Cowell desvela la clave que ha roto la maldición técnica de Aston Martin

El jefazo de Aston Martin ha implementado cambios sustanciales en la forma de trabajar del equipo. Uno de sus principales objetivos era conseguir que las mejoras del coche fueran reales, y ahora ha desvelado las claves de dicho cambio.

Cowell desvela la clave que ha roto la maldición técnica de Aston Martin
Andy Cowell ya ha transformado Aston Martin y promete mucho más.

9 min. lectura

Publicado: 16/07/2025 09:55

El pasado Gran Premio de Emilia-Romaña se convirtió en un momento clave que puede quedar marcado en la historia de Aston Martin de un modo seguramente silencioso. Y es que, si el equipo británico consigue cumplir sus objetivos y convertirse en un equipo puntero, dicho momento no será seguramente recordado como el punto de inflexión.

Pero lo cierto es que lo es, ya que en Imola Aston Martin consiguió, por primera vez en dos años y medio, implementar una actualización en su monoplaza que supuso una mejora real. Y volvió a hacerlo en Silverstone, aunque de un modo más discreto.

«Le digo muchas, muchas veces a la gente en el campus que la verdadera carrera está en esto»

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Esto, que para la gran mayoría de los equipos de la parrilla es la norma habitual, se había convertido en un imposible para Aston Martin, en una maldición. Y es que, cada año, el coche empeoraba sin remedio a medida que avanzada el campeonato y nada de lo que el equipo hiciera servía para evitar eso.

Afortunadamente, eso ha cambiado a tiempo para afrontar 2026 con optimismo. Y no cabe duda alguna de que uno de los principales artífices del cambio es Andy Cowell, que asumió el cargo de CEO de Aston Martin Performance Technologies en octubre y el de director del equipo de F1 en enero.

Cowell, el hombre del cambio

Hablar de Andy Cowell es hacerlo de alguien que ha influido en la Fórmula 1 de un modo similar a como lo ha hecho Adrian Newey, aunque en una área distinta a la aerodinámica y durante menos tiempo.

El ingeniero británico, ahora máximo responsable de Aston Martin, fue el líder de Mercedes-AMG High Performance Powertrains. O, dicho de otro modo, la división de motores y unidades de potencia de la marca alemana. La misma que ha dominado la Fórmula 1 durante la era híbrida, permitiendo al equipo de Toto Wolff y a Lewis Hamilton hacer historia como los mayores dominadores de la categoría.

Ahora, Andy Cowell ha asumido un reto incluso mayor: llevar a todo un equipo de Fórmula 1 a lo más alto y, a continuación, mantenerlo ahí. Y lo cierto es que Cowell no ha tardado demasiado en aplicar medidas que ya han empezado a ofrecer resultados. Como, por ejemplo, acabar con la maldición de las mejoras.

El antídoto contra la maldición de Aston Martin

Andy Cowell ha hablado de cómo un cambio de enfoque en Aston Martin ha propiciado que la preocupante tendencia de las dos últimas temporadas se haya revertido.

El ingeniero británico considera que es «más un cambio de enfoque y un cambio de cuestionarios, hacer preguntas en términos simples. Esa es la forma en que trato de abordarlo. Y no tener miedo de hacer preguntas y profundizar cada vez más».

Como hombre de ciencia, Cowell ha recordado a sus empleados que la concepción de un monoplaza se basa en los datos y los principios básicos, en «preguntarnos por qué no podemos basarnos en la ciencia, por qué no podemos hacer ingeniería como si tuviéramos una teoría, hiciéramos un experimento, miráramos los resultados y tuviéramos la mente abierta».

Pero la verdadera clave para Cowell es que Aston Martin ha comenzado a trabajar de un modo mucho más eficiente y, sobre todo, fiable, ya que no se valida nada sin haber demostrado fehacientemente que supone un avance.

El Aston Martin AMR25 ha pasado del fondo de la parrilla a liderar el grupo intermedio.

«Tal vez sea un estilo diferente y estoy decidido a que hagamos una gran ingeniería, y cuando eso haya ocurrido, entonces liberamos información, pero no antes de haber hecho todo a fondo», argumenta Cowell. «Supongo que ese es el enfoque que siempre he adoptado con la ingeniería de una unidad de potencia antes de diseñar un coche de carreras».

Cowell admite que su experiencia previa siempre ha estado ligada a los motores y las unidades de potencia híbridas, pero considera que el enfoque a la hora de trabajar es aplicable a la aerodinámica y el resto de áreas técnicas relacionadas con el desarrollo de un monoplaza de Fórmula 1.

«Son disciplinas diferentes, la aerodinámica es diferente a una unidad de potencia, la ingeniería de neumáticos es diferente a una unidad de potencia, pero se puede remontar a matemáticas, física, un poco de química. Es el enfoque de crear hardware que se utilizará en un fin de semana de carreras. Y es igual en todos los aspectos de la Fórmula 1», reitera.

El túnel de viento

El enfoque científico y exhaustivo implementado por Andy Cowell en Aston Martin ha revertido la tendencia negativa. Pero este se ha visto potenciado por el nuevo túnel de viento, que ha reemplazado al de Mercedes, alquilado durante años por los de Silverstone para diseñar y desarrollar sus monoplazas.

En opinión del CEO y director de Aston Martin, «el beneficio» de contar con esta nueva instalación en la misma sede del equipo «es doble». Cowell apunta que, «en primer lugar, es la tecnología de medición, la precisión con la que podemos medir».

«Y en segundo lugar, es la velocidad con la que podemos hacer ese trabajo, porque podemos elegir probar en el túnel de viento cualquier día de la semana en cualquier momento del día, mientras que antes estábamos restringidos a un pequeño período de tiempo. Así no tenemos que esperar, podemos hacer una prueba cuando queramos, cuando estemos listos para hacerlo», explica.

Después de años desplazándose a las dependencias de Mercedes para utilizar su túnel de viento únicamente en los días y horas acordadas, Aston Martin por fin cuenta con una instalación de última generación en su propio Campus. Esto no solamente hace más fiable y ágil el desarrollo, sino que impacta en otros aspectos asociados de forma indirecta.

«Tener a los aerodinamistas junto a la construcción de modelos [maquetas para el túnel de viento], así como la tecnología que se ha invertido en el diseño y la producción de modelos y la gestión de proyectos, ha significado que el tiempo desde que un aerodinamista ideó la forma hasta que obtiene los datos del túnel de viento es mucho más rápido», expone Cowell.

«Cuanto más puedas hacer en una unidad de tiempo, más aumentará tu tasa de desarrollo y así es como atrapas a tu oponente. Le digo muchas, muchas veces a la gente en el campus que la verdadera carrera está aquí. Es el ritmo con el que podemos hacer nuestro desarrollo, pero a fondo, sin tomar atajos», resume Cowell.

Cowell ha logrado acabar con la maldición de Aston Martin, pero todavía queda mucho camino por recorrer. El primer paso es comenzar 2026 en una posición que permita soñar con podios y algunas victorias, para a continuación atacar el título en 2027. ¿Podrán lograr Cowell y Newey eso también?

Fuente: RACERFotos: Aston Martin F1

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