Plan Renove 2030, la propuesta del PP para renovar el envejecido parque español

En un contexto de crisis económica por múltiples frentes, parece evidente que la renovación del parque español se va a seguir retrasando sine die por falta de suficiente demanda y porque las ayudas a la compra solo están beneficiando a vehículos eléctricos e híbridos enchufables, y eso cuando les benefician, pues hay condiciones que limitan los modelos eligibles.

Tras el efímero Plan Renove 2020, del cual no se agotaron los 250 millones presupuestados, lo único que hay ahora es el Plan MOVES III, con un presupuesto de 400 millones de euros ampliable a un total de 800 millones si hay suficiente demanda. La ayuda se cobra -y si se cobra- después de haber adquirido el vehículo, y después queda sujeta a imposición por ser un ganancia patrimonial.

Teniendo esto en cuenta, y como el parque sigue envejeciendo sin remedio, el Partido Popular considera que hay que establecer unas ayudas duraderas en el tiempo, con una dotación económica suficiente, y que realmente permitan acelerar el ritmo de sustitución: entra un vehículo nuevo, otro de más de 10 años se da de baja definitivamente.

Aunque esta PNL no acabe llegando a ningún sitio, resulta interesante por su planteamiento. El Plan Renove 2030 tendría una dotación presupuestaria no inferior al MOVES III, y además de afectar a las compras directas, también se tendrían en cuenta los regímenes de renting y leasing, tanto para empresas como para particulares.

También habría ayudas -de menor cuantía- para los vehículos de ocasión que no superen los 7 años de edad. Este punto es el que más chirría de la propuesta, dado que cambiar un vehículo de 10 años por otro de casi 7 años no es que ayude mucho a la seguridad vial, ni a la reducción de emisiones de CO2, ni a que baje la edad del parque apreciablemente.

En cualquier caso, el objetivo sería retirar el 5% de los vehículos de más de 10 años cada año, y eso como mínimo. Sería mucho menos costoso hacer una limpieza exhaustiva del registro de vehículos, pues figuran como dados de baja temporal vehículos que llevan años hechos pedacitos -lo cual ha podido comprobar el que escribe estas líneas-. Me refiero a los coches zombi. Parece que eso ya se está haciendo.

Como medidas adicionales a las ayudas a la compra, la PNL también prevé el desarrollo de una Red Nacional de Recarga que permita que los vehículos eléctricos puedan recargar cada 60 kilómetos en puntos de recarga, y que los vehículos a hidrógeno tengan un surtidor cada 100 kilómetros. Se prevén asimismo ayudas municipales para actualizar autobuses y minibuses.

También se proponen cambios en la fiscalidad para incentivar el reemplazo de vehículos, lo cual no coincide con lo planteado por los expertos para reformar la fiscalidad. Estos han abogado por aumentar la recaudación del IM hasta por cinco y fomentar la matriculación de vehículos de muy bajas emisiones para que el tributo esté dentro de lo razonable.

El PP no las tiene todas consigo, ni mucho menos. La Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (ANCOVE) se mostró a favor de la misma y pidió a los partidos políticos que den su apoyo. Lo más seguro es que un programa de ayudas que vaya más allá de la legislatura (hasta 2023) no tiene mucho recorrido, el Gobierno parece tener otras prioridades de gastos y ayudas.

¿Qué han propuesto los expertos en el Libro Blanco para la reforma fiscal?

Estas son las propuestas del impuesto de matriculación (IM), mucho más severa que la actual. Partamos del ejercicio 2021, en el que se «levantó la mano» en el segundo semestre con tramos más laxos para compensar la subida de gramos del ciclo WLTP. Se recaudaron 467,9 millones con el IM. Con la propuesta 1 habrían sido 862,6 millones, con la propuesta 2 1.846,9 millones de euros, y con la más radical propuesta 3 nos iríamos a 2.335,1 millones de euros.

En cada una de las propuestas llama la atención que penalice el peso de los coches que superen los 1.800 kg, teniendo que pagar un extra considerable. Por ejemplo, para un coche de 2.000 kg habría que soltar 2.000 euros adicionales, salvo eléctricos, que en cualquier caso pagarían 0 euros. Los híbridos enchufables pagarían en los escenarios de la propuesta 2 y 3.

Dicho de otra forma, los SUV, 4x4 y grandes deportivos se verían instantáneamente penalizados, cuando ahora mismo da igual lo que pesen. Esta corrección impositiva produciría el mismo efecto que en otros países donde se penaliza el peso, el consumidor tiende más a comprar lo que necesita y no lo que desea.