La clase GTLM de las 24 Horas de Daytona marca el camino

Más allá del debut de los nuevos DPi, de la victoria de Cadillac o del polémico final de las 24 Horas de Daytona, la primera gran carrera de resistencia de la temporada nos ha dejado una interesante lectura en la clase GTLM, toda vez que sirve de adelanto a lo que se verá a lo largo de 2017 en la categoría GTE-Pro del WEC. El Ford GT #66 de Joey Hand, Dirk Müller y Sébastien Bourdais se llevó la victoria, no sin presión de uno de los nuevos Porsche 911 RSR y del Ferrari 488 de Risi Competizione.

Dejando de lado las mínimas variaciones técnicas y el distinto 'Balance of Performance' aplicado, lo cierto es que la cita en Daytona brindó un notable espectáculo en la clase GTLM. El Ford GT #66 consiguió la victoria tras 652 giros por sólo 2.9 segundos de margen respecto al Porsche 911 RSR #911 de Patrick Pilet, Dirk Werner y Frédéric Makowiecki. Además, el Ferrari 488 #62 cruzó la meta a 91 milésimas del Porsche, demostrando que está a la altura de sus rivales. No se puede decir lo mismo de un Chevrolet Corvette C7.R que aguantó el tirón gracias a Antonio García y a sus compañeros aprovechando las condiciones de lluvia.

Con todo, las 24 Horas de Daytona han dejado patente que la nueva camada de GT está muy pareja, fruto del concepto y diseño más cercano a los prototipos que han recibido el Ford GT, el Ferrari 488 GTE y el Porsche 911 RSR. Este último es quizá el mejor ejemplo de la ruptura que han sufrido los modelos de competición respecto a sus equivalentes de producción, toda vez que el nuevo 911 RSR tiene configuración de motor central. Está claro que el Corvette C7.R y el vetusto Aston Martin Racing, de otra generación y mucho más fieles a los modelos de calle, deberán apelar al 'BoP' para poder aguantar el ritmo.

A pesar de ello, es difícil extrapolar el rendimiento exacto de cada uno de los GT. Lo primero porque Daytona es un circuito muy distinto a los que protagonizan el calendario del WEC, una distancia que se hace todavía más notable en relación a La Sarthe, escenario que acoge las 24 Horas de Le Mans. Además, la carrera se disputó en gran parte de su extensión en condiciones de mojado, lo que sin duda benefició a un Porsche 911 RSR que en seco ofreció sensaciones un poco más discretas. Con todo, Ford, Ferrari y Porsche están llamados a regalarnos un gran espectáculo en el Mundial de Resistencia.

Fotos: Ford Performance