El Gobierno revisará las etiquetas de la DGT, y ojo porque sopesa valorar las emisiones de cada vehículo
El Ejecutivo español revisará el sistema de etiquetas medioambientales de la DGT, valorando incluir las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) como criterio. Así lo establece una enmienda ya incorporada a la futura Ley de Movilidad Sostenible.

¿Tienes un coche con etiqueta ECO y piensas que eso te libra de pagar por contaminar? Puede que no por mucho tiempo. El Gobierno ha anunciado que revisará las etiquetas medioambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT), y no es un simple cambio estético: quieren incorporar las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) como criterio adicional para asignar los distintivos.
Este movimiento no nace de la nada. Ha sido impulsado a través de una enmienda transaccional firmada por Sumar, ERC, Bildu y BNG, y ya ha sido incorporada al texto de la Ley de Movilidad Sostenible, actualmente en tramitación parlamentaria.
En cuanto dicha ley se apruebe definitivamente en el Congreso de los Diputados y el Senado, el Ejecutivo tendrá un plazo de 12 meses para presentar un informe que podría cambiar por completo el mapa de etiquetas.
Modelos con etiqueta ECO que podrían perder su estatus ‘verde’, mientras que algunos diésel eficientes podrían beneficiarse
¿El fin del «todo vale» para los vehículos ECO y CERO?
En la actualidad, la DGT clasifica los vehículos en cinco niveles, tal y como te explicamos en este artículo. El distintivo más alto —CERO— se concede no solamente a vehículos 100 % eléctricos o de hidrógeno, sino también a híbridos enchufables con más de 40 km de autonomía.
Por su parte, la etiqueta ECO engloba desde híbridos enchufables con menor autonomía hasta los mild hybrid (MHEV), híbridos autorrecargables (HEV) y vehículos a gas (GNC, GNL y GLP). El problema, como han señalado voces críticas en los últimos años, es que muchos de esos vehículos «ecológicos» siguen emitiendo gases contaminantes.
Algunos, de hecho, lo hacen en proporciones nada desdeñables. De ahí que esta revisión busque solventar las deficiencias detectadas en el actual sistema de etiquetas y adaptarlo a la evolución tecnológica y al verdadero impacto ambiental de cada coche.
Un cambio de calado (y no solamente en la pegatina)
El informe que elaborará el Gobierno no se limitará a una evaluación interna. Formará parte de un grupo de trabajo interministerial en el que participarán cinco ministerios: Interior; Transportes y Movilidad Sostenible; Industria y Turismo; Transición Ecológica; y Economía, Comercio y Empresa.
Además, se consultará a las comunidades autónomas, clave en la implementación de restricciones a la circulación y otras medidas relacionadas con las etiquetas.
Este giro podría tener consecuencias importantes tanto para el mercado de vehículos nuevos como para los usuarios que se benefician de ventajas fiscales, acceso a zonas de bajas emisiones o bonificaciones en peajes y aparcamiento.

¿Una etiqueta más justa… o más polémica?
La revisión de los distintivos medioambientales promete abrir un debate candente entre fabricantes, usuarios y administraciones. Porque si se tiene en cuenta el CO₂, habrá modelos con etiqueta ECO que podrían perder su estatus ‘verde’, mientras que otros —como algunos vehículos diésel eficientes— podrían beneficiarse de un análisis más objetivo.
Lo que está claro es que el sistema actual ya no convence a nadie -o no del todo-. Ni a quienes piden más ambición ecológica ni a quienes reclaman coherencia técnica.
Así que si te compraste un híbrido por la pegatina, quizá te toque seguir el debate de cerca. Porque en esta partida, las normas pueden cambiar a mitad del juego si el Gobierno decide aplicar las futuras modificaciones con carácter retroactivo.