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Radares pedagógicos o educativos: cómo funcionan. ¿Ponen multas?

Existe una tipología de radar que no está mal vista entre los conductores. Hablamos de los radares pedagógicos, aquellos cuya objetivo no es penalizar al conductor, sino más bien concienciarlo. ¿Te has cruzado alguna vez con uno de ellos?

Radares pedagógicos o educativos: cómo funcionan. ¿Ponen multas?
Así funcionan los radares pedagógicos y esta es la función que cumplen

5 min. lectura

Publicado: 29/12/2023 07:00

Seguro que te has encontrado alguna vez con este tipo de radares: circulas por una carretera secundaria y, de pronto, al entrar en poblado, te cruzas con pantalla LED que te dice a qué velocidad vas y que, quizás, te dé un mensaje (o te muestre un emoticono).

Es lo que llamamos radares pedagógicos o radares educativos. Llevan ya unos años entre nosotros y están cada vez más presentes en nuestras carreteras y las de otros países. Están presentes, sobre todo, en el ámbito urbano, y cumplen una función más importante de lo que te imaginas. Los conocemos en detalle.

Uno de los radares pedagógicos que nos podemos encontrar en la ciudad de Barcelona

Qué son los radares pedagógicos y cómo funcionan

Los radares educativos constan de grandes paneles luminosos con luces de LED matricial, con un dispositivo láser que le permite captar la velocidad de los vehículos que van en su dirección a una distancia de entre 50 y 300 metros, así como con una inteligencia conectada para su gestión en remoto.

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Cuando el conductor se acerca al panel luminoso en cuestión, este le mostrará la velocidad a la que circula. Además, pueden pasar dos cosas, en función de cómo esté configurado el radar:

  • Si el conductor circular a una velocidad superior al límite establecido, el panel mostrará una cara triste o un mensaje que le recomendará reducir la velocidad.
  • Si el conductor circula a una velocidad legal, el radar pedagógico le regalará habitualmente una cara sonriente y puede que hasta un «Gracias».

Barcelona es una de las ciudades que cuenta con un mayor número de radares pedagógicos. Hasta hace no mucho, se podía contar prácticamente una treintena de estos dispositivos en calles estratégicas de la Ciudad Condal.

Radares pedagógicos: qué función cumplen

Esta tipología de radares está estratégicamente situada para controlar puntos de tráfico que se consideran delicados o importantes, bien sea por situarse en zonas donde es más importante todavía circular a una velocidad reducida, como por ejemplo los accesos a pueblos o en los entornos de colegios; o porque son zonas donde se puede concentrar mucho tráfico.

El objetivo, como puedes comprobar, está claro con estos radares pedagógicos: concienciar a los conductores, disuadirlos para que no excedan los límites de velocidad y sensibilizarlos antes que multarlos. En definitiva, como su propio nombre indica, educarlos para que bajen la velocidad y así se pueda reducir la accidentalidad.

Los radares pedagógicos se sitúan, principalmente, en las ciudades

Estos radares pedagógicos tienen también un efecto disuasorio. Diferentes estudios han demostrado que los conductores tienen la tendencia a desacelerar cuando ven directamente la velocidad a la que circulan en estos radares.

Un efecto similar al que producen las cabinas de los arcenes que, en realidad, no contienen ningún radar de velocidad. En este sentido, la propia DGT reconoce que un tercio de las cabinas que vemos en las carreteras están vacíos.

¿Multan o no multan estos radares pedagógicos?

Este tipo de radares cumplen una función mucho más amable que la gran variedad restante de radares que nos podemos encontrar en las carreteras: los radares fijos, móviles, de tramo, los drones de la DGT, el helicóptero Pegasus…

En cambio, los radares pedagógicos no multan, siempre que no contenga a su lado una señal que indique que se está controlando dicho tramo. En este sentido, el Real Automóvil Club Vasco Navarro advirtió hace unos años del posible uso como «arma de doble filo» de estos radares, ya que se pueden aprovechar para que los agentes de tráfico instalen posteriormente radares móviles.

Y es que, además de todo lo visto antes, los ayuntamientos usan los radares pedagógicos con otra función: estos tienen un software específico que les permite analizar y almacenar datos de tráfico, de forma que luego puedan llevar a cabo estrategias de seguridad vial o de gestión del tráfico con esta información.

Fotos: Ayuntamientos Toledo/Barcelona

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