Xiaomi engañó a cientos de conductores con su coche eléctrico estrella y ahora puede pagar las consecuencias
Xiaomi entró como un tiro en el mercado automovilístico en China, con unas cifras de ventas espectaculares. Sin embargo, ya van varias polémicas que están dañando seriamente su reputación, hasta el punto de que sus clientes pueden demandar a la compañía.

El gigante tecnológico Xiaomi "la rompió" el año pasado en su entrada al competitivo mercado de los coches eléctricos en China. Su berlina eléctrica SU7 superó enormemente las expectativas en su primer año de producción, hasta el punto que incluso en diciembre del 2024 vendió más unidades que el poderosísimo Tesla Model 3.
Xiaomi siguió dando pasos adelante lanzando la versión de altas prestaciones, el espectacular SU7 Ultra, y preparando el lanzamiento de un segundo modelo, el SUV YU7. En medio de esta vorágine, no obstante, no todo están siendo noticias positivas en torno a la marca.
Son ya varias las polémicas que han rodeado a Xiaomi en los últimos meses, hasta el punto que su imagen se puede ver lastrada por lo que parecen problemas serios de comunicación con sus clientes, con las consiguientes consecuencias legales que les puede acarrear.

El capó de la discordia en Xiaomi
La última de las polémicas en torno a la marca china tiene que ver con un elemento de equipamiento opcional en su SU7 Ultra. Se trata de un capó opcional fabricado en fibra de carbono, y vendido por 42.000 yuanes (unos 5.250 euros al cambio), cuyas características no parecen encajar con lo que se han encontrado los clientes.
Al parecer, este capó venía asociado con ligeras mejoras de rendimiento, proporcionando conductos de aire dobles que, más allá del atractivo estético, mejoraban la aerodinámica, la refrigeración y además permitía aligerar 1,3 kg el peso total del vehículo.
Algunos propietarios de Xiaomi SU7 Ultra habrían comprobado por su cuenta que este añadido de equipamiento en realidad no cuenta con diferencias estructurales respecto a la versión convencional, ni que mejora la refrigeración al realizar pruebas con imágenes térmicas, ni la aerodinámica.
Ahora, desde China se está anunciando que un grupo de más de 400 propietarios se están uniendo para emprender acciones legales contra Xiaomi. Una polémica que puede acabar con duras sanciones contra la marca por publicidad engañosa. Por el momento, Xiaomi ya se ha disculpado públicamente, reconociendo que ha habido falta de claridad en la descripción de este capó.
El fabricante chino está ofreciendo a los propietarios descontentos 20.000 yuanes (2.500 euros) en puntos de fidelidad, así como un cambio de la cubierta por la estándar de aluminio. Sin embargo, muchos de estos lo consideran insuficiente, ya que al parecer también los recambios de este componente tienen unos largos tiempos de espera (entre 30 y 40 semanas).

Otras polémicas de Xiaomi
El descontento en torno a Xiaomi va en aumento, y no solo por esto. Hace unos días os contamos que la marca tuvo que dar marcha atrás en el lanzamiento de una actualización de software en, precisamente, el SU7 Ultra.
Esta marcaba una serie de restricciones para poder acceder a las máximas prestaciones de aceleración eléctrica del vehículo, en lo que se dijo que era una medida por la seguridad de sus conductores. Sin embargo, las quejas hicieron revocar las intenciones de Xiaomi.
Su CEO, Lei Jun, describió las últimas semanas como «las más difíciles desde la fundación de Xiaomi», al hilo de estas polémicas, que también tocaron de lleno tras el accidente de un SU7 en China cuando conducía en modo autónomo.
La situación fue tal que el gobierno chino se ha puesto serio y ha prohibido el uso del término «inteligente» al promocionar estas tecnologías de conducción autónoma, y llevar a cabo un control más rígido sobre este tipo de asistentes.
Fuente: CarNewsChina.com