Mazda se niega a rendirse, inventa un motor que absorbe su propio CO2
Los ingenieros de Mazda siguen pensando en el mundo de la combustión y no en el de los coches eléctricos. Los nipones están dispuestos a llegar a lo más alto en los motores térmicos, agotando todas las posibilidades antes de verse obligados a dar el salto. La última tecnología que están probando es pura ciencia ficción.

Mazda dará un nuevo paso al mundo de los coches eléctricos, pero no será tan grande como algunos esperan. La firma ya ha presentado un par de propuestas muy interesantes en el Salón del Automóvil de Japón, pero no ha desvelado cuál de ellas terminará haciéndose realidad, todo dependerá de lo que decidan las más altas esferas de la marca japonesa, porque si fuese responsabilidad de los clientes, difícilmente se haría realidad.
Los de Hiroshima ya han confirmado estar realizando pruebas de este nuevo coche eléctrico que llegará en poco más de un año al mercado, pero no toda la atención está puesta sobre este, sino que sus ingenieros siguen trabajando en el área de la combustión, y a qué nivel. Porque esto que te vamos a contar es pura ciencia ficción, es imposible de asumir que se le ocurra a un humano. Los ingenieros de Mazda han desarrollado una tecnología única en el mundo, un sistema que es capaz de separar el dióxido de carbono de los gases de escape y reabsorberlos.

Mazda no quiere dar el salto eléctrico sin agotar la combustión
Si Europa obligará a los fabricantes a recoger las partículas de los frenos y de la abrasión de los neumáticos con el asfalto, especialmente de los coches eléctricos, los japoneses están convencidos de que la combustión tiene un largo futuro por delante, aunque todo depende de lo que cada marca desee invertir en reducir al máximo las emisiones contaminantes. Y la determinación de Mazda no sólo no tiene límites, sino que está dispuesta a empujarlos hasta los límites de la realidad, agotando todas las posibilidades antes de verse obligada a dar el salto al eléctrico cuando no le quede más remedio.
La tecnología de absorción de gases de escape de Mazda que, próximamente será puesta a prueba en las exigentes carreras japonesas de resistencia, la Super Taikyu, ha obligado a desarrollar un dispositivo capaz de capturar el dióxido de carbono presente en los gases de escape, pero antes de que este salga por el terminal. Los japoneses se han esmerado para que el CO2 sea extraído durante la conducción, minimizando la contaminación al máximo. Científicos ya han abordado previamente esta técnica de captura del CO2 desde la propia atmósfera, pero realmente se convirtió en una misión imposible debido a su baja concentración.
Los de Mazda lo han conseguido porque son, en verdad, completamente diferentes. La concentración es mayor y, por tanto, la concentración también, con hasta 350 veces más CO2 que en el aire. Los gases de escape de los motores de combustión contienen hasta un 14 % más de dióxido de carbono, aunque lo que te preguntarás es cómo lo han conseguido los japoneses. Mazda no lo ha explicado con detalle, pero sí a grandes rasgos y no deja de sorprender, porque los japoneses han necesitado de un material absorbente sólido en el flujo de escape para que este gas se adhiera.
La tecnología de absorción de CO2 de Mazda se probará en competición
Las altas temperaturas del motor son las que se encargan de reducir las elevadas emisiones contaminantes garantizando, al mismo tiempo, el rendimiento de los coches, por lo que el fabricante sí ha señalado que el sorbente lo que hace es permitir que las partículas del dióxido de carbono se unan, no que sean absorbidas con un efecto esponja. Pero, claro, cabe pensar en qué ocurrirá cuando el dispositivo con el material absorbente se llene de CO2, porque hay que pensar que, por cada litro de combustible quemado, se producen aproximadamente 2,4 kilogramos de dióxido de carbono, o 0,6 kg de carbono puro que Mazda destinaría a abonos y fertilizantes para cosechas o para materiales de construcción.
Lo que no se ha dicho es cuándo y quién vaciará ese dispositivo de carbono, porque teniendo en cuenta el ritmo al que se genera este CO2, al cabo de un día, ese almacén puede estar lleno. En unos meses, esperamos que Mazda aclare cómo habrá resuelto este problema, y si tiene alguna posibilidad de hacerse realidad este sistema más pronto que tarde o nunca...

