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Porsche 917K 1969: a la venta el primer ejemplar del 917 que logró acabar una carrera

  • El Porsche 917 es todo un icono de la marca alemana, cuya máxima expresión fueron las unidades que compitieron bajo los célebres colores de Gulf.
  • Este es uno de esos pocos ejemplares, disponible tras acabar un extenso trabajo de restauración de varios años y que cuenta con particularidades como haber gozado de dos números diferentes de bastidor, una pequeña triquiñuela que usó la marca en su día.
Porsche 917K 1969: a la venta el primer ejemplar del 917 que logró acabar una carrera

6 min. lectura

Publicado: 21/02/2017 15:00

Porsche 917K bastidor 004, ahora reconvertido a 017.

El Porsche 917 es todo un mito de los circuitos. Fue el primer vehículo que le dió a Porsche sus 2 primeras victorias en las 24 Horas de Le Mans y fue imbatible en muchos circuitos del planeta. También pasó a la historia por ser uno de los protagonistas del largometraje “Le Mans” de Steve McQueen.

La librea más conocida de este modelo es sin duda la celeste y naranja de Gulf, que también aparecía en la película de McQueen y son pocos los ejemplares que la portan.

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Este es uno de ellos, uno de los primeros ejemplares del 917K, el chasis 917-004. Fue empleado en competición durante sus primeros años, siendo estrenado en los 1.000 kms de Nürburgring de 1969, acabando octavo y por tanto convirtiéndose en el primer Porsche 917 que lograba acabar una carrera. Realmente fue la segunda carrera de un 917, pero en la anterior ocasión, diversos fallos provocaron que el modelo no acabara la primera vuelta, por lo que el 004 es oficialmente el primero en terminar una carrera.

12 cilindros plano de 5.0 litros.

En noviembre de ese año, el modelo fue transformado a las especificaciones 917K, con la carrocería que dispone ahora y en diciembre fue entregado a J.W. Automotive Engineering, que compitió con el por primera vez en abril de 1970, en los 1.000 kms de Brands Hatch. Allí fue pilotado por Jo Siffert y Brian Redman, su resultado no fue todo lo bueno que cabría esperar, pues estuvo gran parte de la carrera en segunda y tercera posición, pero fue golpeado por el Ferrari 512S de Chris Amon en la vuelta 177, con el consiguiente abandono.

Este es por tanto uno de los primeros ejemplares que cimentaron la leyenda de lo que es hoy el 917 para Porsche, un auténtico game-changer, un deportivo de competición que volvió a cambiar el juego y volvió obsoletos a todos sus competidores ya en sus primeros pasos.

Tras ser dañado, el chasis 004 fue devuelto a fábrica para reparación, aunque como se cuenta en James Edition, donde está ahora a la venta, se le sustituyó la identificación del bastidor para poder emplear el chasis 017 con su numeración, y que así pareciera que el bastidor 917-004 seguía activo. Ya que el 004 disponía ya de toda la documentación de aduanas en regla.

A inicios de los setenta se le cambió la numeración de bastidor.

Desde ese momento, el 917-004 pasó a denominarse 917-017, y en 1975, Porsche lo vendía a Alan Hamilton, importador de la marca en Australia y ávido coleccionista de los modelos alemanes. Estuvo en su poder cerca de 3 décadas y lo traspasó a a Gregor Fiskens en 2004.

Este es el propietario de Fiskens, un conocido establecimiento especializado en exclusivas y valoradas piezas clásicas. En un principio, el vehículo fue ofrecido a Stephane Ratel de SRO Motorsports Group, fundador de las BPR Series, y a un conocido suyo, pero finalmente, la falta de tiempo de Ratel, que pretendía emplear el 917-004 en eventos vintage, provocaba que el modelo acabara en las manos del coleccionista Miguel Amaral, de Portugal.

El 917K estuvo en la península ibérica con Amaral hasta el año 2008, cuando decidió enviarlo a California, para una completa restauración guiada por el especialista Kerry Morse. La dificultad de los trabajos de restauración dilataron el proceso, y en 2011 pasó a manos de Bruce Canepa, que se hizo con el vehículo y continuó la restauración, devolviéndole la configuración original del modelo en Brands Hatch.

Esta es la decoración que lució en Brands Hatch en 1970.

Sin embargo, las instalaciones de Canepa estaban ocupadas por varias restauraciones, incluida la de otro Porsche 917, por lo que decidieron enviarlo a las de Kevin Jeannette de Gunnar Racing, en Palm Beach, Florida.

Los trabajos en Florida llevaron dos años, y entre otras modificaciones se aumentó la cilindrada del 12 cilindros plano a 5.0 litros, modificando cigüeñal y pistones. La transmisión sigue siendo la Type 920 de cuatro velocidades original, que fue reconstruida por completo.

Los trabajos de reacondicionamiento del 917K le devolvieron la misma imagen que disponía en 1970, con la célebre librea Gulf incluida. En las imágenes del interior podemos ver el alto grado de calidad de la restauración y encontrar algunos detalles curiosos, como el extraño pomo de la caja de cambios acabado en madera. Este material fue escogido porque el de metal se calentaba demasiado al darle el sol y se quejaron los pilotos, cambiando al pomo de madera.

En detalle el pomo del cambio, a la derecha.

Muchos años después, Porsche quiso hacer un pequeño homenaje a esta anécdota incorporando un pomo similar de manera en el Carrera GT de 2005.

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