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PruebaNissan GT-R Track Edition: Con las fotos en la mano y Godzilla en el garaje

Para la prueba del Nissan GT-R Track Edition, un coche basado en el MY16 con ciertos retoques estéticos y mecánicos, hemos preparado una serie de artículos que van más allá de la propia edición. En este apartado analizamos con mayor criterio los cambios que llegarán en 2017.

Nissan GT-R Track Edition: Con las fotos en la mano y Godzilla en el garaje

10 min. lectura

Publicado: 19/06/2016 13:00

Puede que ‘Godzilla’ sea uno de los coches de tus sueños; uno de esos caprichos con los que alguna que otra generación ha soñado desde la infancia. Recientemente se ha presentado el modelo 2017 y afortunadamente, en paralelo hemos podido subirnos al modelo de la generación saliente. Para el ojo inexperto, el nuevo no ha cambiado en nada, pero teniendo las fotos en la mano y el coche físico delante, podemos apreciar, que aunque no es un giro radical en cuanto a estética, sí ha mejorado ciertos detalles que le hacían falta, y con urgencia.

Porque aunque se trata de un coche que no pretende vestir un traje elegante, sino ropa de deporte que sea cómoda y efectiva en cualquier carrera, de vez en cuando es importante adaptarse a nuevos tiempos, y he tenido, en 2016 prácticamente la misma sensación que la primera vez que cogí el Nissan GT-R en 2012.

Admito que el antiguo tenía unos faros de xenón frente a los modelos LED, y que en esta ocasión el ‘Track Edition’ con técnica y estética exclusiva a partes iguales, le hacen parecer aún más radical. Pero cuatro años después he tenido la sensación de que seguía faltando algo.

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Inconfundibles ángulos y 550 CV bajo el capó en el Track Edition

Exterior, más aerodinámico, si cabe

La parrilla delantera, en 2016 sigue imponiendo. El diseño trapezoidal con las luces LED DRL en los bordes del paragolpes es un ‘viejo conocido’, que por fin, en 2017 evoluciona y presenta un diseño con mayor sección para la refrigeración y rejillas laterales. En la versión que hemos probado, este detalle es más cuadrado. Las entradas de aire laterales permiten un flujo de aire optimizado mejorando la carga aerodinámica (pasa menos aire por la parte inferior) y se ha reducido el coeficiente de arrastre.

Si mejora un 1%, es nuevo. Así es el Pilar C del GT-R en 2017

En el lateral nada cambia aparentemente, con la misma caída del techo tras el parabrisas con una imagen muy característica y tiradores integrados. Sin embargo, en Japón no se toman a la ligera una pequeña mejora aerodinámica, y lo que al ojo humano pasa totalmente desapercibido, es suficiente para que el GT-R se ponga convenientemente al día y siga dando guerra a marcas de renombre. En este caso, la canalización de aire del pilar C le hacía perder un 1% de energía frente al moderno, rediseñado y siendo, según la marca, más limpio y eficiente.

Es en la trasera donde menor diferenciación encontramos. En nuestro Track Edition, el antiniebla era de LED en la zona inferior del paragolpes salvo por ciertos acabados

Llantas Nismo que serán sustituidas en 2017 por 20 pulgadas y nuevo diseño

El interior, tan sobrio como en 2012, pero muy lujoso en 2017

Una vez que abro la puerta, tengo la sensación de que no han cambiado muchas cosas en los últimos años en el interior del automóvil. Una vez más, me encuentro con unos fabulosos asientos Recaro a los que perfectamente se le podrían acoplar unos arneses ya que sé de sobra que Godzilla no perdona en las curvas y es capaz de desplazarse tan rápido que podrías marearte con facilidad. Sin embargo, tengo la sensación de que el Nissan GT-R merece algo más exclusivo y con mayor agarre. En la práctica, sujetan bien el cuerpo, pero presencialmente son sencillos. Parece que los asientos del coche de 2017 han perdido el sello de Recaro del centro del respaldo y tienen un nuevo diseño, incluyendo una prolongación de la banqueta para mejor sujeción de las piernas.

Interior muy orientado a conducir y poco más. En 2017 habrá un salto de calidad

El acabado interior es, quizá uno de los puntos flacos de Godzilla. Y ojo, que soy el primer defensor que piensa, que en su sobriedad y en sus imperfecciones reside parte del encanto de este coche. Le hacen perfecto porque sus valores no son ser, como decía al principio del artículo, el más elegante de ‘la fiesta’.

A tenor de las fotos del modelo 2017, sé que en Japón han trabajado mucho en el diseño interior. El volante abandona el esquema que ha venido perdurando un largo periodo en el GT-R para incorporar un moderno aro de tres brazos con botonería integrada. En el actual, hay demasiada superficie de volante con la botonería repartida, y aunque la sección superior e inferior están vestida de rojo, sé que el nuevo diseño agradará más a los conductores.

Los mandos del climatizador por primera vez tienen un display digital para 2017, porque la consola central es, probablemente la zona visual que más ha evolucionado en el GT-R. Se pone al día e incluso se incluye una ruleta analógica para manejar las funciones de la pantalla. Ésta, a su vez, incorpora botonería, un detalle que en mi opinión sobra si disponemos del mando giratorio.

Así lucirá el GT-R el año que viene

Por otra parte, en nuestro Track Edition, su integración con el revestimiento de cuero, es exquisita con un reborde cromado que le da mucha sensación de calidad. Habrá que esperar para comparar percepciones y, sobre todo, la interfaz nueva. Como todo el panel ha sido rediseñado, las toberas del aire acondicionado centrales, redondas en nuestro GT-R, se convierten en cuadradas y en una posición más baja. Es cierto que el panel central es lo que menos viste el coche en 2016, con pulsadores y una repartición de botones algo desactualizada.

Y lo que dice la marca

Nissan se reserva 12 puntos clave donde el GT-R 2017 ha cambiado. En concreto, uno me llama la atención poderosamente:

  • Más potencia y par motor
  • Escape de titanio y apertura de válvula
  • Mayor carga aerodinámica
  • Chasis reforzado
  • Llantas de nuevo diseño y de 20 pulgadas
  • Cockpit más simple, menos mandos y sistema multifunción
  • Infoentretenimiento con pantalla tácticl
  • Reubicación y diseño de las levas (que por cierto, giran solidarias con el volante)
  • Nuevo diseño exterior
  • Diseño interior con materiales hechos a mano
  • Transmisión afinada para un suave uso en el día a día
  • Sistema de escape ultraligero perfeccionado para un mejor sonido desde el interior

En el frontal, el diseño trapezoidal con acabado rectilíneo es un clásico del GT-R

El punto para mí más importante tiene que ver con la transmisión, que es cierto que al estar expuesta a tantos esfuerzos es un elemento a cuidar para evitar que tenga ciertos ruidos y tolerancias mecánicas; al parecer un punto importante que en esta ocasión Nissan ha revisado convenientemente.

Parece que la fórmula que ha hecho que este deportivo de altísimos vuelos cueste 107.750 euros, se va a reconducir hacia mayores lujos y, si cabe, mejores prestaciones. Otra liga es hablar del GT-R Nismo con 600 CV aunque su precio se eleva hasta los 150.000 euros, y en España será raro cruzarse con alguno (aunque matriculados hay alguno).

Este es el Nissan GT-R 2017. ¿Nuevo? Solo para el ojo clínico y técnico

Ahora viene con un incremente de potencia debajo del brazo de 20 CV y a tenor de la evolución del modelo, es probable que cualquier pequeño incremento de precio, esté justificado. Al fin y al cabo, todavía es infinitamente más asequible que sus rivales de circuito.

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