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La verdadera revolución de las baterías, que traerá coches eléctricos baratos, está llegando. Y no es una nueva tecnología

La industria del automóvil se desespera en su intento de producir coches eléctricos asequibles que permitan la consolidación definitiva de estos en el mercado. Pero hay un factor que es tan o más importante que encontrar nuevas tecnologías: el precio de las materias primas.

La verdadera revolución de las baterías, que traerá coches eléctricos baratos, está llegando. Y no es una nueva tecnología
La industria del coche eléctrico está recibiendo una ayuda en forma de importante rebaja de costes. - DALL-E (generada por IA)

10 min. lectura

Publicado: 16/04/2024 17:00

Tanto expertos, como fabricantes e investigadores, coinciden: la clave del coche eléctrico —y su éxito en el mercado— está en las baterías. De las baterías dependen muchas cosas: la autonomía, el peso, la potencia, el tiempo de espera durante la recarga… y el precio.

Esto explica la insistencia y necesidad de la industria en encontrar el Santo Grial que permita al coche eléctrico despegar de una vez por todas y convertirse en el dominador del mercado automotriz.

Pero, si bien muchos de esos esfuerzos se centran en dar con claves tecnológicas y científicas que abaraten y simplifiquen los procesos constructivos o que incrementen las prestaciones de las propias baterías, otro factor tiene también una increíble capacidad para influir en el mercado.

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Una anticipada reducción a menos de 100 dólares/kWh en 2027 podría equiparar el precio del coche eléctrico al de combustión interna

El precio de las materias primas

Las baterías no son diferentes a cualquier otro producto y dependen en gran medida de los precios de las materias primas con las que se fabrican. Lo que ocurre es que, en este caso, su influencia es muy elevada porque, no en vano, el precio total de un vehículo eléctrico puede depender en más de un 60 % del coste de la batería.

A mediados de 2022, te contábamos que el precio de la materia prima clave en la producción de baterías, el litio, había iniciado una escalada de precios brutal que amenazaba seriamente la industria del automóvil eléctrico.

De hecho, pocos meses después eso se tradujo en una subida del precio de las baterías, algo que no había ocurrido en 12 años.

No en vano, tanto la crisis energética como la inflación y la inestabilidad de muchos mercados propiciaron una subida de precios muy significativa no sólo en el litio, sino también en otras materias primas clave como el cobalto, el níquel o el manganeso.

Las baterías marcan sustancialmente el precio de los vehículos eléctricos. Imagen: Pixabay

Afortunadamente, a finales de 2023 los precios de las baterías volvieron a caer hasta situarse en mínimos históricos. Eso sí, la felicidad no fue completa, ya que una menor demanda de lo esperado combinada con unas perspectivas excesivamente optimistas, crearon un cortafuegos que impidió trasladar dicha tendencia al mercado automotriz.

Cumplido el primer trimestre de 2024, la tendencia a la baja en los precios de las materias primas esenciales para la fabricación de baterías sigue su curso, lo cual es una gran noticia para la industria. Más, incluso, que cualquier avance científico del que podamos hablarte en este momento.

El mercado de minerales esenciales para las baterías de iones de litio, como es el caso del litio, el cobalto y el níquel, ha experimentado una notable caída en los precios.

Por ejemplo, el precio del carbonato de litio se ha situado en alrededor de 11.000 dólares por tonelada, en comparación con los 70.000 dólares del año anterior. El litio, en particular, ha sufrido una caída del 80 % desde su punto más alto entre 2022 y 2023, lo que está obligando al sector a reconsiderar sus estrategias y expectativas.

Cómo influirá la baja de precios en el coche eléctrico

Esta tendencia a la baja está influyendo en la industria automotriz, que ya busca formas de fabricar vehículos eléctricos más asequibles.

Según BloombergNEF, el precio promedio de los paquetes de baterías ha caído a 139 dólares por kWh este año, lo que representa una disminución del 14 % desde los 161 dólares/kWh en 2022, marcando la mayor reducción observada desde 2018.

Y, a diferencia de años anteriores, en los que la innovación impulsaba principalmente la reducción de costes, este año la disminución se debe principalmente a los menores costes de las materias primas, encabezados por el litio y otros minerales esenciales para las baterías ya mencionados.

Esta evolución del mercado de las materias primas, a su vez, está generando una transformación del mapa minero a nivel mundial, si bien China mantiene una posición de dominio sólida.

Australia, tradicionalmente fuerte en la minería de estos minerales, se enfrenta a desafíos con cierres de yacimientos y reducciones en la producción, subrayando la necesidad de ajustes ante la caída de precios.

Mientras, Latinoamérica se destaca por su resiliencia, gracias a costes de extracción más bajos y una fuerte producción de litio, especialmente en países como Chile y Argentina, que utilizan depósitos salares de menor coste.

Por su parte, África, con el Congo como líder en la producción de cobalto, trabaja hacia prácticas de minería más sostenibles y éticas, buscando aprovechar la demanda global mientras se enfrenta a desafíos logísticos y regulatorios.

Paralelamente, Canadá y Rusia siguen siendo actores clave, con vastos recursos de níquel y cobalto. Estos países buscan diversificar mercados y mejorar tecnologías de extracción para mantener su competitividad.

Una competitividad que mantiene China gracias a su dominio en la refinación de minerales raros y la producción de litio, adaptándose rápidamente a las fluctuaciones del mercado y asegurando su posición en la cadena de suministro global mediante inversiones estratégicas.

Una buena base del éxito de China se basa en su dominio del mercado de las baterías.

Los retos de la industria automotriz

La transición hacia precios más bajos para los vehículos eléctricos es un proceso complejo que requiere una adaptación estratégica por parte de los fabricantes.

Tareas como la gestión de inventarios previos y contratos a largo plazo, que aún reflejan precios más altos, es crucial para alinear los costes de producción con las expectativas del mercado.

Aunque la adopción está siendo más lenta de lo esperado, el mercado de vehículos eléctricos sigue creciendo, impulsado por la reducción de los precios de las baterías.

Sin embargo, la producción de baterías en China ha superado la demanda global, lo que señala un exceso de oferta que podría tener implicaciones a largo plazo en los precios y la accesibilidad de los vehículos eléctricos.

Además, la tasa de utilización de las plantas de fabricación de celdas de batería ha disminuido en comparación con el año anterior, lo que indica una producción inferior a la capacidad teórica máxima. Esto se alinea con una tendencia de algunos fabricantes de automóviles que han ajustado sus objetivos de producción a la baja.

¿Cómo evolucionará el mercado de las baterías?

BloombergNEF proyecta una continua disminución en los precios de las baterías, anticipando una reducción a 133 dólares/kWh el próximo año y a menos de 100 dólares/kWh en 2027, lo que podría equiparar los precios con los vehículos de combustión interna.

Sin embargo, alcanzar la paridad de precios presenta desafíos que, además, varían en función de la región y el tipo de vehículo.

La dinámica de precios regionales será crucial, con China liderando en costes más bajos. Mientras, políticas como el crédito fiscal de producción en los Estados Unidos podrían mitigar algunos costes adicionales.

En cualquier caso, el descenso en los precios de las materias primas y las baterías es alentador para la industria de vehículos eléctricos, prometiendo hacerlos más accesibles para un público más amplio.

¿Se hará realidad dicha promesa o, como vaticinó Luca de Meo (CEO de Grupo Renault), esto no ocurrirá al menos hasta mediados de la próxima década?

Fuente: CIC energiGUNE | BloombergNEF

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