de emprendedores recuperó la licencia y los derechos de uso para volver a producir una versión moderna de la 501 y 502.

Un vistazo a su pasado

En 1957 aparece en el mercado la Čezeta 501, con un motor monocilíndrico de dos tiempos y 175 centímetros cúbicos. Con un diseño muy similar a la italiana Lambretta, el depósito de gasolina se coloca sobre la rueda delantera, en una prolongación aberrante del guardabarros fijo, con faro al estilo cíclope.

Esta peculiar configuración no era más peligrosa que en cualquier otra motocicleta, a pesar de lo que pueda parecer. Otra de sus ventajas es el espacio resultante debajo del asiento, apto para dos pasajeros, y la posición natural para el conductor. Si había que colocar equipaje, se podía atar en una rejilla por delante del carenado.

La producción de la 501 duró hasta 1960, cuando es reemplazada por la Čezeta 502, que se diferencian básicamente por la colocación de la bocina y las versiones que podían tener motor de arranque. La producción de la 502 duró otros tres años. 50 años después comenzó el desarrollo de la 506, que recupera la estética de las 501/502, pero están adaptadas a los nuevos tiempos.

El padre de la criatura, Neil Eamonn Smith

Čezeta 506 electric

La nueva versión prescinde del motor de combustión interna y de las complicaciones de cumplir con la normativa Euro 4, que ya está vigente para las dos ruedas. La producción empezará este año, con una tirada inicial de 600 unidades que se llamarán serie especial Constructor.

Dispondrá de dos versiones, 506/01 y 506/02

Le impulsa un motor eléctrico capaz de rodar por encima de los 100 km/h en el caso de la 506/02, algo que las versiones originales no eran capaces de conseguir, y que casan con lo que se espera de un scooter de 125 cc actual. De hecho, una aceleración de 0 a 50 km/h en 2,7 segundos es muy interesante para el tráfico moderno. La 506/01 es más modesta, alcanza 85 km/h y acelera a 50 km/h en 4,3 segundos.

En vez de depósito de gasolina tiene una batería con una capacidad de 4 a 6 kWh, según modelo, que se puede recargar en un enchufe normal y corriente en dos a tres horas. La autonomía que anuncia el fabricante está entre los 100 y los 150 kilómetros, aunque es posible alcanzar 100 más con una especie de remolque que saldrá al mercado más adelante. Carga a un ritmo de 42 kilómetros por hora enchufada.

Estas primeras 600 unidades darán paso a una producción más numerosa, con un precio que supera los 7.000 euros. Se fabrica de forma artesanal, por lo que no es una moto de alto volumen de producción. La garantía es, como poco, esperanzadora, de dos a cinco años, y de 40.000 a 100.000 kilómetros, lo que antes ocurra.

El diseño respeta todo lo posible a las antepasadas checoslovacas, incluyendo la simplicidad. En la instrumentación solo se ve la carga de la batería, kilometraje y la velocidad. La simplicidad también se aplica a la conducción, no hay marchas, solo hay que preocuparse de acelerar y de frenar. Dispone de frenada regenerativa para llegar un poco más lejos y cansar menos al sistema de frenado.

Se pueden elegir tres modos de conducción, que dan a elegir entre una mejor autonomía y una entrega de potencia más viva. Notaremos también que es una moto más moderna por dos conectores USB, cortacorriente en caso de accidente, posibilidad de tener teléfono manos libres por Bluetooth, luz LED, etc.

Curiosamente, la página Web también está traducida al castellano, por si os interesa.

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