Comparativa Mercedes GLC vs Audi Q5 ¿Cuál es la mejor elección? (con vídeo)

El Mercedes GLC 2023 frente al Audi Q5

El Mercedes GLC es uno de los modelos más exitosos de la marca de la estrella. Su nueva generación promete llegar a cotas de calidad y tecnología inéditas en el segmento y para poner de relieve su evolución en esta ocasión lo vamos a comparar con uno de sus grandes rivales en la categoría, el Audi Q5.

En este segmento el público suele ser bastante conservador en temas de diseño y eso se aprecia claramente en estos dos modelos. La nueva generación del GLC supone una ligera evolución del modelo anterior, no se observan cambios drásticos y con sus formas redondeadas transmite elegancia. Por su parte el Audi Q5 mantiene el aspecto que identifica a todos los modelos de la marca de los cuatro aros en estos últimos años con unas líneas más marcadas que irradian robustez.

Visualmente, el diseño exterior del Q5 le hace parecer más grande que su oponente. Sin embargo, estos dos todocaminos miden unos 4,7 m de longitud y tienen unas dimensiones muy similares. El GLC es levemente más largo y el Q5 es ligeramente más alto, pero las diferencias son apenas apreciables sobre el papel.

En los dos modelos hay muchísimas opciones de personalización del interior, algo más incluso en el caso de Mercedes. Se pueden elegir una multitud de materiales nobles para las molduras, seleccionar diferentes tipos y colores de tapicerías y añadir una lista casi innumerable de extras. Eso sí, en ambos casos pasando por caja y aumentando la factura final notablemente. Los dos coches brindan una calidad de realización fantástica pero transmiten una atmósfera muy distinta.

El GLC sorprende al subirse en las plazas delanteras con un diseño vanguardista. La propuesta es muy moderna y tecnológica, principalmente por la presencia de dos grandes pantallas y muy pocos botones físicos. No convence tanto la forma abombada de la consola central, que en muchas versiones está realizada en un poco recomendable plástico negro brillante. Un elemento poco frecuente es que el nuevo GLC tiene un escáner de huella dactilar de manera que se pueden guardar perfiles de varios conductores y con solo poner el dedo se identifica al usuario para cargar sus preferencias.

Por su parte, Audi se decanta por un estilo clásico y, como ocurría en el exterior, el habitáculo del Q5 sigue apostando por un diseño tradicional. No causa tanto impacto visual como el GLC, parece más anticuado, pero gracias a ello es posible manejar todo sin complicaciones. Los mandos están muy bien ordenados y la climatización no está incluida en la pantalla sino que tiene su propio módulo con botones físicos. Una pantalla que se hubiera agradecido que estuviera mejor integrada en el conjunto del salpicadero.

Los sistemas de infoentretenimiento disponibles en estos dos modelos son fantásticos. Audi propone para el Q5 el sistema MMI Navegación Plus con una pantalla táctil de 10,1 pulgadas con una calidad gráfica excelente. Tiene un manejo muy intuitivo, funcionan con fluidez, es compatible con Apple Carplay y Android Auto y tiene todas las funciones imaginables.

Lo cierto es que del sistema multimedia MBUX del GLC se puede decir lo mismo. De hecho, mejora la apuesta con una pantalla de 11,9 pulgadas en formato vertical que incluye navegación con indicaciones de realidad aumentada y un sistema de control por voz más sofisticado que el de Audi. La parte menos convincente es que todo se maneja dentro de la pantalla, incluso los ajustes de climatización.

En la segunda fila de asientos del Mercedes GLC los pasajeros traseros tienen varias conexiones para dispositivos portátiles y una zona climática propia con múltiples regulaciones. Es un espacio muy amplio en todas las cotas así que ofrece sitio para pasajeros de hasta 1,90 m de estatura aproximadamente. Eso sí, mejor dos que tres, porque la plaza central es incómoda y tiene un túnel de transmisión grande.

Las plazas posteriores del Audi Q5 también ofrecen mucha comodidad aunque la zona climática solo permite ajustar la temperatura El espacio para las piernas es el mismo, en anchura tampoco hay diferencias apreciables pero la altura es ligeramente menor así que en este caso de cabida a ocupantes de hasta 1,85 m de estatura. Como ocurría en el Mercedes, la plaza central es para un uso esporádico pero sí que hay un elemento diferencial interesante: el Q5 tiene una banqueta trasera regulable longitudinalmente, aunque esta característica es opcional.

Estos dos modelos muestran una marcada faceta familiar y por lo tanto el espacio de carga tiene especial relevancia. Los dos ofrecen un portón de apertura automática, un compartimiento muy bien rematado y enmoquetado y un volumen de carga amplio.

El Q5 tiene una capacidad de 520 litros pero aquí la ventaja es para el GLC que consigue extraer un centenar de litros más para llegar hasta los 620 litros, un dato extraordinario. Las cosas se igualan mucho más cuando hablamos de versiones híbridas enchufables que pierden capacidad de carga debido a la presencia de las baterías de alta tensión.

¿Qué motores elegir del GLC y del Q5?

Efectivamente, los dos cuentan con versiones híbridas enchufables y de hecho los más observadores os habréis dado cuenta de que las dos unidades que tenemos aquí ofrecen mecánicas muy diferentes. Tenemos un GLC diésel y en principio íbamos a tener un Q5 diésel pero finalmente no ha podido ser así y contamos con una versión PHEV. No pasa nada porque no estamos comparando estas dos versiones concretas sino que estamos hablando de la gama en general.

Así que hagamos un repaso de la gama mecánica que tienen estos dos modelos, empezando por las variantes PHEV. Audi tiene dos y Mercedes tiene tres y aquí lo interesante es que la marca de la estrella ofrece una versión híbrida enchufable asociada a un motor diésel, el GLC 300 de, es el único fabricante que tiene esa combinación.

Para quienes no tengan un enchufe a mano, en cuanto a tradicionales motores de gasolina se brindan tres opciones en total. Todas con cambio automático, tracción total y etiqueta medioambiental Eco gracias al sistema de hibridación ligera. De aquí no os voy a recomendar ninguno porque es mejor elegir una opción diésel.

En la propuesta de gasóleo Audi brinda tres opciones y Mercedes dos. Cabe señalar que Audi expone el SQ5 TDI como la única versión con un enfoque claramente deportivo de estos dos modelos, al menos hasta que lleguen las versiones AMG de este nuevo GLC. Serán el Mercedes-AMG GLC 43 y el brutal Mercedes-AMG GLC 63 que aún están en desarrollo.

Sea cual sea la versión escogida son dos vehículos muy confortables y silenciosos con los que devorar kilómetros. Pueden montar, si se desea, una amortiguación deportiva o una suspensión neumática y el cambio manual no está disponible en ningún caso porque de serie se proponen cajas de doble embrague de siete marchas para Audi y nueve para Mercedes. El Audi Q5 tiene un punto más de dinamismo y el Mercedes GLC brilla en cuestiones de eficiencia.

Las versiones diésel de estos coches son claramente más interesantes que las opciones de gasolina. En la gama del todocamino de la estrella elegid el motor 220 d porque es fantástico. Resulta muy agradable de usar, tiene buenas prestaciones y el consumo va a estar en torno a los 6 l/100km que es algo menos de lo que pueden conseguir el Q5 TDI.

Hablando de los diésel de Audi, el interés se centra en el Q5 35 TDI y el Q5 40 TDI. Es especialmente llamativa la versión de acceso, el Q5 35 TDI. Todas las versiones cuentan con cambio automático, tracción total y etiqueta Eco gracias a la electrificación excepto esta variante 35 TDI que, sí, lleva cambio automático, pero es de tracción delantera y tiene etiqueta C. La idea de Audi es prescindir de algunas cosas para poder ofrecer una versión de acceso a un precio más contenido.

La jugada tiene tanto sentido que el 35 TDI es la opción que más se vende. De todos modos, aunque es una buena elección, mi recomendación si el presupuesto lo permite es el Q5 40 TDI para tener una respuesta más briosa, tracción 4x4 y etiqueta Eco. El desembolso merece la pena.

Si queréis comprar una mecánica enchufable de estos dos coches mi recomendación es elegir las versiones de entrada, es decir, el Q5 50 TFSIe y el GLC 300 e. Salvo que sea por una cuestión de imagen, no hace falta gastarse más dinero ni tener más potencia porque estas variantes ya tienen prestaciones más que suficientes y van muy bien.

En este tipo de propulsores enchufables Mercedes muestra una clara superioridad, el GLC es la elección ideal. Tened en cuenta que esta generación del Q5 salió en 2017 y el GLC en 2022 y esos cinco años de diferencia han sido muy bien aprovechados por Mercedes para incorporar lo último de lo último.

Se nota por ejemplo a la hora de recargar la batería. El Q5 puede cargar a una potencia de hasta 7,3 kW mientras que el GLC es muchísimo más rápido llegando hasta los 60 kW. No solo eso sino que también en una característica fundamental como es la autonomía eléctrica se ven grandes diferencias y mientras el todocamino de Audi ronda los 60 km, que están muy bien, el modelo de Mercedes deja con la boca abierta superando los 100 km de autonomía 100% eléctrica. En cuanto a mecánicas PHEV el Mercedes GLC es sublime.

En esa comparativa inclinaría la balanza a favor del Mercedes GLC porque impresiona tanto por eficiencia como por tecnología. Pero también hay que tener en cuenta los precios. El Audi Q5 está disponible desde 55.400 euros mientras que el Mercedes GLC tiene un precio de partida más alto, está la venta desde 58.228 euros. Es una buena ventaja para Audi y la consigue sobre todo con esa versión Q5 35 TDI que, como os desvelaba antes, prescinde de electrificación y tracción total ¿Qué modelo te quedarías tú?