Prueba Renault 4 E-Tech, el chico bonito y polifacético de la familia
Si hay un coche mirado actualmente, ese es el Renault 5 E-Tech. Sin embargo, el pequeño utilitario eléctrico puede pecar de falta de espacio en ciertos puntos. Para solucionar esto, la marca francesa presenta el Renault 4 E-Tech: imagen igualmente atractiva, pero con un plus en practicidad que lo hará ser el más mirado de la gama.

Es imposible debatir sobre el calado popular que ha tenido el Renault 5 E-Tech desde su llegada al mercado en Europa, hace unos meses. Es un coche que ha entrado por la puerta grande debido a su estética (principalmente), pero también por sus correctas especificaciones y a un precio medianamente accesible para la mayoría. Sin embargo, tiene un «pero», y ese no es otro que su habitabilidad interior.
El Renault 5 no es un coche tan capaz en términos de espacio, especialmente para los ocupantes traseros y en lo que respecta al propio maletero. No obstante, la compañía francesa ha dado la clave para todo esto: resucitar a otro mito y posicionarlo como la versión más práctica y polivalente de la gama. Y a este lo han llamado, nada más y nada menos que Renault 4 E-Tech.

Renault 4 E-Tech: la verdadera alternativa popular
Bien es cierto que este no goza de la imagen tan particular, desenfadada y «cuqui» del R5. Sin embargo, el R4 también puede conquistar por sus líneas de corte retro y totalmente diferenciadas del resto de sus rivales. Recordemos que este es un coche de 4.144 mm de longitud, 1.808 mm de anchura y 1.552 mm de altura. Su distancia entre ejes es de 2.624 mm. Por todo ello, es un coche que, inequívocamente, encaja en el segmento B.
Y como no podría ser de otra forma, en Renault le han dado un aspecto de SUV, lo que aumenta aún más sus características prácticas sin renunciar a un llamativo aspecto aventurero. En el frontal destaca su particular módulo de parrilla que incluye los dos faros redondos en los extremos. Esta está fabricada en una sola pieza horizontal realmente llamativa y, en la cual, se encuentra iluminado tanto su contorno como el propio emblema de la compañía.
En el perfil salta a la vista su diseño retro. Este, pese a ser presentado como un SUV, incluye líneas bastante rectas e inequívocamente heredadas del modelo primigenio. También se encuentra un pilar C y D con unas formas muy características y que también se encontraban en el R4 original. Por otro lado, aquí se incluyen las clásicas decoraciones en plástico negro, la toma de carga en la aleta izquierda (lado del conductor) y unas llantas que pueden alcanzar las 18 pulgadas.

Finalmente, su trasera está coronada por dos pilotos de formato vertical y que también recuerdan a los de modelo original. Sobre el portón del maletero se acopla tanto el módulo para la matrícula, como el propio nombre del modelo en el lado derecho. Llama particularmente la atención su parachoques de plástico negro y tamaño considerable.
Un interior práctico y muy polivalente
Echando un vistazo a su interior, salta a la vista la herencia de su hermano menor, el R5. El salpicadero es prácticamente calcado, pues también incorpora el generoso panel que sobresale por encima de la propia superficie del salpicadero. Sobre este mencionado panel se acopla la instrumentación digital de 7 pulgadas y la pantalla multimedia táctil de 10,1 pulgadas.
Además de esto, el modelo cuenta también con un módulo específico, con algunos botones físicos, para la climatización u otros accesos rápidos. Incorpora también un cargador inalámbrico y un hueco donde poder dejar un smartphone u otros objetos personales. Sus asientos delanteros son bastante cómodos y se amoldan bien a todo tipo de fisionomías. Estos son bastante cómodos para realizar viajes de media o larga distancia.

A diferencia de su hermano pequeño, el Renault 4 sí ofrece un buen espacio habitable en la fila trasera. Sus ocupantes podrán ir más holgados en cuanto a este punto, así como meter los pies debajo de los asientos delanteros, algo que en el R5 se echaba en falta. También incorpora unas tomas USB desde las que poder cargar dispositivos móviles o unos bolsillos detrás de la primera fila de asientos.
Lo mismo sucede en su maletero. Este es significativamente más capaz que el de su hermano. Aquí, el Renault 4 E-Tech ofrece un volumen mínimo de 420 litros, los cuales se pueden ampliar hasta los 1.405 litros en caso de abatir la segunda fila de asientos. No obstante, como «pero» hay que decir que el piso de este no está alineado con los respaldos traseros (abatidos), lo que dejará un importante escalón que podría dificultar el transporte de ciertos bultos. Como curiosidad, el asiento del copiloto también es abatible para poder así llevar, por ejemplo, una tabla de surf.
Motores, acabados y precios para el Renault 4 en España
El Renault 4 eléctrico ya se encuentra disponible para reservar en España y sus primeras entregas son inminentes (desde el mes de julio). Este ofrece dos niveles mecánicos. El primero y más accesible cuenta con un motor eléctrico de 120 CV y una batería de 40 kWh de capacidad, la cual homologa un total de 308 km de autonomía en ciclo mixto. Por encima se sitúa la variante de 150 CV, batería de 52 kWh y una autonomía homologada de hasta 409 km.

Junto a la primera motorización se ofrece una única versión llamada Evolution. De la mano de la más potente es donde más alternativas existen. Concretamente, estas son tres: Evolution, Techno e Iconic. Cada una de ellas ofrece un nivel de equipamiento diferente, pero también una estética personal.
En términos de precios, el Renault 4 E-Tech parte en España, junto a la motorización y acabado de acceso, desde 28.752 euros, sin contar posible ayudas o descuentos disponibles. La mecánica más capaz junto al acabado Evolution (el más accesible de esa alternativa) parte desde 31.632 euros. Si, finalmente, se quiere optar por el más equipado y capaz en términos mecánicos, su factura tendrá una partida de 36.472 euros.
Prueba de conducción del Renault 4 E-Tech
Al igual que sucede con el Renault 5, ponerse tras los mandos de un Renault 4 es toda una experiencia, y no sólo por sus particularidades dinámicas, sino por la imposibilidad de pasar desapercibido entre el público general. Circular con ambos modelos será sinónimo de ser visible para todos, tal y como pudimos constatar en esta prueba hace unas semanas.

Pero de lo que verdaderamente es sinónimo conducir el nuevo Renault 4 E-Tech es que este es realmente cómodo, suave de marcha, muy práctico y sobradamente eficiente. A partir de aquí desarrollaremos estos puntos, pero la sorpresa ha sido mayúscula con el nuevo familiar eléctrico de los franceses.
Como ya hemos mencionado, los asientos del Renault 4 se amoldan realmente bien a todo tipo de fisionomías. Sus regulaciones son manuales, pero esto no hace mella en su comodidad de uso (o adaptabilidad). También los mandos que se sitúan alrededor del puesto de conducción son bastante accesibles y cómodos de usar por parte del usuario. Al tener botones físicos, no hay que perderse en un mar de menús en su pantalla central. Punto más que positivo.
En términos de conducción, acomodarse en el habitáculo del R4 es bastante sencillo. La posición es eminentemente elevada, aunque no tanto como cabría esperar en un coche de este tipo. También su volante se regula en altura y profundidad, con lo que es fácil encontrar la posición idónea para casi todos.

Durante los primeros kilómetros a bordo del Renault 4, lo cierto es que sorprende por la suavidad de marcha que este presenta. Al mismo tiempo, su dirección transmite bien todo lo que pasa más allá del aro del volante; ni mucho menos está sobre asistida, como tiende a verse en muchos modelos actuales. Las amortiguaciones tienen un tarado perfecto, pues no son ni muy blandas (que presenten barqueo excesivo en curva) ni muy duras (que serán incómodas en una zona mínimamente bacheada).
El R4 vuelve a hacer uso de una serie de elementos polémicos que también se instalan en otros modelos de la firma. Y esto no es otro que las tres palancas situadas detrás del volante: selector de cambios, controlador del sistema de sonido y diferentes mandos, como los limpiaparabrisas. En multitud de ocasiones, al intentar insertar la D en la caja de cambios, terminas por dar al limpiaparabrisas, lo que lo hace ser un punto mejorable.
Como novedad, el Renault 4 inserta unas levas tras el volante desde las que aumentar o reducir el protagonismo del freno regenerativo. En el punto máximo se alcanza el nivel de «One Pedal», lo que elevará aún más la comodidad al volante, especialmente en territorio urbano.

Yo, personalmente, durante nuestra prueba, he estado jugando mucho con las levas, y debo decir que es algo que me gusta mucho. Esto es algo que ya hemos visto en otros modelos de otras marcas, y es que es una solución muy agradecida y que funciona realmente bien.
Sea por esto o no, el Renault 4 se ha coronado por uno de los puntos principales que anteriormente relatamos, y este no es otro que su eficiencia energética. El Renault 5 no es un coche que consuma especialmente poco, sino que, en este aspecto se podría decir que algo «normal».
No obstante, el nuevo modelo eléctrico hace gala de una revisión en la eficiencia de muchos apartados, lo que ha hecho reducir el consumo energético significativamente. Concretamente, durante nuestra prueba, de unos 200 kilómetros aproximadamente, el modelo ha marcado una media de 12,8 kWh/100 km. La ruta propuesta por Renault pasaba por autopistas, pueblos y carreteras secundarias. Un poco de todo. Se ha llevado a cabo una conducción normal e incluso con el aire acondicionado activado.

Si a este último punto se suma una conducción realmente cómoda y una suavidad de marcha generalizada, lo cierto es que el resultado es más que sobresaliente. Para conocer las cifras exactas, especialmente en términos de consumos, tendremos que esperar a poder probarlo en profundidad, lo que debería ocurrir dentro de unos pocos meses.
