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Daimler podría tener que llamar a revisión aún más Mercedes-Benz con motores diésel

Las autoridades alemanas sancionaron a Daimler con 870 millones de euros por haber puesto a la venta unos 684.000 turismos y furgonetas con motores diésel que no cumplían con el estándar de emisiones Euro 6b. Puede que haya más llamadas a revisión.

6 min. lectura

Publicado: 29/11/2019 21:30

Vano motor del Mercedes-Benz 180d (W205), uno de los afectados por emisiones excesivas de óxidos de nitrógeno

El caso #Dieselgate sigue trayendo cola después de cuatro años. Un selectísimo grupo de fabricantes, además de Volkswagen, siguen haciendo frente a las consecuencias del escándalo de emisiones de motores diésel de una forma o de otra.

Para Daimler, la matriz de Mercedes-Benz y smart, esto todavía no ha acabado. Según una información del semanal alemán Der Spiegel, puede que haya que realizar aún más llamadas a revisión, y en el punto de mira están los motores de origen Renault empleados en las clases A y B de la generación anterior.

Hasta la fecha, los coches de Mercedes-Benz que han sido sancionados por exceso de emisiones de óxidos de nitrógeno tenían motores propios, salvo los OM 622 de origen Renault. Fruto de la alianza con Renault, también se han compartido otros propulsores, 1.6 turbo de gasolina y 1.5 turbo de gasóleo. Los tricilíndricos 0.9 de smart van por otro lado.

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Las nuevas generaciones de la clases A y B están fuera de sospecha

De momento sabemos que Daimler ha declinado hacer comentarios sobre esa información, si bien no queda badescartado por su parte que la autoridad federal de transporte alemana, la KBA, llame de nuevo a sus puertas. Por otro lado, Renault se quita la acusación de encima.

Los motores Renault que se han usado en vehículos Daimler no son responsabilidad exclusiva de los franceses. Los ingenieros de Daimler son los que colocan los sistemas auxiliares, los que deciden el "empaquetado" dentro del vano motor y los que realizan los ajustes finos para que todo vaya bien en un modelo concreto.

Desde hace meses, Daimler está trabajando en la reducción de los óxidos de nitrógeno de sus motores mediante la recalibración de sus centralitas, que de serie relajan los controles antipolución con el objetivo de mejorar el rendimiento y prevenir la aparición de ciertas averías. Es lo que conocemos como "ventana térmica".

La investigación de la KBA empezó con las furgonetas Mercedes-Benz Vito en sus versiones 109/111 CDI, es decir, con el motor OM 622 1.6 de origen Renault

Pero a juicio de la KBA, la autoridad competente para la homologación de esos motores, eso y la manipulación de centralitas que llevaron a cabo Volkswagen -y varias de sus marcas- y el especialista en componentes Bosch viene a ser lo mismo. En otras palabras, una desconexión injustificada de los sistemas antipolución que no se daba en laboratorios.

Hasta la fecha han sido llamados a revisión los siguientes modelos con motores diésel, entre otros (la lista completa se puede ver aquí):

  • Vito 1.6 (OM 622) - de origen Renault
  • Clase C 1.6 (OM 626)
  • Clase ML, GLE, GL y GLS 3.0 (OM 642)
  • Clase V 2.2 (OM 651)
  • Clase GLC 2.2 (OM 651)

Todos esos motores corresponden a los estándares Euro 6b, y no están afectadas todas las unidades, depende del periodo en el que se fabricaron, por lo que en caso de duda hay que acudir a la lista oficial o consultar con un servicio oficial de Mercedes-Benz. Respecto a la generación Euro 5, otros modelos se vieron afectados, como la Clase GLK.

Los sucesores Euro 6d de los modelos afectados tienen un sistema mucho más complejo y eficaz para mantener las emisiones a raya

La KBA ordenó que esos vehículos fuesen llamados a revisión para que el fabricante actualice sus centralistas y se reduzca el impacto negativo en el medio ambiente fruto de esas emisiones de NOx de más. Para Daimler todo se debe a la particular forma de la KBA de interpretar la normativa, no asume ninguna culpabilidad.

Sin embargo, Daimler fue condenada en septiembre a desembolsar 870 millones de euros de sanción. No está muy lejos de los 1.000 millones que tuvo que pagar Volkswagen, pero por encima de los 535 millones que se impusieron a Porsche o los 90 millones que Bosch tuvo que pagar por el mismo escándalo.

Si bien es cierto que Daimler ya había llamado a revisión a la mayoría de esos 684.000 vehículos, el matiz está en que eso se hizo voluntariamente, y cuando la KBA lo exige es obligatorio. En Alemania la obligación de la llamada a revisión es tanto para el fabricante como para el cliente, no así en España, donde el cliente no está obligado.

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