Adiós a las rotondas. ¿Y si empezamos a buscar alternativas más seguras como estas?
Muchos consideran, y con razón, que no sabemos conducir por las rotondas y que estas muchas veces no es la solución para mejorar la seguridad vial. Estas otras alternativas podrían ser la solución para nuestras carreteras. ¿Cuál te convence más?

Las carreteras españolas están plagadas de rotondas (o glorietas), sin duda una de las soluciones más habituales y eficaces para hacer el tráfico más fluido y seguro. Sin embargo, en función de su ubicación y de la densidad de tráfico que pueden llegar a albergar, no siempre son lo más adecuado.
Los ingenieros y responsables de diseñar las carreteras buscan soluciones que mejoren las prestaciones de las rotondas. Hay ya soluciones muy utilizadas para gestionar el tráfico en intersecciones, pero no todas son ideales para todas las situaciones.
Aún así, la rotonda parece siempre el último recurso, sobre todo en el ámbito urbano y periurbano. A raíz de una imagen que ha circulado por redes sociales hemos recopilado algunas de las alternativas que podrían suplir a las rotondas.
Una de ellas es la conocida RCUT, un cruce con giro en U restringido. Una alternativa más barata y rápida de instalar, pero que hay que pararse a ver bien su diseño para entender realmente lo que ofrecen y cómo mejora la seguridad vial.

RCUT, una alternativa diferente a las rotondas
Un informe realizado en Estados Unidos sobre Intersecciones/Intercambios Alternativos (AIIR) nos explica las ventajas de este tipo de intersección. Digamos que es como coger el diseño una rotonda y “dividirlo” en dos partes, aunque en un espacio físico mucho mayor que una glorieta.
La primera es más convencional: el giro a la izquierda desde la vía principal se realiza como una intersección normal. Sin embargo, lo que sí varía es el cambio de sentido y el giro a la izquierda desde la vía perpendicular (la que no es principal). Si vienes por este último camino, tendrás prohibido el giro a la izquierda, tal y como podrías hacer en una rotonda rodeándola.
Para ir en esa dirección, tendrás que girar primero a la derecha para incorporarte a la vía principal y más adelante hacer un giro en U. Como puedes ver en el diseño anterior, deberás incorporarte al lado izquierdo de tu sentido, hacer un STOP y hacer un giro completo, pero yéndote a la parte exterior y usar lo que sería un carril de aceleración. Así no ralentizas a los vehículos que circulan por la vía principal.
Ejemplo de cómo funciona una intersección RCUT, en vídeo.
Lo creas o no, este concepto de intersección se ha visto ya desde hace varias décadas en otros países, aunque no predominan demasiado. Sin embargo, el informe antes comentado revela importantes ventajas respecto a las rotondas e intersecciones convencionales, gracias sobre todo a que se reducen los puntos de conflicto a 18, por los 32 de estas últimas.
El rendimiento en las RCUT mejora en un 30 por ciento y los tiempos de viaje en un 40 por ciento. En un tramo real en Carolina del Norte se observó una disminución del 17 por ciento total de accidentes y un 51 por ciento en la tasa de accidentes mortales o con heridos.

Otras alternativas a las rotondas
Si piensan en un concepto más moderno de rotondas, seguro que de lo primero que se te viene a la cabeza son las turbo rotondas. De estas ya os hemos hablado alguna vez, ya que nos podemos encontrar algunas aquí en España.
Las diferencias radican en el diseño especial de cada carril, de forma que estos encauzan el tráfico hacia una salida diferente. Los vehículos que circulan por su interior siguen teniendo prioridad, pero lo que cambia es la forma y el uso de líneas continuas pintadas en el asfalto. Este concepto se ha demostrado que mejora la fluidez del tráfico, elimina los ángulos muertos y reduce la siniestralidad.

Pero hay más, como las “intersecciones de diamante divergente” o las “intersecciones de cruce continuo”. Las primeras son cruces a desnivel donde los carriles cambian de lado brevemente, lo que permite giros más seguros y eficientes, haciendo eso sí uso de semáforos. Las segundas permiten que los vehículos giren a la izquierda antes del cruce principal, eliminando los posibles conflictos en la intersección central.
También son conocidos, aunque poco habituales, los cruces con semáforos inteligentes o adaptativos, que ajustan los ciclos de rojo-verde en función del flujo real del tráfico. Y qué decir de las rotondas holandesas, que en realidad lo que favorecen es la circulación de bicicletas y otros VMP por ellas.