Este sencillo truco te dirá si tienes que cambiar el aceite del motor, pero también si tienes una avería
Con una sola gota de aceite y un trozo de papel absorbente puedes descubrir si tu motor está en buen estado, necesita un cambio de lubricante o esconde una avería seria. Así funciona esta técnica olvidada… y sorprendentemente útil.

¿Y si te dijera que puedes detectar una avería en tu motor con una gota de aceite y una servilleta, papel de cocina (un papel absorbente, vaya)?
No es brujería, ni tampoco un consejo sacado del manual de un druida mecánico. Se trata de la prueba de la gota: un método tan sencillo como ingenioso que te puede evitar un buen susto… y una factura escandalosa en el taller.4
No te fíes exclusivamente de esta prueba, lleva un control estricto del kilometraje, así como el tiempo transcurrido desde que se cambió el aceite
El test de la gota: ciencia centenaria al servicio de tu coche
Aunque suene a truco de taller de barrio, esta técnica tiene raíces científicas profundas. Se basa en la cromatografía plana, una herramienta que data del siglo XIX y que se sigue usando para evaluar la salud del aceite del motor.
Pero tranquilo, no necesitas un laboratorio ni un título en química: simplemente un poco de papel absorbente y una gota de aceite de tu motor que puedes extraer con la varilla de medición.
¿Cómo se hace?
- Arranca el motor unos minutos para que el aceite se mezcle bien con los posibles sedimentos y apágalo.
- Extrae un poco de aceite con la varilla de medición del nivel y deja caer una gota en el centro del papel.
- Espera, el aceite se irá expandiendo por capilaridad.
- Observa el dibujo que se forma.
La mancha que deja el aceite no es aleatoria: es un auténtico mapa de lo que ocurre dentro del motor. Y lo mejor es que, con algo de práctica, puedes interpretarlo tú mismo.
¿Qué revela esta gota mágica?
La prueba es cualitativa, lo que significa que no te dirá cuántas ppm (partes por millón) de hollín hay, pero sí te dará pistas muy visuales sobre si el aceite sigue cumpliendo su función… o si está pidiendo la jubilación anticipada.
Hollín
Señal de alerta: una mancha muy oscura, pequeña y densa, especialmente si tiene un núcleo negro.
En este caso, el hollín está saturando el aceite. Puede ser por un motor que quema mal el combustible, un filtro de aire sucio o simplemente por haber alargado demasiado el cambio de aceite.
Consecuencias: el hollín aglomerado bloquea filtros, genera lodos y desgasta el motor como si fuera papel de lija.
Combustible en el aceite
Señal de alerta: bordes muy claros o un halo fluorescente alrededor de la mancha si se ilumina con luz ultravioleta.
Hay gasolina o gasoil mezclado con el aceite. Puede deberse a una combustión incompleta o una inyección en mal estado.
Consecuencias: pérdida de viscosidad, falta de protección y riesgo de desgaste acelerado. El aceite ya no es aceite, es un batido diluido y poco lubricante.
Test práctico con diferentes niveles de contaminación en aceite
Anticongelante en el aceite
Señal de alerta: una mancha irregular, con un centro pastoso, verdoso o rojizo, rodeado de un halo claro.
El refrigerante se ha filtrado al circuito de lubricación. El glicol reacciona con los aditivos del aceite y destruye su capacidad protectora.
Consecuencias: daños masivos en el motor en muy poco tiempo. Esto sí es una urgencia mecánica.
¿Sirve para saber si toca cambiar el aceite?
¡Claro que sí! Un aceite limpio y en buen estado dejará una mancha uniforme, semitransparente, sin núcleos oscuros ni bordes irregulares. Si el dibujo parece un cuadro abstracto cargado de contrastes y colores oscuros… toca cambio, y tal vez una visita al mecánico.
En cualquier caso, no te fíes exclusivamente de la prueba de la gota, lleva un control estricto del kilometraje cubierto con ese aceite, así como el tiempo transcurrido desde que se cambió.
Esto te permitirá cumplir escrupulosamente el plan de mantenimiento marcado por el fabricante del vehículo.
Puede parecer una tontería, pero el aceite es vital para que el motor dure cientos de miles de kilómetros sin averías ni sustos en forma de grandes facturas en reparaciones.

Una prueba de laboratorio casera (y reveladora)
Esto tiene que quedar muy claro, la prueba de la gota no sustituye a un análisis profesional. Aun así, es una forma económica, rápida y efectiva de anticiparte a posibles problemas mecánicos. Como método de mantenimiento preventivo, vale su peso en oro… o mejor dicho, en aceite nuevo.
¿Te animas a probarlo? Sólo necesitas una gota y un poco de papel. A veces, la clave para cuidar tu coche no está únicamente en el taller, sino en saber mirar.
Fotos: Freepik