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La Comisión de Bolsa también investiga los objetivos de producción de Tesla

Además del FBI, la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense ha enviado citaciones a Tesla con la intención de investigar los objetivos de producción del Tesla Model 3 anunciados en 2017, además de los sucesos acontecidos en agosto, los relacionados con la supuesta privatización de la compañía.

4 min. lectura

Publicado: 03/11/2018 14:00

Una de las sedes de Tesla.

Ya sabíamos que la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) estadounidense había abierto una investigación a Tesla y Elon Musk por los sucesos acontecidos el pasado mes de agosto, el célebre “ahora-privatizo-ahora-no-privatizo”, la cual supuestamente derivó en un acuerdo extrajudicial por el que tanto Tesla como Elon Musk debían pagar 20 millones de dólares respectivamente. Tras el cual, Musk dedicó una vengativo e infantil tweet a la SEC, con un poco elaborado juego de palabras empleando sus siglas para relacionarlos con los inversores que apuestan contra Tesla en bolsa.

Lo que no sabíamos era que la SEC también había abierto una nueva investigación por los objetivos de producción del Tesla Model 3 anunciados por la marca en 2017, una investigación similar a la que están realizando el FBi y la Fiscalía de San Francisco.

Ha sido la propia compañía la que ha revelado que la Comisión de Bolsa y Valores ha enviado citaciones por estos dos motivos, lo que confirma inequívocamente la existencia de estas dos investigaciones, de las que difícilmente llegaremos a conocer su desarrollo. A menos hasta que medie la incontinencia verbal de Elon Musk en Twitter.

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Cadena de montaje del Tesla Model 3.

Entendemos que la investigación de la SEC relacionada con los objetivos y proyecciones de producción del Model 3 debe ser muy similar a la que ha abierto el FBI. En la que tratan de esclarecer si Tesla llegó a mentir o a exagerar a sus inversores cuando anunció estos plazos y cifras, y averiguar si lo hicieron conociendo que estos eran imposibles de lograr.

Como ya os hemos comentado en numerosas ocasiones, Tesla cuenta con un dilatado historial de promesas rotas y plazos incumplidos, y a pesar de ello, siguen siendo auténticos campeones olímpicos de lanzar anuncios a bombo y platillo sobre cualquier cosa relacionada con la marca, ya sea un modelo, un servicio, aplicación o una demostración de rendimiento (aún seguimos esperando la prueba de conducción autónoma completa de costa a costa), incluso en los momentos más inesperados.

Esta estrategia de adelantar, revelar y mencionar constantemente los productos o servicios de la marca (incluso mucho tiempo antes de ser reales) ha sido criticada en no pocas ocasiones, sobre todo porque la relación entre estos anuncios y las reacciones de la cotización bursátil de la compañía es muy evidente. Y lo peor es que Elon Musk no se molesta siquiera en ocultarlo. A la pregunta de si mereció la pena el tweet del pasado 7 de agosto, en el que afirmó que pensaba privatizar la compañía y que a la postre le costó 20 millones de dólares, el empresario sudafricano llegó a afirmar en Twitter que sí.

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