Ni en Europa se ponen de acuerdo, ahora el Partido Popular Europeo pide eliminar la prohibición de los coches térmicos en 2035
A vueltas con la prohibición de los coches de combustión interna para el 2035 y los límites de emisiones de CO2 para el año que viene. El mayor grupo político del Parlamento Europeo vuelve a meter presión para aliviar estas medidas.
La industria automovilística europea se enfrenta a enormes retos en los próximos tiempos. En el corto plazo, gigantes como Volkswagen o Stellantis tienen que afrontar profundas reestructuraciones internas. En el medio plazo, todos los fabricantes deberán afrontar fuertes sanciones si no cumplen con las emisiones medias de CO2 impuestas por Europa para el año que viene.
Y ya en el largo plazo sigue estando el 2035 como fecha límite para que las marcas sigan vendiendo vehículos con motor de combustión. A este panorama se le suma el debilitamiento de la demanda de coches eléctricos a nivel mundial y la presión de las marcas chinas en su expansión con sus coches más asequibles.
Todos estos desafíos que se le plantean a los fabricantes pueden desencadenar en decisiones doloras que pueden ir en contra, precisamente, de lo que se busca: aumentar las inversiones en la electrificación de las gamas de coches y favorecer la descarbonización del transporte por carretera.
Frente al enfoque de prohibiciones que ha ido mostrando la Comisión Europea en los últimos años, ahora vuelve a surgir el grupo político mayoritario del Parlamento Europeo. El PPE salta de nuevo a la palestra para reafirmarse en su estrategia de «tecnología abierta» hacia la descarbonización.
Recordemos que el PPE cuenta también con la mayoría de los 27 miembros de la nueva Comisión Europea, incluida la presidenta Ursula von der Leyen.
Las intenciones del Partido Popular Europeo
El año 2024 ha estado marcado por el inicio de una nueva legislatura en el Viejo Continente para los próximos cinco años. Un lustro que promete ser movidito en el panorama automovilístico.
Ya a principios de año, antes de las elecciones europeas, se descubrieron las intenciones del Partido Popular Europeo: «Rechazamos una política de prohibición, como la prohibición de los motores de combustión, y la revisaremos lo antes posible». Ahora, en vistas a la nueva legislatura, el PPE empieza a mover ficha.
Según un borrador al que ha tenido acceso la agencia Reuters, el Partido Popular Europeo está empezando su campaña de presión hacia Bruselas para derrocar la norma del 2035 y, a su vez, suavizar los límites de emisiones para el 2025 (un 15 por ciento más bajos respecto a los acutales), empujando la medida dos años atrás en el tiempo.
Además, solicita que la Comisión Europea adelante al año que viene la revisión de la norma que prohíbe la venta de coches de combustión para el 2035. El PPE instará a que se derogue dicha normativa y se apoye la tecnología híbrida enchufable y con combustibles alternativos (como los e-fuels), lo que permitiría seguir contando con los motores de combustión en el mercado.
¿Unas medidas necesarias?
Detrás de esta petición está la de proteger a los fabricantes europeos, que según ACEA deberán afrontar multas valoradas en hasta 15.000 millones de euros por superar los límites de CO2.
«Quienes establecieron las reglas no proporcionaron las condiciones de mercado necesarias, la infraestructura de carga, esquemas de incentivos estables, precios de la energía…», comentó Luca de Meo, CEO del Grupo Renault y presidente de ACEA.
La presión sometida por los fabricantes ya ha permitido retrasar la normativa Euro 7, y quizás la delicada situación que viven algunos grupos automovilísticos como Volkswagen haga que Europa reconsidere sus opciones.
Eso sí, muchos se preguntan si realmente es una buena alternativa suavizar las normativas, especialmente pensando en el poder que están concentrando poco a poco las marchas chinas en Europa. Además, iría en detrimento de la creación de un entorno de inversión que pueda ser fuerte y predecible para los potenciales inversores.