IndyCarMcLaren recluta a Kyle Larson, campeón de NASCAR, para la Indy 500 de 2024
El campeón de NASCAR en 2021, y uno de sus pilotos más espectaculares, consumará al fin su ansiado debut en la Indy 500 en un esfuerzo conjunto entre McLaren y su equipo actual, Hendrick. Será el primer piloto desde 2014 en intentar el 'Double Duty' de Indy y Charlotte.
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Publicado: 12/01/2023 20:30
La rumorología de las 500 millas de Indianápolis siempre ha acompañado a Kyle Larson. Surgido de las mismas competiciones de óvalos de tierra que encumbraron a las estrellas de IndyCar de los años 60 y 70, la realidad moderna le llevó a la NASCAR, donde se consolidó como una de sus grandes figuras. Su trayectoria, marcada por momentos muy bajos y otros de brillantez suprema, el campeón de 2021 tendrá una nueva muesca dentro de 16 meses, cuando se produzca finalmente su debut en la Indy 500.
Arrow McLaren, la estructura del equipo británico en la IndyCar Series, ha anunciado este jueves una alianza con Hendrick Motorsports que permitirá a Larson, de 30 años, competir en 2024 en el autodenominado "mayor espectáculo del automovilismo". El vehículo que ocupará, y que muy presumiblemente será el cuarto de la formación, tendrá de co-propietario a Rick Hendrick, cuyo equipo alinea a Larson desde 2021, y mantendrá en el monoplaza el patrocinio de su propia cadena de venta online de vehículos, como ya ocurre en la NASCAR.
«Competir en las 500 millas de Indianápolis es un sueño para mi, y algo que he querido hacer desde que era un niño, antes incluso de competir en sprint cars», ha manifestado Larson, quien sigue compitiendo con bastante frecuencia en los óvalos de tierra de todo el país entre semana al margen de su programa en NASCAR. «Hacerlo con McLaren y Hendrick es un sueño hecho realidad. Estoy deseando que llegue, aunque aún quede un año y medio. Quizá pueda conseguir una victoria o dos ese día...»
De cara a 2023, McLaren tiene ya sus cuatro asientos ocupados para la Indy 500, siendo Tony Kanaan el ocupante del coche extra junto a los titulares Pato O'Ward, Felix Rosenqvist y el recién incorporado Alexander Rossi. Ésta ha sido solo una de las razones por las que esta aventura queda fijada para 2024 y no para este año, lo que dota también a Larson de un margen crucial para preparar esta carrera sin constricciones de tiempo, con los test adecuados y sin excesivos secretismos.
En busca de emular a Tony Stewart con su 'Double Duty'
Este fue un aspecto clave que el propio Larson había señalado como la clave de cualquier acuerdo futuro, además de la necesidad de hacerlo con un equipo con motor Chevrolet por cuestiones de contrato. A su vez, este año se habría antojado complicado para la implicación de Hendrick, toda vez que el megaequipo ha dedicado buena parte de sus recursos a preparar el stock car adaptado que NASCAR y Chevrolet alinearán en las 24 horas de Le Mans como el vehículo del 'Garage 56' dedicado a proyectos experimentales.
Por último, está el asunto del 'Double Duty', que comprende la disputa de la Indy 500 y de las 600 millas de Charlotte en el mismo día. Kyle Larson será el quinto piloto en intentarlo tras John Andretti (por partida doble), Robby Gordon (cinco veces), Tony Stewart y Kurt Busch, el último que probó suerte en 2014, y el único que lo hizo sin experiencia previa en IndyCar. Un esfuerzo que requiere una gran preparación física, y para lo que el perfeccionista Larson no se conformaría con un entrenamiento acelerado. El objetivo será completar las 1.100 millas, algo que solo logró Stewart en 2001 al acabar sexto en Indianápolis y quinto en Charlotte.
El icónico Tony Stewart, ya una estrella en NASCAR, completó con éxito su segundo Double Duty en 2001.
Un lejano interés consumado tras pasar por el infierno y el cielo
En sus primeros años en NASCAR con Chip Ganassi Racing, Larson había expresado un interés en disputar la Indy 500, que siempre parecía postergarse por las dificultades logísticas. Desde su debut a finales de 2013 en la NASCAR Cup Series, Larson ha obtenido 19 victorias, 10 de ellas en el exitoso 2021 que le proclamó campeón de la categoría con gran autoridad. Su defensa del título fue un poco menos decorosa, y aunque fue el cuarto piloto con más puntos durante el año con tres victorias, solo pudo ser séptimo debido al sistema de 'play-off' de NASCAR.
Un éxito que contrasta con lo vivido solo un año antes de su título. En 2020, durante el parón por la pandemia del COVID-19, el uso accidentado y reprobable de un término peyorativo racial durante la emisión de una carrera online le llevó a perder todos sus patrocinios y su asiento en apenas 24 horas. Tras varios meses de reinserción mental y social, pasando por distintos colectivos de personas negras a nivel local en los Estados Unidos, y una exitosa gira de sprint cars en la que ganó todo lo ganable durante meses, Hendrick dotó de una nueva oportunidad a Larson. Aunque la América corporativa ha seguido dándole la espalda, las briznas de sus prometedores años en Ganassi sin maquinaria de campeonato terminaron por florecer.
Larson, quien también luce en su palmarés un triunfo en las 24 horas de Daytona de 2015, se convierte en la última gran estrella de NASCAR en comprometerse a disputar la Indy 500. Un asunto tabú durante varias décadas, pero del que han sido partícipes en la última década el mencionado Busch y un Jimmie Johnson que bien podría disputarlas por segunda vez este año tras reducir su ambicioso programa de las dos últimas temporadas. En la recámara del futuro inmediato, quien sabe si incluso para 2024, podría estar la participación de Kyle Busch, otro popular campeón de NASCAR cuyo cambio de equipo en este invierno incluía una mayor libertad para embarcarse en algo así.
Fotos: NASCAR Media
