Movilidad Inteligente Nissan, así serán los coches de la marca japonesa en el futuro
Los futuros modelos de Nissan serán eléctricos, autónomos y conectados. Durante el evento 'Crossover Domination' la marca japonesa nos contó su visión y filosofía Nissan Intelligent Mobility que desembocará en una movilidad con cero emisiones y cero accidentes en un ecosistema interconectado de conductores, vehículos e infraestructuras.
Nissan ha celebrado su quinta edición del ya tradicional evento Crossover Domination, esta vez celebrado en Lisboa, coincidiendo con el décimo aniversario del Qashqai. En estos diez años, la marca ha vendido 330.000 crossover en España y en 2017 tanto el Qashqai como el X-Trail son líderes del ventas en sus respectivos segmentos. El trío SUV de Nissan lo completa el Juke, que sigue siendo uno de los modelos más buscados entre los crossovers urbanos a pesar de un larguísimo ciclo de vida que le lleva a sumar su octavo año en el mercado.
En el evento también sirvió para profundizar cómo serán los crossovers del futuro de Nissan, cuya representación pudimos conocer a través del espectacular concept Nissan IMx hace apenas tres semanas en nuestra visita al Salón de Tokio 2017. Aquel prototipo se asentaba en tres bases: totalmente autónomo, totalmente eléctrico y totalmente conectado.
Estos aspectos son en los que se asienta la visión Nissan Intelligent Mobility, o lo que es lo mismo, la Movilidad Inteligente Nissan que conlleva el desarrollo de tecnologías y vehículos con el objetivo de alcanzar un futuro de movilidad con cero emisiones y cero accidentes. Una filosofía que en realidad también será extensible al resto de modelos de la marca nipona, no sólo a sus crossovers.
Los vehículos de Nissan ofrecen actualmente muchas asistencias al conductor gracias al elenco de tecnologías del Escudo de Protección Inteligente. El siguiente paso será el sistema de tecnología autónoma ProPilot, que en 2018 llegará a Europa de la mano de los nuevos Leaf y Qashqai. De momento permitirá la conducción autónoma en un solo carril en condiciones de tráfico denso en la carretera, pero irá ampliando sus funciones y capacidades hasta una conducción autónoma total.
Con la futura versión de ProPilot que ofrecerá una conducción plenamente autónoma el coche vendrá a recoger a los ocupantes, circulará por la vía hasta su destino sin necesidad de intervención de una persona y encontrará aparcamiento por sí solo. Los sensores del vehículo (LIDAR, cámaras, radares) permitirán hacerlo. Pulsando un botón el sistema pliega el volante dentro del salpicadero y reclina todos los asientos, ofreciendo más espacio a todos los ocupantes, que pueden relajarse y disfrutar de un trayecto agradable y seguro.
No será el fin de la conducción tal y como la conocemos porque desde Nissan aseguran que sus coches autónomos siempre tendrán volante para cuando el conductor quiera coger las riendas. Silencioso y suave al practicar una conducción tranquila, potente y dinámico si se busca una conducción más exigente.
El conductor también podrá interactuar con el vehículo controlando el panel de instrumentos con el movimiento de los ojos y los gestos manuales gracias a la inteligencia artificial. Esta interfaz se traduce en menos controles e interruptores físicos, por lo que el habitáculo es más simple y espacioso, proponiendo un mayor confort en el habitáculo.
Para el fabricante japonés, el transporte sostenible no tiene por qué comprometer la emoción de conducir. La entrega inmediata de par y motores que alcanzarán potencias de hasta 320 kW (435 CV) aseguran diversión al volante. La batería de mayor densidad energética ofrecerá una autonomía de más de 600 km con una sola recarga.
Los futuros modelos usarán la nueva plataforma Nissan para vehículos eléctricos estrenada por el IMx Concept. Permite que el suelo quede totalmente plano, con las baterías en la parte inferior que brinda un centro de gravedad bajo lo que repercutirá en una mejor dinámica de conducción.
La recarga de las baterías eléctricas también evolucionará. Nissan tiene más de 2.300 estaciones de recarga rápida en Europa, cifra que previsiblemente alcanzará las 5.500 en 2020. También se dispondrán carreteras que recargan por inducción los vehículos eléctricos cuando se circula por ellas.
Los conductores podrán conectar sus vehículos eléctricos a la red durante las horas de tarifa valle y después utilizar la electricidad almacenada en la batería del vehículo conduciendo, pero también en casa o venderla de vuelta a la red gracias al sistema “vehículo a red” (vehicle to grid, V2G). Así, por ejemplo, será posible pagar el parking con energía: mientras el coche está estacionado puede conectarse a la red eléctrica local y actuar como planta eléctrica virtual devolviendo electricidad a la red.
Igualmente resulta importante la integración del coche en la sociedad mediante un ecosistema interconectado de conductores, vehículos e infraestructuras. De esta manera se logrará reducir los atascos, se dispondrán flotas de vehículos comerciales autónomos, incluyendo empresas de entrega, servicios de taxis, servicios de carsharing y sistemas de transporte, más eficientes.
La conectividad será esencial, pues los conductores buscan estar conectados en todo momento como una extensión de sus dispositivos personales y de su trabajo. Los automóviles también estarán conectados entre sí: si uno de ellos encuentra un problema en la carretera almacenará en la nube la ubicación y la solución y estas informaciones se distribuirán a otros vehículos.
Los coches autónomos aprenderán con cada trayecto que realizan y comparten esos conocimientos con otros coches integrados en el sistema para facilitar tomar decisiones en los diversos entornos de conducción gracias a un sistema Seamless Autonomous Mobility (movilidad inteligente constante, SAM).
Así, por ejemplo, si un automóvil detecta un obstáculo imprevisto en la vía mandará esa información a los vehículos que vienen tras él, sean de Nissan o de cualquier otra marca. Estos podrán evaluar la situación, decidir la acción correcta y definir el camino más seguro alrededor del obstáculo ya sea eligiendo otra ruta alternativa, cambiando de carril con antelación o reduciendo la velocidad. De esta manera se conseguirá reducir los accidentes y la congestión de tráfico.