Una startup asegura poder reducir las emisiones de los motores térmicos en un 75% gracias a las algas
Mientras los fabricantes buscan la forma de reducir las emisiones de CO2 de sus motores de combustión para ajustarse a la futura normativa Euro 7, un grupo de jóvenes emprendedores ha desarrollado un sistema innovador que podría cambiarlo todo.

La cantidad de startups que han presentado ideas innovadoras y que se han quedado por el camino... No sabemos lo que pasará en el futuro con Go Green Filter, pero la verdad es que lo que proponen suena, sobre el papel, realmente interesante.
Se trata de una startup creada por Rohan Kapoor y Jack Reichert, dos jóvenes comprometidos con el medio ambiente desde diferentes ámbitos. Juntos han creado una innovación tecnológica, al más puro estilo de un avanzado filtro de partículas, que de hacerse realidad y llegar al “mundo real” eliminaría de un plumazo muchas de las preocupaciones en torno a la contaminación de los motores de combustión.
Sus creadores recuerdan que el 29 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero proceden del transporte. Gracias a su idea, se podrían reducir hasta 5.400 millones de toneladas métricas de CO2 al año, que vendrían a representar más o menos el 14,5 por ciento de todas las emisiones del planeta.

El filtro de partículas con microalgas
Tras el nombre de Go Green Filter se esconde un filtro especial para los sistemas de escape de los coches con motor de combustión. Gracias al uso de microalgas marinas, prometen poder reducir las emisiones de CO2 en un 74,25 por ciento y convertir ese gas contaminante en oxígeno gracias a la fotosíntesis.
Esta idea tan ingeniosa surgió hace ya dos años, en abril del 2023, cuando se llevó a cabo el Desafío T-Mobile ChangeMakers, que precisamente ganaron los cofundadores de Go Green Filter. Estos aseguran que su filtro de microalgas se puede integrar fácilmente en los sistemas de escape de cualquier vehículo.
Pero como te puedes imaginar, no todo es oro lo que reluce y, como en otro tipo de proyectos con estas aspiraciones, han tenido que atravesar grandes dificultades en materia de patentes y, sobre todo, el obtener los fondos suficientes para su desarrollo. Aseguran que hay tres grupos empresariales potentes que respaldan su prototipo, pero siguen buscando socios comerciales.
Para que una idea innovadora así se convierta en realidad depende ahora de varios factores: por ejemplo, que demuestre su eficacia en condiciones reales, no solo en laboratorio; también que sea viable de forma económica y que se pueda fabricar a gran escala. Y es que esto último, la incapacidad para escalar estos modelos, suele ser uno de los obstáculos por los que muchas startups, a pesar de tener una gran idea, se acaban chocando con un muro.
Además, ¿están realmente los grandes fabricantes interesados a estas alturas en desarrollar una tecnología así cuando el futuro apunta al vehículo eléctrico? Es cierto que las marcas se tienen que adaptar rápido a la normativa Euro 7, pero su futuro tecnológico en el corto plazo ya parece definido y no parece que este tipo de ideas tan prometedoras sean tan creíbles en el mundo real.
Fuente: Go Green FilterFotos: Freepik / Go Green Filter