Ferrari no se lo podía creer, así ha terminado el Xiaomi Su7 Ultra dentro de Maranello

Xiaomi tiene grandes planes para conquistar el continente europeo, pero no entre las marcas de coches de volumen, como sería lo esperable. El fabricante chino apunta mucho más alto, y ya lo ha demostrado: su objetivo son las marcas de prestigio, y el hecho de haber superado los récords de Porsche en el circuito de Nürburgring es solo el principio de lo que realmente desea a toda costa.

Sin embargo, aunque se trata de un objetivo real, también debería tener los pies en la tierra. Los alemanes no son mancos, y no van a permitir que una recién llegada como Xiaomi les supere así porque sí, razón por la que ya están trabajando con Manthey Racing en un Taycan turbo GT espectacular. Pero lo que nadie se imaginaba, no se le había pasado por la cabeza, reconozcámoslo, ha terminado pasando porque el Su7 Ultra ha sido cazado saliendo de las instalaciones de Ferrari.

Ferrari

Una imagen vale más que mil palabras, dicen, y aquí la tienes, sobre estas líneas. No se trata de un montaje, de hecho aquí puedes ver algunas instantáneas más salidas de algún vídeo, y se puede ver una vista trasera con la típica matrícula cuadrada que utilizan las marcas italianas, colgada de la zaga. Está claro que los de Maranello también quieren saber cómo son las entrañas de este bestial modelo.

Especialmente cuando se aproxima el lanzamiento del primer coche eléctrico de Ferrari. Los herederos de Enzo Ferrari ya están prácticamente en la rampa de lanzamiento previa a la esperada presentación que tendrá lugar en octubre, y aunque todo el sistema de propulsión se encuentra a bordo de mulas y prototipos, para la marca italiana es esencial saber la tecnología usada, tanto en los motores eléctricos, como en las baterías y cables conductores de energía.

Pero no solo eso, sino también la calidad de los materiales usados en el interior. Porque el Xiaomi Su7 Ultra puede brillar en el lado del rendimiento o de las prestaciones, pero quizás no lo haga tanto en un apartado que Ferrari domina como todos los demás: a la perfección. Los 1.500 CV del chino deben ser nada cuando el italiano se estrene, cuyo nombre se desconoce pero que apunta al simple y llano de «Elletrica».

Quizá sea capricho o un ejercicio de ingeniería inversa para futuros desarrollos de Ferrari, pero lo que está clara es una cosa: los supermillonarios están demostrando, primero, no querer coches eléctricos, a los que consideran faltos de carisma. Y, dos, Ferrari puede estar muy segura de que estos adinerados clientes saben perfectamente dónde tienen que dejarse su dinero, y en una marca china no.