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Por qué Europa se equivoca al priorizar las ventas de coches eléctricos y no la (deficiente) instalación de cargadores

Con el aumento constante de la cuota de mercado de los nuevos vehículos eléctricos, el despliegue de infraestructura de carga pública debe estar respaldado por objetivos ambiciosos y oportunos. Pero no está siendo el caso.

Por qué Europa se equivoca al priorizar las ventas de coches eléctricos y no la (deficiente) instalación de cargadores
Los puntos de carga públicos son esenciales para la expansión del vehículo eléctrico.

5 min. lectura

Publicado: 27/02/2023 12:30

La transición hacia la movilidad eléctrica es una prioridad para muchos países, incluyendo a los miembros de la Unión Europea (UE), quienes se han comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para afrontar la crisis climática.

En ese sentido, el incremento en la cuota de mercado de los vehículos eléctricos es una buena señal, pero ¿qué hay de la infraestructura de carga necesaria para alimentarlos?

La instalación de cargadores crece a un ritmo insuficiente

Según los datos proporcionados por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), las ventas de nuevos vehículos eléctricos crecieron un 3 % en 2022, llegando a una cuota de mercado del 12,1 %.

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Esto marca un avance significativo en comparación con el año anterior, lo que sugiere que los consumidores están cada vez más interesados en los vehículos eléctricos. Sin embargo, el ritmo de la infraestructura de carga pública no está creciendo a la misma velocidad.

Entre 2016 y 2022, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron casi 17 veces, mientras que el número de puntos de carga públicos en la UE se multiplicó por seis. Si bien puede parecer una mejora significativa, el ritmo de instalación de puntos de carga sigue estando muy por debajo de la tasa de crecimiento de ventas de vehículos eléctricos.

El ritmo de instalación de puntos de carga es muy inferior al de venta de vehículos eléctricos.

Es por eso que la UE ha establecido la Regulación de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR), que busca impulsar el despliegue de infraestructura de carga pública en toda Europa. Esta regulación establece objetivos para los Estados miembros de la UE, tales como la instalación de al menos un punto de carga por cada diez vehículos eléctricos para el año 2025.

Por todo ello, ACEA solicita a los gobiernos y la industria que trabajen juntos para acelerar el despliegue de infraestructura de carga pública y garantizar que los conductores de vehículos eléctricos tengan acceso a una infraestructura de carga segura, fiable y conveniente en toda Europa.

Sólo así se podrá fomentar una transición fluida hacia la movilidad eléctrica y alcanzar los objetivos climáticos establecidos por la UE, afirman.

Los inconvenientes de tener una infraestructura de carga insuficiente

Es un problema importante que el ritmo de ventas de coches eléctricos sea muy superior al de instalación de cargadores públicos en Europa.

Si bien la creciente adopción de vehículos eléctricos es una señal positiva de que los consumidores están dispuestos a adoptar la movilidad eléctrica, la falta de infraestructura de carga adecuada puede limitar su capacidad para utilizar sus vehículos de manera efectiva y, en última instancia, puede desalentar a los consumidores a comprar vehículos eléctricos en el futuro.

El hecho de que las ventas de vehículos eléctricos hayan aumentado casi 17 veces entre 2016 y 2022, mientras que el número de cargadores públicos sólo se ha multiplicado por seis en el mismo período, sugiere que hay un desequilibrio entre la demanda de vehículos eléctricos y la disponibilidad de infraestructura de carga pública.

Si no se aborda este desequilibrio, puede haber problemas para lograr los objetivos climáticos establecidos por la UE en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Además, la falta de infraestructura de carga también puede ser una barrera para que las personas que viven en zonas urbanas o sin acceso a un estacionamiento privado puedan utilizar vehículos eléctricos.

Sin cargadores públicos suficientes y convenientemente ubicados, estos conductores pueden tener dificultades para recargar sus vehículos y, por lo tanto, no ser capaces de hacer la transición a la movilidad eléctrica.

Por todo ello, es crucial que los gobiernos y los actores del sector de la movilidad eléctrica trabajen juntos para acelerar la construcción de infraestructura de carga pública en toda Europa y garantizar que los conductores de vehículos eléctricos tengan acceso a una red de carga suficiente y bien ubicada.

Fotos: Freepik

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