Ford desplegó buena muestra de sus deportivos míticos en Ginebra 2017

Ford GT 2017 GTE Pro.

En esta edición del Salón de Ginebra asistimos a numerosas novedades y presentaciones, no en vano es la cita más importante del año. Aunque no tiene el tamaño de salones como el de Frankfurt, es el evento escogido por las principales marcas para desvelar sus novedades más importantes de la temporada.

Esto provoca que los fabricantes le presten mucha atención a la composición de su stand, y en algunos casos, contando incluso con zonas de exhibición alternativas, como ha sido en esta ocasión el caso de Ford, que ha dispuesto de una magnífica exposición con algunos de sus vehículos deportivos y de competición más llamativos y míticos.

Situado junto al stand de Mazda, la marca del óvalo azul desplegaba una interesante colección de modelos deportivos, muchos de ellos vintage. Algunas versiones comerciales hace ya tiempo desaparecidas del mercado pero otras con mucho más pedigrí, entre las que encontrábamos algunos modelos de competición más exitosos de la marca.

El nuevo Ford GT 2017 era protagonista absoluto, como podéis ver en las imágenes no solo contábamos con la presencia del nuevo deportivo de motor central americano, Ford había dispuesto dos ejemplares del nuevo GT acompañados por un Ford GT40, que lucía un acabado de color imitando el de la unidad del GT40 que ganó Le Mans en 1966, y del que ya te hablamos en profundidad hace unos meses.

Uno de los ejemplares del Ford GT 2017 se correspondía con la versión ‘66 Heritage Edition, que precisamente homenajea al GT40 ganador de Le Mans en 1966.

La presencia del deportivo es lógica, es una de las más relucientes novedades de la marca, pero estos estaban acompañados por un buen número de modelos históricos europeos, como el Fiesta XR2 de primera generación o el siempre espectacular Escort RS Cosworth.

Ford GT40.

El primer Fiesta XR2 nacía a principios de los años 80, con la primera generación del modelo y podemos definirlo como el antecesor del actual Fiesta ST de 200 CV. En Ginebra se mostraba la versión XR2 del pequeño utilitario deportivo, que ya contaba con un motor de 4 cilindros y 1.6 litros que entregaba 97 CV (96 hp) y una caja manual de 5 velocidades. Esta versión recibía un exterior algo más agresivo y llantas específicas.

El Escort RS Cosworth es algo diferente, no se trataba simplemente de una versión deportiva de gama, sino la versión de calle creada para homologar el modelo de Grupo de A en el campeonato del mundo de Rallys, aunque años después Ford abandonaba esta fórmula y homologaba el Escort bajo la clasificación WRC. Disponía de un 4 cilindros de 2.0 litros sobrealimentado preparado por Cosworth que entregaba 227 CV.

Su espectacular alerón trasero sobreelevado (opcionalmente se podía prescindir de el) es su mayor seña de identidad, heredado del empleado por el Sierra Cosworth, su antecesor. Como este, el Escort RS Cosworth es uno de los modelos de calle de la marca más admirados.

Ford Escort RS Cosworth.

La presencia del Fiesta XR2 contrastaba enormemente con el nuevo Ford ST presente, dos modelos separados por más de tres décadas y que a simple vista ni siquiera parecen estar relacionados. El nuevo Fiesta es un modelo visiblemente mayor visualmente y su motor de 200 CV le confiere un rendimiento de otra galaxia, en comparación con el deportivo de los años ochenta.

Otro gran modelo de rallyes presente en el stand de Ford en Ginebra era el Focus, concretamente una unidad de con la que compitió el mítico Colin McRae en el Rally Safari 1999, prueba que ganó precisamente el campeón escocés. La configuración para el Rally Safari era la más espectacular, con suspensión elevada y múltiples protecciones exteriores para poder asumir la dureza de la prueba keniata. También podíamos encontrar un Escort México, una unidad regular transformada con las especificaciones que contaba el modelo de carreras en los años setenta.

Uno de los modelos más interesantes de la muestra era el Mirage GR802, el ejemplar vencedor de las 24 Horas de Le Mans de 1975, con Jacky Ickx y Derek Bell al volante. Empleaba un motor V8 de la marca norteamericana y fue el último modelo de la marca en obtener una victoria en La Sarthe.

Mirage GR802 ganador de Le Mans.

Mirage fue una exitosa marca de deportivos de competición, fabricados por J.W. Automotive Engineering de Inglaterra. Comenzaron en 1967 con un modelo basado directamente en el Ford GT40 y empleaban la célebre librea de Gulf, azul y celeste. Salvo las temporadas 1970 y 1971, que emplearon como modelo el Porsche 917, siempre emplearon mecánicas Ford.

La colección era muy completa, aunque echamos de menos algunos modelos, como los Sierra Cosworth, Ford RS200 o algún prototipo del GT70. Modelos también muy llamativos de la historia de Ford.