He viajado a la República Checa en coche y estas son las 5 cosas importantes que he aprendido
Es un país precioso con muchos atractivos turísticos y unas carreteras muy diferentes de las de sus países vecinos, si bien has de tener en cuenta una serie de cosas para cuando quieras visitar por carretera algunos de sus rincones y parajes.

Está claro que cada país es un mundo e incluso dentro de un país podemos encontrar enormes variedades - en España se ve un caso claro, unos contrastes espectaculares de norte a sur en todos los sentidos. Estos contrastes también los encontramos en las carreteras, de modo que en apenas unos minutos podemos pasar de un escenario a otro muy, pero que muy distinto.
Este mes de octubre, tocó visitar el centro de Europa, pudiendo visitar tanto Alemania como Austria y República Checa. Y, aunque puedan parecer países que tienen cosas en común, dado que comparten fronteras y son colindantes, lo cierto es que en el caso de la República Checa se pueden ver cosas muy particulares. Desde luego, yo me quedé sorprendido en menos de 10 minutos.

Conducir por República Checa
Es conocido que, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha sido una referente en lo que concierne a red de carreteras y autopistas, de manera que es posible cruzar grandes distancias de manera cómoda. Autopistas y autovías con un firme casi perfecto, en algunos puntos sin límite de velocidad, carreteras amplias...
En definitiva, el sueño para todos aquellos 'tragamillas' o los que disfruten de la conducción de un gran turismo. ¡Y encima sin peajes! No obstante, esta historia cambia un poco si nos desviamos a los pueblos cercanos de la frontera con Austria y República Checa, con carreteras más serpenteantes y muchas más elevaciones.
Carreteras muy diferentes en cuestión de kilómetros
Pero el verdadero cambio llega nada más cruzar la frontera y pisar suelo checo - o carretera checa, más bien. Un contraste mucho más súbito del que podríamos pensar, incluso para el que esté acostumbrado a pasar entre Francia y España.

Lo primero parece de perogrullo, pero conviene recordarlo: en República Checa no se utiliza el euro, sino la corona checa (1 euro equivale a 24,30 coronas, según cambio de divisas de octubre de 2025). En caso de tener que pagar en un establecimiento y no acepten tarjeta, algo bastante común tanto en el sur de Alemania como en sitios turísticos checos, es importante tenerlo en cuenta. Lo dice quien sacó euros de un cajero horas antes de entrar en el país...
El ticket que necesitas para conducir
Si uno viene de Alemania, con coche de alquiler por ejemplo, y va a coger autopista checa, es necesario hacerse con un toll ticket de antemano. Es posible adquirirlo vía online a través del teléfono móvil, pero también existe la vía tradicional de acudir a una gasolinera cercana a la frontera.
Ocurre tanto para Austria como para República Checa: en este último caso, notablemente más económico. Para un solo día, no llega a 9 euros, si bien sale más rentable si uno va a circular durante 10 o 30 días. También varía en función de si es un coche de combustible convencional/GLP, híbrido enchufable. GNC/GNL o biometano.

Caminos de ensueño
Pero, ¿y si nos desviamos de las carreteras principales? Puede ocurrir bien para evitar las autopistas o bien por cuestiones de navegación. Y es que justamente en las zonas cercanas a las fronteras la cobertura puede fallar, complicando el trabajo de los sistemas GPS de los vehículos o el funcionamiento de Android Auto/Apple Carplay. Claro que el clásico sistema SLC (sigue los carteles) no falla tampoco en República Checa.
Y si vamos por estas carreteras...prepárate. Si te gusta conducir (personalmente, yo lo gocé), te esperan algunos de los caminos más bonitos de Europa Central, atravesando bosques, pueblos y praderas, como si uno se metiera en una película de las que solemos ver en sobremesa. Especialmente en octubre, cuando se combinan hojas verdes, amarillas, naranjas y rojas, bailando en el aire así como depositadas en la carretera.
Algunas carreteras están especialmente bacheadas
Si uno conduce un coche con una buena puesta a punto, aquí es donde le va a sacar mucho, pero que mucho jugo. Por el contrario, si es una puesta a punto más blanda, más para el confort, habrá curvas en las que no se sentirá cómodo en los apoyos.

Muchas carreteras están en un buen estado, incluso secundarias. Ahora bien, existen otras que están muy, muy rotas y bacheadas, además de ser recorridos muy serpenteantes. Y es que es fácil encontrarse con zonas utilizadas para rallies en República Checa, donde son muy populares - en mi caso fue en el entorno de Cesky Krumlov, cerca de tramos utilizados en el Mundial de Rallies (WRC).
La marca que más verás es la de casa
Lo mismo nos va a ocurrir si vamos más al norte, hacia la zona de Klatovy. Todo lo contrario a Alemania: aquí los caminos son una auténtica aventura, aunque para los más cafeteros del volante, será como un parque de atracciones.
Ahora bien, ¿Qué coches vamos a encontrar? La respuesta es obvia: Skoda. Tanto modelos actuales, como modernos, hasta llegar a los clásicos de la era previa a incorporarse al Grupo Volkswagen. Allí, el producto patrio es el claro líder del mercado.
Fotos: Red Bull Content Pool
