¿Gasolina y diésel hasta 0,25 € más caros? Sí, y Europa prepara un ‘plan B’ que no gustará a todos
Europa tiene serios problemas con los precios de la gasolina y el diésel. Los expertos estiman que el precio por litro de estos aumentará considerablemente hasta 2030, por lo que se busca un nuevo combustible. El E20 es una solución interesante y posible, con sus ventajas e inconvenientes.

Los políticos europeos saben que los coches eléctricos no son una solución a corto y medio plazo para los ciudadanos, a pesar de que la energía eléctrica es ya una alternativa real a la gasolina y al diésel. Pero, si hoy los precios de la gasolina y del diésel son los que son, en cuestión de dos años, veremos cómo se inflan hasta 0,25 euros por litro.
Una importantísima subida a la que los parlamentarios europeos están obligados a encontrar una alternativa más barata para los miles de ciudadanos. Los combustibles sintéticos no lo son, hoy solo se fabrica gasolina por lo que dejaría abandonados a cientos de miles de coches diésel, justamente lo que a Europa le gustaría, y su precio es también un gran problema.

Gasolina y diésel, hasta 0,25 € más cara antes de 2030
La solución para algunos es el E20, una gasolina especial con un 20 % de bioetanol, por lo que si solo el componente de combustible fósil está sujeto a costes de CO2, el E20 podría ofrecerse a un precio inferior al de la gasolina premium convencional o el E10. Marcas como Volkswagen ya están probando el uso del E20 en antiguos motores; concretamente, de hace una década.
El objetivo es si un gran número de sus clientes se podrían beneficiar de un combustible más limpio en sus coches sin hacer modificaciones en los bloques, prestando especial atención a que no existan mermas en el rendimiento de los motores. Lo que se sabe es que, avalados por diversos estudios, el E20 reduce las emisiones pero sí aumenta el consumo de combustible.
La salvación de Europa se llama E20... para los conductores, no
El gran problema es que, a partir de 2027, entra en vigor el nuevo Régimen de Comercio de Emisiones de la UE para el transporte y la construcción, trayendo aparejado un nuevo precio para la tonelada de CO2; en un principio, de 45 euros, pero irá aumentando progresivamente hasta un tope desconocido.
El problema es que, cuando esa normativa entre en vigor, cada litro de gasolina o diésel llevará incorporado un recargo por el CO2 que emite, y que se calculará con el precio de los 45 euros por cada tonelada. En la práctica, hará más caros los repostajes porque, claro está, las petroleras nos trasladarán ese coste extra.
Por esta razón, el E20 es clave para reducir el coste, aunque para los ciudadanos el problema es doble; primero, porque el E20 aumenta el consumo, ;aproximadamente, un 3 % más, ya que el etanol tiene menos poder energético que la gasolina, y segundo para el bolsillo. Considerando el precio más barato de la tonelada de CO2, cada litro de gasolina llevaría un recargo de unos diez céntimos que, en un tanque de 50 litros, serían 5 euros más por depósito.