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Takata puede entrar en suspensión de pagos pronto

El proveedor japonés de sistemas de seguridad está próximo a pedir la suspensión de pagos, según fuentes consultadas por Bloomberg. La cotización de sus acciones ha sido suspendida en la bolsa de Tokio y se rumorea su venta a otra empresa.

5 min. lectura

Publicado: 18/06/2017 20:00

Desde mediados de 2014, la cotización bursátil de Takata en el parqué de Tokio no ha deparado muchas alegrías. En aquel año el proveedor controlaba la quinta parte del mercado mundial de airbags, negocio en el que se había metido en 1988. Fue el inicio de sus enormes problemas.

A partir de 2013 empezaron a producirse varias llamadas a revisión de distintos fabricantes automovilísticos que usaban airbags Takata. Se habían producido algunos accidentes en los que los airbags habían herido o matado a los ocupantes de coches con unos 12 años o menos. En cualquier colisión en la que saltaban los airbags delanteros podía haber una desgracia.

Con el tiempo se acabó descubriendo que, desde hace años, Takata había empleado un sistema pirotécnico con nitrato de amonio que se degradaba con el calor y la humedad. A lo largo de los años, el compuesto se vuelve inestable y los airbags más que desplegarse se convierten en fuentes de metralla.

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Cotización de Takata Corporation en la bolsa japonesa

Después de marear la perdiz durante meses, Takata admitió haber hecho las cosas bastante mal, cuando la cuenta de muertos ya se acerca a 20 y hay más de un centenar de heridos de diversa consideración. Takata admitió ante la justicia estadounidense su culpabilidad y ha pagado fortísimas sanciones.

Los costes judiciales de Takata superan los 1.000 millones de dólares, solo en EEUU

Como el productor de airbags se ha ido viendo obligado a llamar a revisión decenas de millones de infladores de airbags, los recursos financieros de la empresa han ido menguando, lo mismo que su valoración en bolsa. Takata tiene que compensar a sus clientes (fabricantes) por los costes que les ha originado.

De hecho, se llegó al extremo de que Takata era incapaz de fabricar suficientes infladores de reemplazo a tiempo, y se vio obligado a recurrir a sus competidores para que produjesen infladores nuevos. Así ninguna empresa dura mucho.

Suspender la cotización es un paso previo a que la empresa se declare en suspensión de pagos. Bajo este estatus legal, la empresa pide protección contra sus acreedores para poder reestructurarse, de lo contrario desaparecería por quiebra. Es una solución temporal para que la empresa reflote.

La filial estadounidense se prevé que haga lo mismo, es decir, acogerse al Chapter 11. Takata no es que vaya a desaparecer, otra empresa comprará sus activos y asumirá sus deudas, aunque puede que alguien pierda pasta por el camino, como los accionistas.

Takata ha perdido varios clientes por el escándalo, y debe hacerse cargo de las facturas de decenas de millones de llamadas a revisión. Solo puede aliviar los costes que menos coches necesiten infladores nuevos por estar ya dados de baja o reciclados por completo.

Los airbags son uno de los componentes más importantes en seguridad pasiva, que complementan al cinturón de seguridad, evitan segundas colisiones y protegen al ocupante. Para eso es necesario que el mecanismo pirotécnico funcione bien, y pasados varios años la eficacia del mismo se pone en duda aunque no sea de marca Takata.

Aquellos propietarios de coches con estos airbags tienen que ser llamados a revisión para sustituir el componente defectuoso, pero tienen prioridad los que tienen modelos más antiguos o en países donde haya más humedad y calor. En realidad la mortalidad es muy baja (ni un caso cada millón de airbags) pero las autoridades se han tomado muy en serio este episodio

Es la mayor llamada a revisión por motivos de seguridad de la Historia

Para el futuro, hay varias moralejas. Una de ellas es que tan pronto como se detecta un problema así, se tienen que tomar medidas urgentes. Otra es que la estandarización excesiva de componentes convierte los problemas pequeños en astronómicos. Además, en honor a la verdad, esos airbags defectuosos han salvado muchas más vidas de las que han segado, y eso va para los escépticos del airbag.

Fuente: Bloomberg

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