Eslovaquia, centro neurálgico de automoción

Eslovaquia es un país europeo desde el año 2004. Linda con Polonia, Ucrania, Austria y República Checa y tiene seis millones de habitantes. Es cierto que el precio de la mano de obra, y por tanto el sueldo de un trabajador, es muy inferior al de países como España, por lo que muchos fabricantes decidieron hace unos años construir plantas de producción para derivar la fabricación de algunos modelos a este país y abaratar el coste.

A día de hoy es una gran potencia automovilística, especialmente las localidades de Bratislava, Zilina, Trnava y Martin. El grupo Volkswagen fue el primer fabricante en establecerse en este país y continúa realizando importantes inversiones en Eslovaquia, al punto de que el Audi Q7, Touareg y las carrocerías del Bentley Bentayga se fabrican en Bratislava. En 2003, PSA se ubicó en Trnava con el 208, mientras Kia se ubicó en Zilina, en 2004, con toda la producción del Cee'd y Sportage.

Eslovaquia es el miembro que económicamente crece más rápido de la zona euro. Algunos datos que refuerzan la posición de Eslovaquia como país fabricante destacado en Europa:

1. En la última década, es líder mundial en términos de producción de automóviles per cápita, con 179 vehículos fabricados en 2014 por cada 1000 habitantes.
2. El 99% de los vehículos fabricados en este país se exportan a mercados como Alemania, Reino Unido, China, Francia e Italia.
3. 200.000 personas trabajan en el sector de la automoción en Eslovaquia, incluyendo los que se encuentran en empresas de componentes, más los empleos directos e indirectos.
4. En 2014, Kia fabricó 323.730 unidades en la planta de Zilina, además de 493.000 motores. Un 55% correspondió al Sportage, un 36% al Cee'd y un 9% al Venga.
5. De 493.000 motores fabricados por Kia en 2014, más de la mitad se enviaron a factorías de Hyundai y un 22% de esta cifra correspondió al motor de gasolina de 1,6 litros GDi.

Eslovaquia seduce a los fabricantes

En 1990, Volkswagen comenzó su inversión en este país y otros fabricantes comenzaron conversaciones con el gobierno eslovaco para situarse en esta región de Europa Central, a lo que se sumaron también la industria de los componentes de automoción.

Eslovaquia es un país con una estabilidad política y económica al nivel de los principales países europeos y cuenta con un sistema de impuestos competitivos en forma de exenciones fiscales y otros incentivos, y una disponibilidad de mano de obra altamente cualificada, que se complementa con un coste laboral muy favorable, además de contar con una importante y constante inversión en sus infraestructuras y una ingente cantidad de terreno industrial.

Pero uno de sus activos más importantes radica en la educación. Eslovaquia cuenta con una base científica y de ingeniería, con la Academia Eslovaca de Ciencias, la Universidad Técnica de Kosice, la Universidad Eslovaca de Tecnología de Bratislava y la Universidad de Zilina que realizan importantes avances y desarrollos en movilidad eléctrica.

Y no sólo eso, sino que principales proveedores de componentes de nivel mundial: Johnson Controls, Continental, Faurecia, Getrag o ZF Sachs han cerrado acuerdos con el gobierno del país para crear becas para alumnos de estas universidades implantando un sistema de educación dual que posibilite crear profesionales bien cualificados y que puedan trabajar en sus centros de I+D en Eslovaquia, ya que las competencias y experiencias de los investigadores, científicos e ingenieros eslovacos son muy elogiadas por muchos de estos proveedores de automóviles.

¿Hay sitio para más?

En Eslovaquia, hay más de 300 plantas de producción de automóviles y de componentes de proveedores y sigue habiendo espacio. El gobierno eslovaco estima que hay para otras 100 fábricas más. Jaguar Land Rover está construyendo una nueva fábrica en la localidad de Nitra y que prevé inaugurar en 2018 con una capacidad de producción inicial de 150.000 vehículos al año.

Otra ampliación: Porsche trasladará toda la producción del Cayenne a este país a finales de 2017, por lo que la tercera generación ya será "100% Made in Slovak", que se sumará a una nueva planta de estampación de acero y aluminio y a una inversión prevista por Volkswagen cifrada en 600 millones de euros y más de un millar de nuevos robots.

Una división del gigante de componentes Magna también prevé establecerse para fabricar piezas de plástico interiores y servir a los fabricantes de automóviles localmente instalados y exportar a otros países tanto de Europa como de China.

Sí, has leído bien. Al gigante asiático también llegan componentes originales para reparaciones de modelos o para factorías como Audi, Volkswagen o BMW, ya que la mayor parte de los proveedores de automóviles que operan en Eslovaquia tienen procesos de producción altamente especializados y se consideran proveedores de categoría 1.